Integrar a las mujeres en todos los sectores empresariales, incluyendo en los que tradicionalmente predominan los hombres, como la minería o la construcción, beneficia enormemente tanto a ellas como a las propias empresas.
El mito de que las mujeres son poco productivas por su rol de esposa y madre, se ha derribado gracias a diferentes estudios que demuestran todo lo contrario, pues su desplazamiento desde el hogar hacia el trabajo ha tenido efectos positivos e importantes en la productividad.
Uno de esos estudios, el realizado por Catalyst, afirma que las empresas que cuentan con tres o más mujeres en su junta directiva a lo largo de cuatro o cinco años, en promedio, exceden los resultados de sus empresas en un 84% en retorno de sus ventas, 60% en retorno del capital invertido y 46% en retorno de capital al compararlas con otras organizaciones que no poseen mujeres en este nivel”.
La International Financial Group, IFC, miembro del Banco Mundial, destaca en un estudio que la inversión en el empleo de las mujeres ha dado lugar a una mayor productividad, una mayor fidelización del personal, y un mayor acceso al talento. Señala que integrar a las mujeres en todos los sectores empresariales, entre ellos algunos en que tradicionalmente predominan los hombres, como la minería o la construcción, beneficia enormemente tanto a ellas como a las propias empresas.
En México, también se ha demostrado que existe una relación positiva entre el desempeño financiero de una empresa y las mujeres que ocupan puestos directivos, al incrementar hasta 42% las ventas y 66% la rapidez de retorno del capital invertido. “Trabajar por objetivos y proyectos hace que para las mujeres sea más sencillo alcanzar sus metas profesionales, llevándolas a representar 40% de la fuerza laboral en México y a destacar en los sectores de servicios, comercio, comunicación y entretenimiento; además de empezar a tener una fuerte participación en el sector automotriz, financiero y tecnológico”, reconoció Sandra Sánchez, presidenta del Task Force de Diversidad de American Chamber México.
Pero ha sido un estudio del 2014, el realizado por los investigadores del Banco de la Reserva Federal de San Luis, en Misuri, Estados Unidos, que midió la productividad en trabajadores de ambos sexos con hijos y sin hijos a lo largo de 30 años de vida académica, con el fin de entender qué impacto tiene la maternidad en la carrera profesional de mujeres altamente cualificadas, el que más sorpresa ha causado. En este se concluye que las mujeres son más productivas a lo largo de su carrera profesional si tienen hijos y rinden más que las que no tienen, por lo cual la maternidad en la carrera profesional de mujeres altamente cualificadas tiene efectos positivos y no negativos como se ha creído por toda una vida.
Esta alta productividad femenina no es vinculante con mayores estudios o experiencia, sino con el compromiso de las mujeres hacia la familia, que las inspira a trabajar más arduamente para proveer una mejor calidad de vida a sus hijos, y especialmente con el “expertise” que desarrollan en la administración del hogar, en donde se “pule” en organización y planificación, iniciativa, motivación, conciliación, capacidad de gestión, comunicación asertiva, gestión de recursos, motivación y aplicación de inteligencia emocional.
Bien lo dijo la Margaret Thatcher décadas antes de la realización de estos estudios: “Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país”… ¡y los de una empresa!