Cuando escuchamos una melodía agradable, se activan áreas auditivas en la corteza temporal, permitiéndonos percibir y disfrutar de los diferentes tonos y notas musicales

La música tiene un poderoso efecto en nuestro cerebro y puede activar varias zonas clave que están involucradas en la respuesta emocional, la memoria y la percepción. Cuando escuchamos música buena, se produce una sinfonía de actividad cerebral que nos permite disfrutar de la experiencia y nos beneficia de diferentes maneras. A continuación, exploraremos las principales zonas del cerebro que se activan al escuchar música y cómo esto nos puede beneficiar.

El ritmo es una parte fundamental de la música y tiene la capacidad de activar áreas específicas del cerebro. Cuando escuchamos buena música con un ritmo marcado, se activa el cerebelo, una región que se encarga de coordinar los movimientos y regular el ritmo. Esta activación del cerebelo puede explicar por qué tendemos a movernos o bailar al ritmo de la música. Además, el ritmo también estimula el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina y generando una sensación de placer y satisfacción.

La melodía de una canción también tiene un impacto significativo en el cerebro. Cuando escuchamos una melodía agradable, se activan áreas auditivas en la corteza temporal, permitiéndonos percibir y disfrutar de los diferentes tonos y notas musicales. La corteza prefrontal también se activa, lo que está asociado con la apreciación estética y la emoción. Esta respuesta emocional a la melodía nos puede beneficiar al mejorar nuestro estado de ánimo, reducir el estrés y fomentar la relajación.

Además del ritmo y la melodía, las letras de una canción también tienen un impacto en el cerebro. La comprensión y el procesamiento del lenguaje ocurren principalmente en el hemisferio izquierdo del cerebro. Cuando escuchamos música con letras significativas, se activa el área de procesamiento del lenguaje, lo que nos permite comprender y conectar con el mensaje de la canción. Esta activación puede desencadenar respuestas emocionales más profundas y tener un impacto en nuestras experiencias y percepciones.

La música también tiene la capacidad de activar la amígdala, una región del cerebro involucrada en la respuesta emocional y la memoria. Cuando escuchamos música que nos evoca recuerdos o emociones pasadas, la amígdala se activa y se desencadenan respuestas emocionales asociadas con esas experiencias. Esta conexión entre la música y la memoria puede ser especialmente beneficiosa en el tratamiento de trastornos como el estrés postraumático, ya que la música puede ayudar a desencadenar recuerdos positivos y reducir los síntomas asociados.

Dr. Miguel A. Torres Batista, (506) 8404-6772

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