Más de cuatro millones de niñas están en riesgo de ser víctimas de mutilación genital, una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos, por motivos no médicos

La brutal y milenaria práctica machista de la mutilación genital femenina (MGF) sigue implementándose en numerosos países a nivel mundial, lo que pone, a algo más de cuatro millones de niñas, en situación de vulnerabilidad.

Ese dramático cuadro de situación en materia de violencia de género, significa más de 10 mil potenciales casos de victimización.

Al informar sobre esa situación, en un comunicado que, en su sitio en Internet difundió, el 6 de febrero -Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina-, Naciones Unidas denunció que, si bien su incidencia se ha reducido considerablemente, la práctica de esa costumbre no ha desaparecido.

“En los últimos 25 años, la prevalencia de la mutilación genital femenina ha disminuido en todo el mundo”, lo que significa que, “en la actualidad, una niña tiene un tercio menos de probabilidades de sufrirla que hace 30 años”, indicó la organización mundial.

“Sin embargo, las crisis humanitarias como los brotes de enfermedades, el cambio climático o los conflictos armados, entre otras, podrían hacer peligrar el mantenimiento de estos logros y consecuentemente hacer retroceder los avances hacia la consecución de la igualdad de género y del fin de la mutilación genital femenina para 2030”, advirtió.

“Este año, casi 4.4 millones de niñas correrán el riesgo de sufrir esta práctica nociva; lo que equivale a más de 12,000 casos diarios”, precisó, además de indicar que “más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital femenina”.

Naciones Unidas explicó que la MGF “es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos, por motivos no médicos, y que, internacionalmente, es reconocida como una violación grave de los derechos humanos, la salud, y la integridad de las mujeres y las niñas”.

“Puede causar complicaciones de salud, a corto y largo plazo, incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, mayor riesgo de transmisión del VIH (virus de inmunodeficiencia humana), ansiedad y depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en el peor de los casos, la muerte”, señaló, a continuación.

“A pesar de que esta práctica se concentra en cerca de 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional, así como algunos países asiáticos (India, Indonesia, Iraq y Paquistán) y algunas pequeñas comunidades de Latinoamérica, es un problema universal”, aseguró.

La entidad aclaró que, además, y en menor medida, se trata de una costumbre que persiste, además, en poblaciones migrantes que están asentadas en Australia, Europa Occidental, Norteamérica, Nueva Zelanda.

“Aunque la práctica se ha mantenido por más de mil años, se puede acabar con la mutilación genital femenina en una sola generación”, algo que “es todavía posible, si aceleramos para que el proceso vaya diez veces más rápido”, planteó, para agregar que, “por este motivo, las Naciones Unidas luchan por su eliminación plena para 2023, siguiendo el espíritu del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5”.

La organización mundial hizo, así, referencia, a los objetivos cuyo origen está en la conferencia global que tuvo lugar del 4 al 15 de setiembre de 1995, en la capital de la República Popular China, cuando fueron aprobadas la Plataforma de Acción de Beijing, y la Declaración de Beijing -que tomaron, de esa ciudad, sus respectivos nombres-.

La plataforma, consistente en seis capítulos, contenidos en 138 páginas, se define, en el primero de sus 361 artículos, como “un programa encaminado a crear condiciones necesarias para la potenciación del papel de la mujer en la sociedad”.

También señala que su propósito central consiste en “acelerar la aplicación” de estrategias “orientadas hacia el futuro para el adelanto de la mujer1y eliminar todos los obstáculos que dificultan la participación activa de la mujer en todas las esferas de la vida pública y privada”.

Ello, “mediante una participación plena y en pie de igualdad en el proceso de adopción de decisiones en las esferas económica, social, cultural y política”, lo que “también supone el establecimiento del principio de que mujeres y hombres deben compartir el poder y las responsabilidades en el hogar, en el lugar de trabajo y, a nivel más amplio, en la comunidad nacional e internacional”, agrega.

La plataforma es complementada, desde 2015, por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que, aprobada ese año por la Asamblea General de las Naciones Unidas, contiene los ODS, que son 17 metas establecidas para cumplirse, a más tardar, para 2030.

El quinto de los ODS se refiere, específicamente, a “Igualdad de Género”, y apunta a poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas”, señalando, entre otros planteamientos, que ello no solamente constituye un derecho humano básico, sino que es crucial para el desarrollo sostenible.

También determina la necesidad de “eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y las mutilaciones genitales femeninas”.

Naciones unidas puntualizó que, para lograr la erradicación de la MGF, cuenta con una iniciativa que es implementada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (United Nations Population Fund, Unfpa), y el Fondo de las Naciones Unidas para l Infancia (United Nations Children’s Fund, Unicef).

Lanzado, en 2008, el Programa Conjunto del UNFPA y UNICEF para Eliminar la Mutilación Genital Femenina, se trata del “mayor programa mundial para acelerar la eliminación de la MGF”, indicó, además de informar que “se centra, en la actualidad, en 17 países africanos, principalmente”.

“Hasta el año pasado, dicho Programa apoyaba a más de 11.000 organizaciones, de las cuales el 83 % eran organizaciones de base que colaboraban con coaliciones y movimientos dirigidos por supervivientes, abogaban por cambios en las políticas y las leyes, y defendían cambios en las normas sociales y de género”, agregó.

De acuerdo con la información difundida, en su sitio en Internet, por Unfpa, en materia de logros, desde 2021, se destacan cinco áreas principales.

En lo que tiene que ver con “marcos jurídicos y normativos”, 14 de los 17 países donde la iniciativa es implementada implementan con esos marcos, los que, a su vez, “prohíben la mutilación genital femenina”, lo que se ha traducido en “más de 1.368 casos de aplicación jurídica y de detenciones”.

Asimismo, en el campo de la “aprobación gubernamental, “a partir de 2021, 14 países que reciben apoyo del Programa Conjunto (…) cuentan con un mecanismo de coordinación nacional que involucra sistemáticamente a todos los actores a nivel nacional”, contexto en el cual, “doce países establecieron una línea presupuestaria nacional que financia servicios y programas para abordar, específicamente, la mutilación genital femenina”.

Respecto a “mayor compromiso liderado por la comunidad”, por la vía de “la educación, el diálogo, y la creación de consenso, más de 45 millones de personas de 34,659 comunidades han realizado declaraciones públicas sobre el abandono de la mutilación genital femenina”.

Sumado a ello, “se evitó que 532,158 niñas sufrieran esta práctica, gracias a los mecanismos de vigilancia comunitarios establecidos”.

En el rubro de “prestación de servicios adecuados y de calidad”, los datos oficiales indican que “más de 6 millones de mujeres y niñas, en los 17 países que reciben apoyo del Programa Conjunto, se han beneficiado de servicios de protección y atención relacionados con la MGF”.

Por otra parte, en materia de “defensa y sensibilización”, el logro ha consistido en que, “a través de programas de radio y televisión sobre la prevención de la mutilación genital femenina, se llegó a unos 84.3 millones de personas”.

Ello, además de que “41.2 millones de personas participaron activamente en sesiones de educación, sensibilización, y movilización social para promover la erradicación” de esa práctica.