La proporción de nacimientos en niñas y adolescentes, en Costa Rica, presenta, hace dos décadas, una marcada tendencia a la baja, aunque las cifras continúan generando preocupación, de acuerdo con el reciente análisis la situación realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

Fruto del trabajo iniciado, en 2018, por ambas entidades, fue posible elaborar un instrumento didáctico que apunta a la prevención en esa materia, así como a la violencia de género, agregaron, al informar sobre la iniciativa, ambas entidades, en un comunicado conjunto.

Se trata de la Caja de Herramientas para la Prevención del Embarazo en la Adolescencia y la Violencia contra las Mujeres, dada a conocer en el marco de la conmemoración del Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, indicaron, en el texto difundido el 27 de setiembre.

De acuerdo con datos Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec) y del Unfpa, citados en la información oficial, el país centroamericano registró, en 2000, la cifra de 611 nacimientos en niñas de 14 años o menos, y 15,999 en adolescentes de 15 a 19 años.

Para 2020, los números bajaron, respectivamente, a 222 y algo menos de 6,000, según las mismas fuentes.

No obstante la drástica reducción de ambos rubros, se trata de “datos preocupantes que revelan que la disminución no se da por igual entre todas las niñas y adolescentes”, plantearon el Inamu y la agencia especializada de Naciones Unidas.

Según lo indicado en la información, “cantones (municipios) fronterizos, costeros, con poblaciones históricamente dejadas atrás, han mantenido las tasas más altas o sus tasas han fluctuado”.

En tal contexto, el Inamu y la representación del Unfpa en Costa Rica iniciaron “un proyecto para la prevención del embarazo en la adolescencia y la violencia contra las mujeres en los cantones de León Cortés, Talamanca, Los Chiles, Osa y Garabito, todos ellos con tasas de nacimientos en adolescentes, superiores al promedio nacional”, comenzaron a relatar.

“La desinformación, los mitos, prejuicios y los temores en torno a la salud sexual y salud reproductiva tanto en personas adolescentes, en mujeres adultas como en personas funcionarias de instituciones, fue uno de los tantos hallazgos que se dieron en el proceso”, agregaron, en el texto de dos páginas.

“Las personas jóvenes dicen tener apatía hacia estos temas porque no encuentran una adecuada respuesta o atención en las instituciones, que muchas veces carecen de concientización, respeto a la confidencialidad y hasta información”, revelaron, a continuación.

“También indicaron desconocer los procesos de denuncia en casos de violencia de cualquier tipo, incluyendo las comúnmente conocidas como ‘relaciones impropias’
-relaciones sexuales con personas menores de edad donde media una diferencia importante de edad-, las cuales se encuentran estrechamente ligadas a la cultura, aún prevaleciente, que normaliza y tolera este tipo de relaciones, o las justifica como una ‘estrategia de sobrevivencia’”, precisaron.

Fruto de ese trabajo, surgió la caja de herramientas, un documento que, como producto concreto del proyecto, contiene insumos teóricos, metodológicos y didácticos, para ser utilizado por instituciones, organizaciones de sociedad civil, asociaciones comunales, además de madres y padres de familia, de acuerdo con la información institucional.

Al participar en la actividad virtual de presentación del instrumento didáctico, la ministra de la Condición de la Mujer y presidenta ejecutiva del Inamu, Marcela Guerrero, calificó, la presentación de la caja de herramientas, como “un paso importante”.

Se trata de un “recurso metodológico que ha sido recogido desde el trabajo y las voces de muchas y muchos adolescentes, en todo el país”, informó.

“Esta herramienta es muy importante, porque tiene como fin generar, reforzar, y garantizar el abordaje técnico y acompañamiento en la prevención del embarazo en adolescentes y la violencia contra las mujeres, en todo el país”, reflexionó.

Por su parte, la jefa de Oficina del Unfpa Costa Rica, Paula Antezana, señaló que “los números nos dicen que Costa Rica, sí, ha mejorado mucho, y que han bajado las cifras a casi la mitad en 20 años”.

“Pero aún estamos muy lejos de la meta de cero nacimientos en niñas y adolescentes”, advirtió.

Al respecto, subrayó que “nuestra meta es que todas las niñas y adolescentes puedan diseñar y llevar a cabo su proyecto de vida, que tengan acceso pleno a la educación, la salud, la recreación, todos los elementos que les permitan desarrollarse como seres integrales y aportar a la sociedad”.

“Las múltiples historias de vida, nos demuestran que, un embarazo temprano -muchas veces, producto de la violencia- trunca todas esas posibilidades”, puntualizó.

Por lo tanto, “es fundamental empoderar, a las niñas y adolescentes, para que fortalezcan sus capacidades para la toma de decisiones, y que puedan vivir libres de violencia”, expresó, a continuación.

Respecto al nuevo producto didáctico, el Inamu y el Unfpa informaron, en el comunicado, que se trata de “un documento que tiene como objetivo facilitar recursos metodológicos y conceptuales a las instituciones y organizaciones sociales y comunitarias”.

“Estas herramientas pueden ser utilizadas para la realización de charlas educativas, capacitaciones o actividades grupales con personas adolescentes, madres y padres de familia, mujeres y en el trabajo directo de campo en las comunidades”, explicaron.

Al precisar que la iniciativa aborda cinco ejes temáticos, los detallaron como “1. Enfoques, 2. Adolescencia, 3. Salud sexual y salud reproductiva, 4. Relaciones interpersonales y vínculos afectivos, y 5. Violencia de género”.

“Cada módulo temático contiene conceptos y definiciones -lo que hay que saber-, actividades -herramientas para hacer- y otros recursos pedagógicos -para profundizar-“, señalaron.

En cuanto a la puesta en práctica de las herramientas, indicaron que “se propone que los procesos de formación sean espacios seguros para las personas participantes”.

La idea, en ese sentido, consiste en que, de allí, “derive información para la toma de decisiones, la vivencia de una sexualidad responsable, saludable y placentera, y la prevención de la violencia contra las mujeres desde los enfoques de derechos, juventudes, género, diversidad e interculturalidad”, plantearon.

“Se parte de los principios de acción sin daño, la autonomía progresiva y el interés superior de las personas menores de edad”, expresaron, a continuación.

Entre los recursos previstos figuran “técnicas pedagógicas provenientes en su mayoría de la educación popular”, así como “el psicodrama, el teatro de las personas oprimidas, el teatro espontáneo, teatro foro clown, y otras técnicas de acción”, indicaron.

“También se propone el uso de otros recursos como audiovisuales, gráficos, materiales impresos y de diseño”, todo lo cual “ha sido detalladamente seleccionado y diseñado de una forma atractiva para la población meta”, recomendaron.

Al describir la situación en materia de nacimientos en niñas y adolescentes, en América Latina y el Caribe, el Unfpa indica, en su sitio en Internet, que la población juvenil regional es de aproximadamente 140 millones.

“Uno de los elementos que incide de manera significativa en la situación de vulnerabilidad de las adolescentes es el embarazo no planificado”, lo que resulta en el hecho de que “la región tiene la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo y se estima que casi el 18% de todos los nacimientos corresponden a mujeres menores de 20 años de edad”, señala, además.

En tal contexto, “la mortalidad materna en América Latina y el Caribe se ubica entre las tres primeras causas de muerte en las adolescentes entre 15 y 19 años”, advierte la agencia mundial, para agregar que, “en las adolescentes menores de 15 años, el riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es hasta tres veces más que en mujeres mayores de 20 años”.

Por otra parte, se estima que, en América Latina, el número anual de abortos inseguros entre las adolescentes en el grupo etario de 15 a 19 años, llega a 670 mil, según la misma fuente.

El Unfpa explica, asimismo, que “la gran mayoría de los embarazos adolescentes no responden a una decisión de la mujer, y no eran buscados o deseados en ese momento”, por lo que “mantener a las niñas en la escuela se considera como un factor protector frente a los embarazos tempranos”.

“Para América Latina y el Caribe, el embarazo adolescente constituye uno de los desafíos más importantes en lo que se refiere a salud sexual y reproductiva”, agrega.

Al desglosar las acusas, el fondo explica que, “factores como la violencia, las barreras de acceso a los servicios, al igual que a información y consejería, aunado a la falta o a la deficiencia de los programas de educación sexual integral, la transmisión intergeneracional de la pobreza contribuye directamente a este problema”.

El Unfpa advierte, en cuanto a las consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente y la maternidad temprana, que ambos componentes “configuran uno de los mayores desafíos sociales, políticos y económicos para los países de América Latina y el Caribe”.

Según la agencia, “cuando una adolescente se convierte en madre, sus derechos sexuales y reproductivos, y sus derechos a la salud, educación, entre otros, se ven vulnerados a corto plazo”, aunque “las consecuencias se dan también a mediano y largo plazo”, por lo que “su potencial de desarrollo, su posibilidad de obtener ingresos dignos y su futuro pueden estar en peligro”.

Datos adicionales mencionados por el Unfpa, revelan que la región de América Latina y el Caribe presenta la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes, a nivel mundial.

En tal cuadro de situación, se estima que un 18 por ciento de los nacimientos, en esta región, corresponde a madres menores de 20 años, y que, anualmente, alrededor de 1.5 millones de adolescentes de 15 a 19 años dan a luz, cifras que, de acuerdo con lo indicado por el fondo, obedecen a factores tales como falta de información, limitado acceso a métodos anticonceptivos, violencia de género -específicamente, sexual-.