Roxana Sosa Ortíz, presidenta de la Comisión de Aduanas de la Cámara de Comercio de Costa Rica, denuncia el posible aumento de los costos logísticos, si se aprueba el proyecto de Ley 22.082, que pretende nacionalizar en el punto de ingreso toda la mercadería que entre a Costa Rica.
El proyecto de Ley 22.082 que pretende nacionalizar en el punto de ingreso, toda la mercadería que entre al país, estaría generando una serie de consecuencias económicas sumamente graves para las empresas y los ciudadanos costarricenses.
Las Cámaras de Comercio de Costa Rica y de Exportadores (CADEXCO) manifestaron su oposición al proyecto, ya que esta propuesta implica la pérdida de entre 4 y 6 mil empleos directos e indirectos en el Gran Área Metropolitana, que afectaría los almacenes fiscales, agencias de aduanas, agentes de carga, entre otros. Además, se perderían los 235 mil metros cuadrados de patio que hoy se destinan para este tipo actividades.
“Este expediente pretende combatir la defraudación aduanera con la revisión del 100% de las cargas que entran al país, realizando este trabajo en los puntos de ingreso. Por más noble que sea esta intención, es utópica e ingenua. El Sistema Aduanero del país no tiene la capacidad de realizar una labor como esta; de hecho, casi ninguna aduana del mundo es capaz de realizarlo”, señaló Roxana Sosa Ortíz, Directora de la Cámara de Comercio de Costa Rica y Presidenta de la Comisión de Aduanas.
Para enfrentar este problema se utilizan herramientas tecnológicas en conjunto con modelos de riesgo, que permitan identificar las amenazas de fraude. La inversión de $156 millones en “Hacienda Digital” tiene como objetivo brindarle al Sistema Aduanero la capacidad de disminuir la defraudación.
Otro daño colateral de aprobarse el proyecto, sería el aumento de los costos logísticos de las micro y pequeñas empresas que operan en el GAM. La lógica al desalmacenar las mercancías, por partes, obedece a la incapacidad financiera de las micro y pequeñas empresas, las cuales necesitan vender una parte del producto para poder retirar la otra. Esta política pondría en riesgo este tipo de operaciones, y llevaría a la quiebra a muchas de las micro y pequeñas empresas, que representan el 75% del parque empresarial del país.
Paralelamente a lo anterior, se estaría prohibiendo el “Transito Aduanero” interno, el cual figura con regulación internacional; por lo que esta iniciativa, pondría a Costa Rica en una situación complicada en temas de comercio internacional.
Las reformas planteadas en este proyecto de Ley fueron analizadas por todos los actores involucrados en el tema; tanto del sector privado, como la Dirección General de Aduanas y el Ministerio de Comercio Exterior, quienes coincidieron en lo dañino que sería esta política para la economía nacional. Sin embargo, aún con los señalamientos planteados, los diputados encargados de su dictamen, hicieron caso omiso de la opinión de todos los profesionales competentes del país y dictaminaron de manera positiva dicho expediente.
“Es comprensible que las señoras y señores diputados de la comisión de Limón aprobaran este Proyecto de Ley, con la loable idea de llevar desarrollo y empleo a las zonas que representan y combatir la defraudación aduanera. Sin embargo, este proyecto encarecerá el costo de vida de las familias de costarricenses, debido a que las empresas tendrían que incurrir en un gasto adicional que rondaría entre los $500 y $800 por concepto de traslado de las mercancías desde los puntos de entrada, ya sea Peñas Blancas o Limón hasta el GAM. Este costo se tendría que trasladar al costo final del producto, lo cual incidirá en forma directo en el precio final al consumidor”, señaló Sosa Ortíz.
“El proyecto carece de sustento técnico. El mismo departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea, indicó una serie de vicios y problemas para su implementación. El país necesita inversión en tecnología de punta (escaners, marchamos electrónicos, etc.) en el abordaje del contrabando de mercancías, de la defraudación aduanera y el robo de contenedores en carretera. Esta situación no se erradica con la obligada nacionalización en los puntos de ingreso, y menos desarticulando la logística e infraestructura que ya se ha construido durante años en el Gran Área Metropolitana.
Este proyecto no viene a crear nuevos empleos, los migra hacia a estos puntos, generando un cargo adicional a la ya complicada logística de importación y exportación. El país requiere avanzar hacia un nuevo patrón de crecimiento que aproveche sus recursos ya existentes para lograr esquemas logísticos más estables, confiables y eficientes.”, manifestó Luis Fernando Quesada Coghi, Vicepresidente de CADEXCO.
Actualmente, las importaciones pueden ser nacionalizadas en el punto de ingreso o también ser trasladadas a los 40 depósitos aduaneros que se encuentran distribuidos por toda el Gran Área Metropolitana (GAM), mediante la figura de “tránsito aduanero”. Con la segunda opción, la mercancía continúa estando administrada por la autoridad aduanera y no oficialmente nacionalizada. Esto permite que los importadores puedan nacionalizar de acuerdo a sus necesidades, eso sí, pagando un monto por el almacenamiento de sus productos en dichos almacenes cercanos a sus compañías, brindando el beneficio adicional de que el contenedor NO regresaría vacío, lo que implica un costo que se ahorra el importador.