Además del fuerte impacto socioeconómico que está teniendo en términos generales, a nivel mundial, la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, COVID-19) puede asestar un devastador golpe a la población femenina global, de acuerdo con un análisis de la situación llevado a cabo por el Fondo de Población de las Naciones Unidas United Nations Population Fund, Unfpa).

El panorama que visualiza la agencia internacional especializada en salud sexual y reproductiva, surge, principalmente, de la necearía medida –implementada por la mayoría de los más de 180 países afectados- de aislamiento social (cuarentena), lo que obliga a mujeres agredidas, o en riesgo de serlo, a convivir 24/7 con sus agresores.

La advertencia deriva del sombrío panorama generado por una conjunción de factores –escasez de anticonceptivos, aumento de la violencia de género, matrimonios infantiles y mutilación genital femenina (MGF)-, de acuerdo con lo indicado por el Unfpa, que realizó la investigación junto con las universidades Johns Hopkins (Estados Unidos) y de Victoria (Australia), y Avenir Health (Salud Futura) –entidad de cobertura sanitaria mundial que, con sedes en Estados Unidos y Suiza, se enfoca en el mejoramiento social y económico de los países-.

“El COVID-19 tendrá un impacto catastrófico para millones de mujeres”, informó, el 28 de abril, Noticias ONU, la agencia informativa de la organización mundial.

“La incapacidad de obtener anticonceptivos puede llevar a siete millones de embarazos no deseados en apenas los próximos meses”, advirtió, para señalar que “si los confinamientos siguen durante seis meses, 47 millones de mujeres en países de renta media y baja no tendrán acceso a anticonceptivos modernos”.

“La violencia de género aumenta en un 20% durante los períodos de encierro, por lo que habría 31 millones de casos de abusos adicionales para un confinamiento de seis meses”, agregó.

Además, “los programas para erradicar la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil también sufrirán retrasos”, y, “en la próxima década, dos millones de niñas adicionales serán mutiladas y 13 millones de menores de edad más se verán forzados a casarse”, pronosticó.

En el caso de la MGF, la particularmente brutal agresión de género es llevada a cabo en una treintena de países de África, Asia, y Oriente Medio, afectando a cientos de millones de mujeres y niñas, de acuerdo con dato de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entidad de Naciones Unidas que se opone a esa práctica machista.

Los datos de la OMS indican que la mayoría de los casos tiene lugar en la infancia de las víctimas, en algún momento del período etario que cubre desde la lactancia hasta los 15 años.

Citada por Noticias ONU, la directora ejecutiva del Unfpa, la médica panameña Natalia Kanem, expresó que “los datos muestran el catastrófico impacto que puede tener pronto el COVID-19 en las mujeres y las niñas de todo el mundo”.

Se trata de ”cálculos provisionales que dependerán de cómo evolucione la pandemia”, dijo al medio.

“No obstante, ese no tiene que ser nuestro futuro”, señaló la funcionaria, en cuya opinión, “el mundo puede adoptar medidas para garantizar el acceso continuo a la atención de la salud reproductiva y a proteger los derechos y la dignidad de todas las mujeres y niñas”.

Noticias ONU informó que “los programas para erradicar la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil (…) sufrirán retrasos”, y agregó que, “en la próxima década, dos millones de niñas adicionales serán mutiladas y 13 millones de menores de edad más se verán forzados a casarse”.

También señaló que el Unfpa trabaja, con gobiernos y otros socios, para dar prioridad a las necesidades de las mujeres y las niñas en edad reproductiva, además de responder, con urgencia a la crisis sanitaria mundial presente.

La situación, en materia de violencia de género en condiciones de cuarentena, fue ejemplificada por Ghadeer Mohammed Ibrahim Qara Bulad, quien dirige, en la occidental ciudad siria de Homs, el Proyecto de Desarrollo de Mujeres, de la Asociación Benéfica Islámica, organización no gubernamental que trabaja junto con el Unfpa en ese país de oriente medio que es, desde 2011, escenario de una guerra interna.

“Durante el período del toque de queda, he conocido a una gran cantidad de mujeres que sufre la violencia de sus maridos”, situación que, en el presente contexto de emergencia sanitaria mundial, “está claro que (…) ha aumentado”, indicó, citada en un comunicado que el Unfpa emitió, igualmente, el 28 de abril.

Bulad señaló que ha sido testigo de violencia de género, durante las visitas que realiza a familias, para sensibilizarlas en materia de prevención de enfermedades. “Vi a una mujer golpeada por su marido, durante el toque de queda, pues el marido había perdido su trabajo y la mujer no podía controlar a sus nueve hijos”, comenzó a relatar.

En otro caso, “una mujer me confió que estaba expuesta a la violencia íntima de su marido, (situación) que se repetía diariamente, debido a que este había perdido su trabajo”, siguió narrando.

“También vi a un hombre golpear a su esposa, frente a sus hijos”, agregó.
En el comunicado que emitió en la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York –sede central de Naciones Unidas-, el Unfpa advirtió que, “a medida que la pandemia de COVID-19 continúa provocando estragos, el número de mujeres que no pueden acceder a planificación familiar y que se enfrentan a embarazos no planeados, violencia por razón de género y otras prácticas nocivas podría dispararse a razón de millones de casos durante los próximos meses”.

También indicó que, “a medida que los sistemas de salud se ven desbordados, se cierran establecimientos sanitarios o se limitan los servicios que ofrecen a mujeres y niñas; asimismo, muchas de ellas optan por saltarse importantes revisiones médicas por miedo a contraer el virus”.

Al informar sobre las principales proyecciones contenida en el estudio, el Unfpa señaló que, posiblemente, unos 47 millones de mujeres de 114 países de ingresos bajos y medianos no puedan acceder a anticonceptivos modernos, además de que se prevé que, en el caso de que el confinamiento por la pandemia se extienda durante seis meses, ocurrirán siete millones de embarazos no planificados, al tiempo que y los servicios de salud experimentarán interrupciones de gran impacto.

“Por cada 3 meses que se mantenga el confinamiento, habrá hasta 2 millones más de mujeres que no puedan utilizar anticonceptivos modernos”, precisó.

También aclaró que, si la cuarentena se mantiene durante ese período, los casos de violencia contra mujeres aumentarían en 31 millones, estimándose que, “por cada 3 meses que prosiga el confinamiento, haya 15 millones de casos adicionales de violencia de género”.

Por otra parte, “durante el próximo decenio podrían producirse 2 millones de casos de mutilación genital femenina evitables a causa de la interrupción de los programas de prevención de dicha práctica en respuesta a la COVID-19”, pronosticó.

Asimismo, la pandemia “socavará los esfuerzos para erradicar el matrimonio infantil, lo que podría dar lugar a 13 millones de matrimonios infantiles adicionales entre 2020 y 2030 que podrían haberse evitado”, señaló.

Al referirse al tema, en declaraciones difundidas el 6 de abril por Noticias ONU, la subsecretaria general de la Naciones Unida, la nigeriana-británica Amina Mohammed, aseguró que la atención a la violencia de género debe constituirse en una alta prioridad de los gobiernos, en sus respectivos planes para hacer frente a la pandemia.

En ello, la responsabilidad es compartida por todos los actores, aseguró Mohammed, una ex ministra de Ambiente (2015-2016) de Nigeria.

El fenómeno mundial está disparándose a causa del enfoque prioritario de la atención, de gobiernos y organizaciones de sociedad civil, en el aumento exponencial de la Covid-19, que, al 29 de abril, había llegado a algo más de 3.1 millones de casos en 184 países a nivel global.

Si bien es la parte fundamental de los planes nacionales para tratar de detener la propagación de la enfermedad, el aislamiento social propicia que, mujeres y niñas en contextos familiares de violencia de género, estén en mayor riego de ser revictimizadas.