Así como actualmente se lucha, a nivel mundial, contra la pandemia de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), la humanidad está ante otra epidemia –de considerablemente más larga data- a superar: la violencia y la inequidad de género.
Las mujeres son, históricamente y a nivel global, víctimas de diversos tipos de agresión así como de falta de oportunidades, no obstante el hecho de que, en el marco de la presente emergencia sanitaria mundial, llevan a cabo los trabajos de primera línea –por lo tanto, esenciales y de mayor riesgo de contagio- para hacer frente a la Covid-19.
Los subsecretarios generales de las Nacionales Unidas Natalia Kanem y Mark Lowcock, formularon ese planteamiento, en una declaración conjunta difundida, el 10 de mayo, por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (United Nations Population Fund, Unfpa).
Kanem es una médica panameña quien, simultáneamente se desempeña como directora ejecutiva del Unfpa, mientras Lowcock, un economista británico, es, además, coordinador de Asistencia de Emergencia de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs, Ocha).
“Mientras el mundo combate la pandemia de Covid-19, sabemos que tenemos otra epidemia que superar: la violencia perpetrada contra las mujeres, y las desigualdades que las dejan más propensas a vivir en pobreza y sin acceso a servicios esenciales”, indicaron, en la declaración.
“Sabemos que los encierros y las cuarentenas son esenciales para la supresión de la Covid-19”, agregaron, para advertir que tales medidas –implementadas por la mayoría de los países afectados por la pandemia- pueden atrapar a las mujeres con parejas abusivas“.
“Las pasadas semanas, ha habido un dramático salto en los incidentes de violencia doméstica denunciados en muchos países”, en algunos de los cuales “el número de mujeres quienes llaman solicitando servicios de apoyo se ha duplicado”, denunciaron en el texto de una veintena de párrafos.
Respecto a las labores clave que mujeres, a nivel mundial, vienen desempeñando en el contexto del combate a la pandemia, Kanem y Lowcock escribieron que se trata de “extraordinarias acciones de personas que pueden cambiar la trayectoria de toda una nación”.
Esas mujeres integran el personal en la primera línea de respuesta, señalaron, para agregar que, “globalmente, la mujeres son 70 por ciento de la fuerza de trabajo en salud”, además de que desempeñan “la mayoría de los papeles de cuido en hogares y en comunidades”.
“Las mujeres hacen este trabajo esencial sin perjuicio de obstáculos y desigualdades”, plantearon, en la declaración titulada “Respuesta global a COVID-19 debe atender derechos y necesidades de mujeres y niñas” (“Global response to COVID-19 must address rights and needs of women and girls”).
“Es por eso que nuestro actualizado Plan Global de Respuesta Humanitaria (Global Humanitarian Responde Plan, Ghrp) para combatir el coronavirus, publicado el 7 de mayo, tiene en su corazón a las mujeres”, indicaron.
Por lo tanto, “debemos equipar a las mujeres con lo que necesitan. Habilitémoslas para que permanezcan seguras y respaldadas”, recomendaron, para reflexionar que “es lo correcto pero también es lo inteligente para que puedan continuar salvando y mejorando vidas”.
También vaticinaron, a manera de advertencia, que “a medida que los sistemas de salud sean desbordados, mucha gente con la COVID-19 necesitarán atención en casa”, y “esto se sumará a la carga de trabajo de las mujeres, y las pondrá en mayor riesgo de ser infectadas”.
Además, citando dato de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), denunciaron que la participación mundial femenina en el trabajo de cuido no remunerado es de 76 por ciento, por lo que su carga laboral, en ese campo, se acrecentará.
“De modo que si somos serios respecto a derrotar a este virus, debemos promover y proteger la salud y los derechos de las mujeres, por su propio bienestar y para que puedan seguir promoviendo y protegiendo la salud de otros”, advirtieron.
En ese sentido, Kanem y Lowcock señalaron que, por esa razón, el Ghrp centra atención en ello.
El plan –cuya más reciente actualización es a este mes- está, en diferentes lugares, ayudando a contar con instalaciones para higiene de manos que sean seguras para mujeres y niñas, provean equipo y suministros médicos vitales –incluidos los necesarios para la salud femenina-, entre otros aspectos, indicaron, a manera de ejemplo.
También explicaron que el Ghrp “reconoce el impacto desproporcionado de la pandemia en las Mujeres y las niñas”, además de que “reconoce el poder de ellas para vencer al virus”.
Kanem y Lowcock aseguraron que, “todos los días, las mujeres están superando obstáculos y desigualdades para tratar y cuidar a aquellos infectados con el virus, trabajando duro para frenar el virus, y ayudando a sus familias y comunidades a protegerse”.
Por lo que “les debemos, a estas mujeres, los instrumentos y los servicios que necesitan, y la justicia y la igualdad que es su derecho –en hospitales, en hogares, y en sus comunidades”, recomendaron.