La Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) declaró disposición a apoyar, al nuevo gobierno de Ecuador, en los prometidos esfuerzos por lograr el empoderamiento económico de la población femenina nacional, y por combatir la violencia de género.

Al formular el anuncio, durante la breve visita que llevó a cabo, este mes, al andino país sudamericano, la subsecretaria general de las Naciones Unidas y subdirectora ejecutiva de ONU Mujeres, Anita Bhatia, aseguró que diferentes agencias especializadas de Naciones Unidas trabajarán, en ese sentido, con la recientemente instalada administración del presidente Guillermo Lasso.

El derechista mandatario sucedió, el 24 de mayo, en el cargo, al izquierdista Lenín Moreno (2017-2021), para cumplir el mandato 2021-2025.

En su mensaje de asunción presidencial, Lasso formuló una referencia, en calidad de compromiso, a lo que será la política de su gobierno, en materia de género.

En ese sentido, declaró la intención de combatir la agresión machista -específicamente, el femicidio, su más brutal manifestación-, al igual que ampliar el financiamiento en materia de judicialización de la violencia contra las mujeres.

También dijo que atacará la brecha salarial de género.

“Los derechos de las mujeres son derechos humanos, y pondremos en marcha todas las políticas necesarias, para garantizarlos”, aseguró entonces.

Luego de la reunión que desarrolló en Quito, la capital nacional, con Lasso, la jerarca de ONU Mujeres declaró, a medios de comunicación tanto ecuatorianos como internacionales, que “vamos a trabajar de una manera integrada, todas las agencias de las Naciones Unidas, para apoyar este plan de gobierno, especialmente en este tema de género”.

“El presidente, realmente, quiere que no haya violencia, y que no haya femicidios, y nosotros estamos acá para apoyar al país, en sus desafíos”, reafirmó Bhatia, una abogada oriunda de India.

La funcionaria internacional expresó, asimismo, satisfacción por “habernos enterado que este tema es una prioridad del gobierno”.

Al respecto, reafirmó que Lasso -un banquero, empresario, y político nacido en la occidental ciudad costera de Guayaquil, el centro comercial y financiero ecuatoriano- “entiende qué es necesario para, realmente, cambiar la vida de las mujeres”, por lo que “estamos aquí, para apoyarlo”.

Bhatia informó, asimismo, que la agencia global que integra también proyecta llevar adelante acciones conjuntamente con la Secretaría (Ministerio) de Derechos Humanos
-encabezada por Bernarda Ordóñez, experta en violencia de género-, lo mismo que con el área empresarial.

Sobre este tema, expresó que ONU Mujeres -al igual que otras instancias de Naciones Unidas- aspira a “trabajar, de una manera muy estrecha, con la Secretaría de Derechos Humanos, y con el resto del gobierno, tanto con el sector público como el privado, para eliminar el femicidio, y bajar en una manera fuerte la violencia contra las mujeres».

En materia de asesinatos de género, datos de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, citados por diferentes medios de comunicación, ubicaron en aproximadamente 118, los femicidios ocurridos, en 2020, en Ecuador.

Ello se traduce en el alto promedio de un caso cada 72 horas, en el país que registra algunos de los más elevados índices en esta materia, lo mismo que en violencia machista, en términos generales, y de embarazos de niñas y adolescentes, según las mismas fuentes.

Respecto a la reunión que desarrolló con Bhatia, la ministra de Derechos Humanos informó que los temas centrales que fueron abordados tuvieron relación con la erradicación de la violencia de género -específicamente, la implementación de una política de “femicidio cero”-, lo mismo que el logro del empoderamiento económico de la población femenina.

Estos y otros aspectos de la situación de las ecuatorianas serán objeto de iniciativas conjuntas con ONU Mujeres, explicó.

En opinión de Ordóñez, “el mundo tiene los ojos puestos en Ecuador, y (en) las acciones que podamos emprender para eliminar todas las formas de violencia y discriminación (de género)”.

Al respecto, la ministra planteó que, si bien constituye un área que, tradicionalmente “ha sido muy invisibilizada”, el empoderamiento económico femenino “tiene un potencial, muy grande, para romper los círculos de violencia”.

En lo que tiene que ver con igualdad de género, señaló que, de lo abordado durante el diálogo, surgirán “programas y proyectos que contribuyan” con miras a esos objetivos.

En términos generales, “invertir en las mujeres, en este momento, es invertir en toda la sociedad”, reflexionó la ministra, en alusión al hecho de que el impacto socioeconómico de la pandemia mundial del nuevo coronavirus ha sido particularmente fuerte en la población femenina -incluidas las niñas-.

Ello, entre otros factores, debido al aumento de la violencia machista -derivado del aislamiento social- y de la sobrecargas de labores domésticas, sumado a la pérdida de fuentes laborales, causada, a su vez, por la contracción económica, indicó.

Entre otras actividades de su breve estadía en Quito -los días 11 y 12 de junio-, Bhatia visitó la Casa de la Mujer, ubicada en el céntrico sector colonial capitalino.

Se trata de un refugio para sobrevivientes de violencia de género, instalación que opera con apoyo de ONU Mujeres, así como de entidades nacionales.

Cifras del Patronato San José, organización ecuatoriana que impulsó la creación del centro -en 2020-, y lo administra, el albergue ha recibido, desde entonces, hasta este mes, a 71 mujeres y 79 menores.