La periodista, escritora y activista colombiana, Jineth Bedoya Lima, es la creadora de la campaña «No es hora de callar» que denuncia la violencia sexual.
«No es hora de callar» es una campaña que denuncia la violencia sexual y reclama a las sobrevivientes que alcen la voz contra la violencia de género.
La periodista, escritora y activista colombiana, Jineth Bedoya Lima, es la creadora de la campaña, como un acto de protesta y concientización después de ser víctima de secuestro, tortura y violación sexual por parte de paramilitares cuando realizaba un reportaje en una cárcel a las afueras de Bogotá, en el año 2000.
Por su activismo, la fecha en la que ella fue secuestrada y agredida sexualmente, el 25 de mayo, fue declarada en agosto de 2014 con un decreto presidencial Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia sexual en el Contexto del Conflicto Armado Interno.
La periodista sostiene que si las mujeres no se suben a la ola del feminismo, van a tener que asumir la responsabilidad frente a la historia de lo que no fueron capaces de hacer, ya que considera que hoy se vive un momento único “que, como los cometas, solamente volverá a pasar en muchísimos años”.
Con valentía relata que la violación no debe mantenerse en silencio, “no es hora de callar”, y que su trabajo a través de esta campaña ha devuelto la vida a muchísimas mujeres, les ha hecho creer en ellas mismas y denunciar.
Espera que muchos hombres sean solidarios con las mujeres, “se pongan de este lado”, para que entiendan y ayuden a las mujeres a cambiar la realidad de la violencia de género.
De acuerdo con Bedoya Lima, los hombres que la secuestraron se identificaron como miembros del grupo paramilitar quienes afirmaron que le estaban enviando un mensaje al periodismo en Colombia.
En el año 2001, Bedoya fue contratada por El Tiempo y fue encargada del cubrir temas judiciales entre los que se encontraban los grupos paramilitares. Hoy es subdirectora de este periódico, combinando su trabajo periodístico con el apoyo a grupos de víctimas sobrevivientes en Colombia, así como con el activismo en favor de los derechos de las mujeres y en rechazo de todos los tipos de violencias contra ellas.