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Nuevo protocolo para localizar mujeres desaparecidas en Costa Rica

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El nuevo protocolo para la ubicación de mujeres desaparecidas marca un avance, en Costa Rica, en materia de técnicas de investigación, ya que incorpora, a las indagaciones, el componente de perspectiva de género, planteó la ministra de la Condición de la Mujer, Marcela Guerrero.

Las víctimas femeninas de desaparición son particularmente vulnerables, ya que corren el riesgo de sufrir delitos adicionales, incluido, en casos extremos, el femicidio, aseguró Guerrero, quien también se desempeña como presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), en declaraciones difundidas el 16 de abril.

La funcionaria hizo así alusión al mecanismo anunciado, un día antes, por autoridades judiciales del país centroamericano.

Según lo que indicaron, el nuevo instrumento recoge buenas prácticas en materia de investigación de casos en los cuales se desconoce el paradero de las afectadas, asimilando componentes internacionales.

“Al haber un patrón específico y diferenciado de violencia contra las mujeres, sus desapariciones no se tratan de casos aislados o esporádicos sino de una situación estructural que afecta, de manera diferente, a las mujeres, en delitos donde media el ejercicio del poder masculino”, expresó Guerrero, citada en un comunicado que emitió el Inamu.

“Ejemplo de ello, los delitos sexuales, la trata de personas para fines de explotación sexual, y todos los casos relacionados con violencia de pareja, incluido el femicidio”, precisó.

“Por esto es tan transcendental que el Poder Judicial cuente, hoy, con un protocolo que incluya el enfoque de género en la investigación de desapariciones de mujeres, que permita la identificación de todas aquellas desigualdades, estereotipos y roles ligados al género, y cómo esto se refleja en las distintas formas de violencia contra las mujeres, y el impacto que tiene, esta violencia, en la vida de cada una de ellas”, agregó.

Al respecto, planteó que, con apoyo del instituto, el personal destinado a estas investigaciones será capacitado en materia de agresión de género.

Ello, de manera tal que no exista, en las investigaciones, incidencia alguna de estereotipos ni de prejuicios sociales, indicó.

“Este protocolo representa un avance en la atención de desapariciones de mujeres, y, desde el Inamu, apoyaremos, con la capacitación del personal que tenga a cargo la investigación policial”, aseguró.

La idea consiste en “que se aplique el enfoque de riesgo, que implica que esa desaparición puede conllevar delitos mayores, por lo que actuar de manera inmediata, y diligente, puede salvar vidas”, reflexionó Guerrero.

El Inamu informó, en el comunicado de siete párrafos, que “la Corte Interamericana de Derechos Humanos llevó a cabo diversos análisis sobre desapariciones de mujeres y niñas en casos de femicidios”.

“Lastimosamente, en algunos países de la región, la mayoría de los asesinatos de mujeres están precedidos por su desaparición”, agregó.

Esto, plantea “la urgencia de que existan protocolos diferenciados y con perspectiva de género, que mitiguen el riesgo de que más mujeres sean víctimas de femicidios”, señaló, a continuación.

“Es importante también reconocer el trabajo que las organizaciones de mujeres, y el Sistema Nacional de Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres, han desarrollado en esta materia, reclamando, a las instituciones, protocolos especializados, con perspectiva de género, en este caso particular, para las desapariciones de mujeres”, expresó.

De acuerdo con lo informado en conferencia de prensa, el 15 de abril, por la fiscala general de la República, Emilia Navas, y el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza, si bien Costa Rica cuenta con legislación en materia de desaparición de personas, el protocolo fortalece las investigaciones, al introducir el enfoque de género.

Navas expresó que, a los casos en los cuales se trate de víctimas femeninas, se aplicará, en las indagaciones, “un tratamiento diferenciado”.

Además, “vamos a cumplir con la normativa internacional, que nos dice que la atención debe hacerse con rapidez, cuando la víctima es una mujer”, explicó.

Por su parte, Espinoza subrayó que el propósito del nuevo protocolo apunta a “mejorar la atención de las desapariciones en las que se ven involucradas mujeres”.

Ello, con el objetivo de “visualizar y entender las diferencias que implican, cuando se trata de este grupo poblacional”, puntualizó.

En estos casos en particular, es necesario que el personal asignado a la investigación actúe con prontitud, para dar eficiencia al trabajo, reflexionó el jefe policial.

Datos del OIJ indican que esta fuerza de seguridad recibió, el año pasado, casi dos mil denuncias de personas desaparecidas, cifra que incluyó a 235 mujeres, mientras que en lo que va de este año, las desapariciones reportadas de mujeres llegaron a 65 -y todas fueron ubicadas-.

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