Además de la presidenta electa, Kamala Harris -la primera mujer y mestiza en esa posición-, se trata, ahora, de la adolescente Gitanjali Rao, una inventora y científica de quince años de edad, con quien la revista local inauguró su designación de Kid of the Year (Joven del Año).
Oriunda de la localidad de Lone Tree, en el occidental estado de Colorado, Rao -con ascendencia materna y paterna de India- se ha destacado por la aplicación de la tecnología a la solución de diferentes problemas humanos -desde la contaminación del agua hasta el ciberbullying-.
En su actividad, siente preocupación por diferentes situaciones globales negativas que están afectando entre otros sectores de la población mundial, a la juventud, algunos de reciente aparición -como la pandemia mundial del nuevo coronavirus-, y otros que son heredados -como la crítica situación de los derechos humanos en buena parte del planeta-.
Además, considera que, en su profesión, está ayudando a romper esquemas machistas, ya que, en el campo de la ciencia y la tecnología, la presencia masculina es, numéricamente, superior a la femenina.
Al presentar la entrevista que, para la revista, concedió a la actriz estadounidense y colaboradora de la publicación, Angelina Jolie, Time planteó que “el mundo pertenece a quienes lo moldean”.
En alusión a los cinco finalistas, entre cinco mil estadounidenses -en el grupo etario de ocho a 16 años- aspirantes a la designación, agregó que “por más incierto que el mundo pueda parecer en un momento determinado, la realidad tranquilizadora parece ser que cada nueva generación produce más de lo que estos jóvenes (…) ya han logrado: impacto positivo, en todos los tamaños”.
Por su parte, Gao describió el presente cuadro de situación de la juventud.
“Nuestra generación está enfrentando tantos problemas que nunca antes hemos visto, pero, al mismo tiempo estamos enfrentando problemas viejos que todavía existen”, comenzó a reflexionar.
“Como que estamos sentados, aquí, en el medio de una nueva pandemia global, y estamos también como enfrentando problemas de derechos humanos”, señaló, a continuación.
“Estos son problemas que nosotros no creamos, pero que, ahora, tenemos que resolver -como el cambio climático, y el ciberbullying-, con la introducción de la tecnología”, agregó.
Específicamente respecto al segundo, describió su invención para hacerle frente.
“Es un servicio llamado Kindly (palabra inglesa que significa ‘amablemente’ o ‘buenamente’) -hay una app y una extensión en Chrome- que puede detectar ciberbullying en una etapa temprana, basado sobre tecnología de inteligencia artificial”, dijo.
“Comencé a usar hard-core para incorporar algunas palabras que podrían considerarse como bullying, y, después, mi buscador tomó esas palabras e identificó palabras que son similares”, continuó explicando
“Uno tipea una palabra o frase, y (el buscador) puede identificar si es bullying, y da la opción de editarla o enviarla tal como es”, agregó.
Rao aclaró que “el objetivo no es castigar”, ya que, “como adolescente, sé que los adolescentes, algunas veces, atacan verbalmente”.
“En cambio, da la oportunidad de repensar lo que uno está diciendo, de modo que uno sabe qué hacer, la próxima vez”, precisó.
En cuanto a la receptividad, aseguró que, en sentido opuesto a lo que originalmente imaginó, numerosos adolescentes se sintieron cómodos con la aplicación.
“Saqué una encuesta para padres, profesores, y estudiantes, y, honestamente, pensé que los estudiantes no quieren ser microcontrolados”, indicó, además de asegurar que éste sería su caso, como menor de edad.
“Pero muchos de los adolescentes me decían que no parece que estoy siendo microcontrolado, parece que se me da una oportunidad para aprender de mis errores”, reveló, para decir que “por eso estaba superentusiasmada: que entendieron cuál era el objetivo de eso”.
La joven dijo, además, que, de momento, y en otra área de investigación, desarrolla una herramienta -que no detalló- para identificar contaminación en elk agua.
“Actualmente, estoy trabajando en una manera fácil para ayudar a detectar biocontaminantes en el agua, cosas tales como parásitos”, informó.
“Tengo la esperanza de que esto sea algo de bajo costo, y preciso, para que la gente en países del tercer Mundo puedan identificar qué es lo que hay en su agua”, puntualizó.
Gao se refirió, además a la desigualdad de género en materia de presencia femenina en el campo de la ciencia y la tecnología.
En este sentido, señaló que procura enviar un mensaje en cuanto a superar barreras discriminatorias en general.
“Yo, no me veo como un típico científico”, reflexionó, para plantear que “todo lo que veo, en TV, es que el científico es un hombre mayor, usualmente blanco”.
“Para mí, es extraño que pareciera, casi, que la gente tenga papeles asignados, según su género, su edad, el color de su piel”, expresó.
“Mi objetivo, realmente, ha cambiado no solamente de crear mis propios dispositivos para resolver los problemas del mundo sino para inspirar a otros a hacer lo mismo, también”, aseguró la joven.
Y agregó: “porque, por mi experiencia personal, no es fácil cuando uno no ve a nadie más que se parezca a uno, por lo que, realmente, quiero enviar ese mensaje: si yo puedo hacerlo, usted puede hacerlo, y cualquier puede hacerlo”.