Durante la primera Cumbre de Mujeres auspiciada por la Casa Blanca, el Presidente de los Estados Unidos dijo ser feminista y reivindicó la presencia femenina en la sociedad actual.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró «feminista» en la primera Cumbre de Mujeres auspiciada por la Casa Blanca, y dijo estar «muy orgulloso» de lo que su Gobierno ha logrado en materia de igualdad a lo largo de los últimos siete años y medio.

«Puede que (tenga el pelo) un poco más gris que hace ocho años, pero así es un feminista», dijo el mandatario en la reunión, ante cerca de 5.000 mujeres que se congregaron en el centro de convenciones de Washington.

El presidente hizo un recorrido por algunos de los avances hechos por su Ejecutivo por la igualdad de la mujer, como mejorar las condiciones de las libranzas por maternidad o instalar el salario igualitario en los empleados federales.

Durante la cumbre, en la que se abordaron algunas de las problemáticas y los retos más apremiantes para el sexo femenino, también intervinieron el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden; la líder de la minoría demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y la primera dama Michelle Obama, anfitriona del evento.

Obama llamó también a que las todas las niñas y mujeres del mundo «estén libres de la violencia, incluida la violencia armada» y alertó de que la generación de sus hijas (Malia de 17 años y Sasha de 15) «no va a permitir que les hagan retroceder» tras toda la lucha feminista que les ha precedido para llegar donde están.

«Piensan que la discriminación es cosa de perdedores. (…) Este es el futuro que estamos construyendo. Uno en el que todos nosotros, aquí en casa o en cualquier parte del mundo, seamos libres de perseguir nuestros sueños», insistió el mandatario.

Obama llamó a las más jóvenes a involucrarse en carreras de innovación, ciencia o matemáticas, profesiones que hasta hace muy poco estaban monopolizadas por el sexo masculino, y también insistió en la denuncia de cualquier abuso sexual.

El feminismo es descrito como doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres.