La discriminación que sufren, históricamente, las comunidades indígena de México, se complementó, para las mujeres de esas poblaciones, a causa de la pandemia de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), con un marcado aumento de las diversas formas de violencia de género, denunció Juana Facundo, integrante del pueblo otomí.
Ello, principalmente como consecuencia del aislamiento social (cuarentena), una de las medidas con las cuales los gobiernos de la mayoría de los países afectados por la emergencia sanitaria mundial han tratado de contener la propagación del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad, señaló Facundo, citada en una nota informativa difundida el 6 de abril, por la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).
Facundo es una de la cinco traductoras, a idiomas indígenas, de una iniciativa de ONU Mujeres y la Universidad de Guadalajara, en el occidental y costero estado mexicano de Jalisco, programa que apunta a facilitar la difusión de información sanitaria sobre la pandemia, y a prevenir violencia contra mujeres y niñas indígenas, en la capital jalisciense -donde se ubica el centro de estudios-.
“Siendo indígenas, ya sufrimos discriminación, y, con la pandemia, las mujeres fueron obligadas a quedarse en casa, y sobrellevar abuso doméstico”, planteó la traductora, citada en la nota que ONU Mujeres tituló “La construcción de un mundo más justo y saludable comienza con la inversión en mujeres y niñas” (“Building a fairer, healthier world starts with investing in women and girls”), y que difundió para marcar el Día Mundial de la Salud.
Al respecto, la agencia especializada de Naciones Unidas precisó que la violencia doméstica, el femicidio y otras formas de agresión de género -incluidos ataques sexuales- se han disparado a causa de la pandemia, a nivel global, y que, en México, en particular, las llamadas recibidas por esos conceptos, en servicios telefónicos de emergencia, se elevaron en más de 50 por ciento.
También señaló que los pueblos indígenas mexicanos fueron particularmente golpeados por falta de acceso a información, ya que, en general, solamente hablan idiomas locales.
En ese sentido, ONU Mujeres informó que, en el caso de Jalisco, un 40 por ciento de la población de ese estado no habla español.
La iniciativa de comunicación de la cual Facundo es parte, ja generado información en los cinco idiomas indígenas del lugar -Hñähñu, Mixteco, Purépecha, Mazahua, Mahua-, indicó.
También precisó que los principales medios usados para difundir la información, han sido una campaña pública por emisoras radiales, e incursiones en comunidades, con altoparlantes, en los barrios más golpeados por la emergencia sanitaria.
Se ha llegado así a aproximadamente 57 mil personas indígenas, de acuerdo con los datos de la agencia especializada.
“Hay más de 38 idiomas indígenas, a nivel nacional”, explicó Facundo, quien señaló que “la campaña sensibilizó respecto a otras culturas y lenguajes”.
Según datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la población indígena mexicana estaba integrada, en 2021, por aproximadamente 15 millones de personas, pertenecientes a 56 grupos étnicos.
Respecto a la difusión de información en idiomas locales, la indígena otomí -una de siete mujeres de diversas zonas a nivel mundial entrevistadas para la nota informativa- expresó que “me gusta que nuestras voces sean escuchadas”.
ONU Mujeres indicó, además, que varios países latinoamericanos y caribeños -incluidos Brasil y México- figuran entre “los más golpeados por la pandemia” estallada en 2020.
“En el contexto de las ya enormes desigualdades, tales como acceso limitado a atención de calidad en salud, o protección social, y altos niveles discriminación en el mercado laboral, las mujeres indígenas, rurales, y afrodescendientes, en la región, sufrieron desproporcionadamente al multiplicarse las vulnerabilidades”, agregó.
Respecto a su desempeño en el marco de la iniciativa, Facundo aseguró que, “poder traducir estos mensajes, al idioma Hñähñu de la cultura otomí, ha sido una experiencia singular”.
“Mi comunidad se sintió sorprendida porque una de ellos fue alentada a participar en la iniciativa”, explicó.
“Al hacerlo, no solamente la información llegó a los más vulnerables sino que fue moldeada y apropiada por los pueblos a los que apuntó a beneficiar”, reflexionó.
También citada en la nota informativa, la jefa del Programa Salud Intercultural de la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas (Uaci) de la Universidad de Guadalajara, Gabriela Juárez, expresó que “esta campaña fue posible por el trabajo con las principales organizaciones de los pueblos indígenas”.
“Fue necesario retrabajar el mensaje en español, para cada idioma indígena, para que no fuese agresivo”, planteó.
“Decirles, a las mujeres, quienes no podían salir a trabajar, o quienes sufrían de violencia doméstica, ‘quédense en casa’, pudo ser ofensivo”, explicó.
“Las mujeres indígenas carecen de redes de apoyo en el contexto de la pandemia, y, dada la ausencia de información en un lenguaje que entiendan, no pueden acceder a la justicia”, indicó.
Pero, “la campaña de radio y altoparlantes tuvo un impacto importante en Guadalajara”, ya que “vimos un descenso en casos de Covid-19”, informó.
“Como parte de nuestro trabajo con ONU Mujeres, para mitigar el efecto de la pandemia, identificamos a madres en necesidad, y les proporcionamos kits de limpieza e higiene, así como alimentos”, agregó.
También puntualizó que “alrededor de 60 familias indígenas encabezadas por mujeres y sobrevivientes de violencia, se beneficiaron con el programa, tan sólo en Guadalajara”.