La congresista demócrata estadounidense Lizzie Fletcher, postuló, a la científica hondureña María Elena Botazzi y a su colega estadounidense Peter Hotez, como candidatos al Premio Nobel de la Paz 2022.

Ello, a causa del desarrollo, por ambos investigadores, de una vacuna contra el virus causante de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), con la particularidad de que carece patente, para para facilitar su fabricación, de modo que sea de acceso masivo.

El planteamiento está contenido en la carta que, al respecto, Fletcher dirigió al Comité Nobel Noruego -la entidad encargada de asignar, anualmente, los destinatarios de ese galardón-, según informó, en un comunicado, que emitió el 1 de febrero, la oficina de la parlamentaria por el sureño estado de Texas.

Inmediatamente después de conocida la información, la primera presidenta hondureña, la izquierdista Xiomara Castro, expresó, en la red social Twitter, orgullo por la nominación, y aseguró que este es el año de las mujeres, en Honduras.

“En una carta al Comité Nobel Noruego, la congresista (…) propuso al Dr. Peter Hotez y a la Dra. María Elena Bottazzi, decanos de la Facultad Nacional de Medicina Tropical (National School of Tropical Medicine) de la Universidad Baylor de Medicina (Baylor College of Medicine), y codirectores del Centro para Desarrollo de Vacunas (Center for Vaccine Development) en el Hospital de Niños de Texas (Texas Children’s Hospital), para el Premio Nobel de la Paz 2022”, se indicó en el comunicado.

Esto, “por su trabajo para ayudar a desarrollar y distribuir una vacuna COVID-19 de bajo costo para la gente del mundo, sin límite de patente”, agregó la oficina de la congresista.

Citada en el texto, Fletcher dijo que, “mientras la gente alrededor del mundo enfrenta los muchos desafíos de la pandemia (…) el esfuerzo por desarrollar y distribuir una vacuna de bajo costo, para toda la gente, en todas las naciones, sin limitación de patente, representa el trabajo por la fraternidad entre naciones y pueblos que el Premio Nobel de la Paz representa y celebra”.

“El esfuerzo del doctor Hotez y la doctora Bottazzi por desarrollar la vacuna Corbevax es, verdaderamente de cooperación internacional y asociación para llevar salud, seguridad, y paz, alrededor del mundo, al crear una vacuna (…) y hacerla disponible y accesible para todos”, agregó.

“Es una contribución que tiene uno de los mayore beneficios para la humanidad”, planteó, a continuación.

Una vez enviada la carta, Fletcher informó, a Hotez y a Bottazzi, sobre la postulación, se indicó en el comunicado.

Al conocer la información de la propuesta formulada por la congresista, Castro tuiteó: “¡Cuánto orgullo!”.

“María Elena Bottazzi, científica hondureña, ha sido nominada para premio Nobel de la Paz. Una hondureña de corazón que ha dedicado su vida al servicio a través de la ciencia”, agregó.

“¡No hay dudas que este es nuestro momento, el momento de la mujer hondureña!”, escribió, en alusión al hecho de que, el 27 de enero, se convirtió en la primera presidenta del país centroamericano.

Por su parte, la científica -nacida en Italia, y quien, además de ambas nacionalidades, posee la estadounidense-, difundió, en video, un mensaje a los hondureños.

“Hoy ha sido un día muy especial, muy emocionante, con miles de mensajes, congratulaciones, palabras bellas de amigos, de colegas, de familiares, instituciones, los medios de comunicación y lo más importante, muchos, muchos hondureños”, expresó.

En declaraciones emitidas conjuntamente con Hotez, la científica dijo que “estamos tan agradecidos a la congresista Fletcher, por reconocer nuestro trabajo, y tan halagados porque nos nominó para esta tan prestigioso galardón”.

“Tenemos un equipo de científicos quienes han trabajado diligentemente, por años, para llevar tecnologías de salud adecuadas y accesibles, a aquellos quienes han sido ignorados alrededor del mundo”, destacó.

“Cuando la pandemia (…) golpeó, quisimos marcar una diferencia, y tuvimos mucha confianza en que nuestra tecnología de vacuna (…), previamente desarrollada, podía conducir a una solución global”, agregó, para expresar que, “ojalá, marque un cambio para muchos países”.

Al respecto, Hotez se declaró “honrado de que la congresista Fletcher nos postuló para el Premio Nobel de la Paz”.

“La doctora Bottazzi y yo, hemos trabajado juntos, por años, y nuestro propósito nunca ha cambiado: atraer atención a las enfermedades olvidadas de la pobreza, y construir una nueva generación de vacuna en procura de una diplomacia global de vacuna”, reveló.

“Con nuestra vacuna (anti)Covid, que no es cara y es fácil de producir, nuestra intención fue hacerla accesible a millones de personas, en el mundo, quienes, de otra manera, no tienen acceso a vacunas (anti)Covid”, explicó.

Semanas después de conocida la información sobre la postulación de ambos investigadores, el rector de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Francisco Herrera, anunció que esa casa de estudios superiores decidió entregar, a Bottazzi, Doctorado Honoris Causa.

Durante una visita que la científica realizó el 19 de febrero, a la sede central de la Unah, en Tegucigalpa, la capital nacional, Herrera dijo que “la doctora Bottazzi es un ejemplo, es una inspiración, sin duda, se convertirá en un modelo a seguir del estudiantado de esta universidad”.

“Porque ella es producto de esta casa de estudios, y sus éxitos y nominaciones también son tomados como nuestros”, agregó, acompañado por otras autoridades universitarias.

“Son pocos los científicos, en el mundo, que tienen el honor de crear una vacuna para salvar vidas, y, aún, ponerla a la disposición del mundo, sin patentes, de libre uso”, planteó el rector, quien, a continuación, definió, a Bottazzi, como “un ejemplo ético, de desprendimiento y de humanidad”, y exhortó, a los hondureños en general “a seguir su ejemplo”.

Al referirse a esta distinción, la investigadora se declaró “honrada con este Doctorado Honoris Causa que me otorgará la UNAH”, y aseguró que, “con mucho orgullo y humildad lo acepto”.

En declaraciones reproducidas el 5 de enero por el diario español El País, Bottazzi explicó que el proceso de fabricación de Corbevax, es el mismo que se aplica la vacuna contra la hepatitis B.

La diferencia de Corbevax respecto a sus similares producidas por empresas de la big pharma -por ejemplo, Astra Zeneca, Moderna, Pfizer- radica en que su oferta carece de patente, lo que, sumado a su más sencillo proceso de elaboración, permite comercializarla a alrededor de 1.50 euros (aproximadamente 1.72 dólares) -frente a los precios de las transnacionales, ubicados en el rango de tres a 21 euros (3.43 a poco más de 24 dólares), indicó.

Al respecto, el medio de comunicación europeo informó que “los ingresos previstos de las multinacionales estadounidenses Pfizer y Moderna, más la alemana BioNTech, por las ventas de sus vacunas contra el coronavirus alcanzaban los 62.000 millones de euros en 2021, según un cálculo del diario (español) Cinco Días”.

En cuanto a la eficacia de la vacuna desarrollada por Bottazzi, El País señaló que “llega al 90% frente al coronavirus original, según asegura un comunicado del Hospital Infantil de Texas, aunque todavía no se han publicado los detalles de los ensayos”.