Análisis de resultados sobre la aplicación del principio de paridad y del mecanismo de alternancia para las elecciones cantonales y nacionales del periodo 2010-2016 no son satisfactorios. Mujeres de partidos políticos enriquecen desde sus voces las principales dificultades que enfrentan en la arena política.

Las reformas al Código Electoral del año 2009, la incorporación del principio de paridad en las nóminas de elección popular, el mecanismo de alternancia, las estructuras partidarias y la capacitación, marcan un antes y un después en la aplicación de instrumentos que permiten equilibrar las condiciones para la incorporación de las mujeres en los diferentes espacios políticos, sin embargo, estos avances no son suficientes.

Según el estudio: Análisis de resultados sobre la aplicación del principio de paridad y del mecanismo de alternancia para las elecciones cantonales y nacionales del periodo 2010-2016, realizado por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), el Centro de Investigación y Estudios Políticos y el Instituto Nacional de las Mujeres, las mujeres siguen enfrentando dificultades para acceder a puestos de elección popular.

“En el derecho a la participación política existe una enorme evolución que inicia con el derecho a la ciudadanía, pasa por el derecho al sufragio, para terminar en la paridad como un concepto de justicia en la distribución del poder al que se aferran muchos actores de la política. Uno de los principales hallazgos encontrados es que mientras más poder y más opciones de ganar un puesto, menores probabilidades tendrán las mujeres para ser postuladas, esto a pesar de la existencia de la Ley que contiene el principio de paridad y el mecanismo alternancia”, señaló Alejandra Mora Mora, Ministra de la Condición de la Mujer y Presidenta Ejecutiva del INAMU.

Alejandra Mora Mora, Ministra de la Condición de la Mujer y Presidenta Ejecutiva del INAMU.

Otra de las conclusiones de la investigación es que aunque se ha logrado modificar los reglamentos internos de los partidos, esto no se traduce en una representación paritaria tanto en las candidaturas como en los organismos internos de los partidos políticos.

Lo anterior se refleja en las elecciones municipales del año 2010 cuando un 12,3% de las alcaldías fueron ocupadas por mujeres, un 43,43% de representación femenina en las regidurías y un 27,2% de damas como síndicas en propiedad.  Proporcionalmente a la inversa, producto del principio de paridad y alternancia incorporado en el Código Electoral del 2009, un 87% de féminas ocupan actualmente los puestos de Vice alcaldía primera, un 17,7% de Vice alcaldía segunda y un 72,9% de mujeres como síndicas en suplencia.

“La igualdad es el valor democrático por excelencia y, por eso,  la defensa de la democracia  -que no puede resultarnos ajena a quienes lideramos el TSE-  supone su promoción como cultura que corrige códigos antropológicos de interrelación profundamente arraigados, desiguales, excluyentes y violentos. Un empeño de profundización de sus valores, como el de la igual dignidad humana de todas las personas, exige un denodado esfuerzo en acción y discurso.  En la primera línea de esa lucha ha estado el TSE. No solo su jurisprudencia, cuando los avances legales han querido ser burlados por las resistencias patriarcales en el terreno, sino también su promoción de esfuerzos académicos como este, dirigidos a poner el foco sobre el camino andado, advertir sus obstáculos y encontrar la forma de removerlos.  Y ahí estaremos, superando escollos, derribando muros, avanzando en esta materia, directamente relacionada con el principio de igualdad y con la calidad de la democracia, que siempre serán deficitarios mientras las mujeres no participen en condiciones de igualdad política”, explicó la Magistrada Vicepresidenta del TSE, Eugenia Zamora Chavarría.

Eugenia Zamora Chavarría, Magistrada Vicepresidenta del TSE

La investigación señala que se ha avanzado a favor de un marco legal que ha permeado también a la mayoría de los estatutos de los partidos políticos, no obstante, en la práctica hay una aplicación irregular y en ocasiones deficiente de los lineamientos internos que han aprobado los partidos políticos.

“Los resultados electorales demuestran que los porcentajes de mujeres que alcanzan puestos de representación son mucho menores que los hombres, resultados que se encuentran muy ligados con los bajos niveles de encabezamientos de listas que tienen las mujeres, tanto para puestos nacionales como locales”, puntualiza la investigación.

“Limitar el papel de la mujer a lo privado y el papel del hombre a lo público se ha cristalizado en la exclusión sistemática de la mujer de la política y de la toma de decisiones sobre lo público, limitando así los derechos de las mujeres de participación, representación y exigencia de derechos. En esta lógica la democracia paritaria surge como una alternativa para la inclusión real de las mujeres en la política”, señala el estudio.

Sobre la investigación

El objetivo de la investigación fue estudiar los resultados de la aplicación del principio de paridad y el mecanismo de alternancia para las elecciones cantonales y nacionales en el periodo del 2010 al 2016.

A través del análisis de los datos empíricos de las postulaciones y de resultados electorales es posible conocer el efecto real de la aplicación de la legislación, tanto en las elecciones como a lo interno de los partidos políticos.

El estudio también busca conocer las posiciones de las mujeres integrantes de los partidos políticos con respecto a los principales desafíos que encuentran para la postulación y elección. Se considera primordial contrastar los avances legales que se han adquirido con el principio de paridad y mecanismo de alternancia con las dificultades intrínsecas que tienen las mujeres en la participación de la política costarricense.