Ante el impacto mundial y nacional de la violencia de género, la periodista hondureña Ivonne Tábora impulsa un movimiento de reivindicación de los derechos de las mujeres, para emprender unidas y empoderadas, su revolución
Al formular el planteamiento, la periodista Ivonne Tábora describió como desalentadora la situación de las mujeres en el país centroamericano.
La infraestructura en materia de apoyo estatal, a las víctimas de violencia machista, es notoriamente deficiente, denunció, en el artículo de opinión que el periódico hondureño La Tribuna publicó el 7 de noviembre, con el título “La revolución de las mujeres”.
El asesinato policial -mediante tortura- de una joven iraní, a mediados de setiembre, “causó a nivel mundial muchas reacciones, especialmente, en ese país occidental, pues a pesar de la fuerte represión que existe, miles de mujeres se levantaron a una sola voz, en protesta y solidaridad, impulsando una revolución”.
“Féminas de todas las clases sociales y de distintas partes del planeta, iniciaron un movimiento en las redes sociales (…) demostrando que quieren acabar con ese sistema de prohibiciones y de atropellos contra la mujer”, agregó, en alusión a la misógina legislación impuesta por la dictadura teocrática musulmana que, desde 1979 gobierna a ese país del oeste asiático.
“Los abusos y violencia contra las mujeres y niñas ocurren en todo el mundo pero Latinoamérica y el Caribe, mantiene los niveles más altos en violación a los derechos humanos contra las mujeres, y muchas desde edad temprana se ven ultrajadas; como las niñas que son obligadas a casarse a corta edad, o las que sufren torturas, y millones tienen que dejar la escuela, para realizar labores domésticas en sus hogares”, escribió.
“A mi parecer la revolución de mujeres no está en todas partes o por lo menos no está con la misma intensidad”, lo que significa que “hay mucho por hacer, pues hasta la pobreza se ha ensañado más con ellas, arrebatándoles las oportunidades de acceder a servicios como la educación, salud, empleo, etc.”, reflexionó, a continuación.
Al respecto, advirtió que, en el caso hondureño, ese movimiento dista mucho de la consolidación, logro que, para su materialización implica el involucramiento, decidido, de las afectadas.
“La revolución de las mujeres en Honduras es ínfima, necesita más fuerza e ímpetu, solidaridad, empatía, unión, apoyo de los que legislan, de las más altas autoridades y sobre
En opinión de Tábora -quien también se desempeña como relacionista pública, y administradora de redes sociales-, “la historia de nuestras mujeres en Honduras, no es alentadora, llevamos solo en este año más de 200 féminas muertas, según datos oficiales y según estudios, cada 24 horas muere una asesinada, sin sumar las desaparecidas, y los casos en su mayoría, continúan en la impunidad”.
De acuerdo con los más reciente datos del no gubernamental Centro de Derechos de Mujeres (CDM), este año, del 1 de enero al 31 de octubre, 240 mujeres fueron asesinadas, crímenes de los cuales 213 fueron calificados como femicidios -asesinatos cometidos por razón de género de la víctima-.
Los meses que más femicidios han presentado, en lo que va de 2022, son marzo y octubre, con 29 cada uno, seguidos por julio (28), y enero y abril (27 en cada caso).
“Muchas mueren en manos de sus parejas o como víctimas del crimen organizado, trata de personas, y también por las maras o pandillas”, indicó la articulista, y agregó que, “a esto debemos añadir la cantidad innumerable de las mujeres que en nuestro país, sufren violencia doméstica o intrafamiliar”.
Tábora planteó, asimismo, que la capacidad estatal de respuesta a las víctimas, es deficiente.
“Para estos casos específicos, apenas se cuenta con 8 casas refugio secretas en todo el país, que para 298 municipios”, reveló.
“Es una cantidad irrisoria, asimismo no existe una estrategia nacional ante este flagelo, no hay una prevención y un cuidado integral para las víctimas que sufren de este tipo de violencia”, agregó.
“Conformamos más de la mitad de la población hondureña, pero cada vez son más las que mueren o desaparecen y no existe ni siquiera una estrategia nacional o una alerta, estamos supuestas a tener los mismos derechos, y aunque somos más, nos hacen de menos”, expresó.
La comunicadora hizo, así, referencia al hecho de que la población nacional hondureña es de poco menos de 9.5 millones, de los cuales algo más de 50 por ciento está constituido por mujeres, en alta proporción, jefas de hogar.
El componente femenino incluye a quienes “deben mantener a sus hijos, y aquellas de tierra adentro, como las indígenas, las que no poseen doctorados, las que no aprendieron a leer ni a escribir, las que se visten con delantales todo el día vendiendo tortillas, las que lavan ajeno para llevar un par de pesos a sus hogares y apenas alcanzan para comprar un tiempo de comida, a veces, y de paso son maltratadas”, señaló.
Se trata de “esas que a diario se levantan golpeadas, física o moralmente, con heridas en el alma, porque su pareja, en vez de brindarles seguridad, les dan terror”.
Tábora llamó, asimismo, a tomar conciencia de que, “si los crímenes contra las mujeres y niñas han ido aumentando año tras año, significa que no se está haciendo lo correcto o lo debido, en torno al tema”.