En este periodo de refractario el hombre se presenta una serie de complejos e intrincados cambios que comprometen la totalidad del organismo

En materia sexual predominan múltiples ideas erradas que generan temores y preocupaciones tanto en la mujer como en el hombre. Así se maneja el concepto popular de que el varón puede mantener relaciones sexuales “una tras otra” de manera indefinida, existen frases estereotipadas que circulan en el submundo masculino como “tres y sin sacarla”, haciendo mención a que se tuvo tres relaciones sexuales sin ameritar sacar el pene de la cavidad vaginal. Estas frases hacen referencias a falsas habilidades que generan desconcierto en la población varonil.

Los estudios señalan que la salida del semen viene seguida de una etapa llamada “periodo refractario”, que es una especie de receso, en el cual el hombre experimenta varios cambios físicos y mentales que tienen como objetivo dar un compás de espera entre una y otra relación sexual.

Es decir, el hombre no está en capacidad de tener un nuevo encuentro sexual inmediatamente después de la salida del semen. Es como si el cuerpo masculino necesitara una pausa, un periodo de descanso, un lapso para tomar fuerzas, algo así como un tiempo “para cargar baterías”, para así volver a ostentar una nueva y firme erección con la que pueda tener un adecuando desempeño sexual.

En este periodo de refractario el hombre se presenta una serie de complejos e intrincados cambios que comprometen la totalidad del organismo. Por un lado desde que sucede la salida del semen la firmeza del pene va cayendo de manera progresiva, a veces rápido a veces lento, hasta  que se pierde totalmente la erección.

Concomitantemente, el varón siente una saciedad o hastío sexual, es decir pierde el interés amatorio, y es común que centre su interés en actividades triviales, desde llamar por teléfono, revisar el correo hasta ver televisión. Es común además que las hormonas liberadas a nivel cerebral generan cambios muy positivos para la salud que hacen que el varón entre en una fase de relajación y laxitud que suele acompañarse de un sueño breve, profundo, reparador y reconfortante.

Muchos hombres y algunas mujeres víctimas de los mitos de “múltiples relaciones seguidas sin descanso”, se desconciertan cuando no se puede mantener la erección una vez salido el semen y piensan que hay un problema sexual. Otros interpretan la relajación y el sueño reparador como una especie de debilidad, de desgaste, de falta de energía, lo cual no es cierto, como mencionamos, es un fenómeno totalmente normal que no debe ser motivo de preocupación.

La duración de esta etapa varía considerablemente no solo de un hombre a otro sino en un mismo hombre dependiendo de diversas circunstancias como cansancio, frecuencia de relaciones, stress entre otros. Bajo esta perspectiva la duración puede oscilar entre unos cuantos minutos hasta una hora.

Es importante destacar que si antes de la salida del semen, la erección pierde firmeza, cuesta conseguirla o no se alcanza la dureza acostumbrada, es sugestivo de un problema de erección que amerita una valoración médica. Igualmente, cuando no se pueden tener varias relaciones, con su debida pausa, a lo largo del día se debe consultar porque nos habla de un problema en el reflejo de la erección. Situaciones que hoy podemos resolver fácilmente.