Las adolescentes, junto a otra venezolana de 19 años, estaban cautivas y vigiladas por dos guardianes de su misma nacionalidad, para ser explotadas sexualmente
Una mujer de nacionalidad venezolana fue arrestada, en Perú, bajo el cargo de explotar sexualmente, a compatriotas, en instalaciones en ese andino país sudamericano -incluida una prisión-.
La detenida, de 47 años, identificada solamente como “La Tuerta”, admitió, a funcionarios policiales, la comisión de ese delito, agregó la estadounidense agencia informativa The Associated Press (AP), al informar, el 25 de octubre, sobre el caso.
La Tuerta era parte de una estructura de crimen organizado -específicamente de trata de personas para comercialización sexual-, de acuerdo con la versión periodística, que precisó que los integrantes del grupo delictivo son nacionales de Perú y de Venezuela.
“La policía peruana que combate la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes descubrió a un grupo criminal que tenía entre sus víctimas a mujeres migrantes, incluidas seis venezolanas menores de edad a quienes presuntamente explotaba sexualmente incluso dentro de una cárcel”, reveló AP.
En declaraciones reproducidas por el medio de comunicación, el jefe de la División de Investigación de Trata de Personas, coronel Manuel Díaz, indicó que el caso plantea una situación sin precedente, en el país.
“Antes, no hemos investigado un caso así”, señaló el jerarca policial.
Por su parte, la ministra de La Mujer, Claudia Dávila, aseguró, a AP, que se ha revelado un hecho “tremendamente grave, por haber ocurrido en el interior de una prisión”.
La agencia informó, asimismo, que el Instituto Nacional Penitenciario “indicó que indaga los acontecimientos”.
También citado en la nota de AP, el jefe de la Dirección Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes, general Ulises Guillén, informó que, en lo que va de este año, esa fuerza de seguridad ha rescatado a 589 ciudadanas venezolanas -entre ellas, 28 menores- quienes eran víctimas de trata.
Guillén explicó, al medio de comunicación estadounidense, que la investigación de este caso se extendió algo más de dos meses, y que consistió en “observar, vigilar y seguir a los integrantes de la organización criminal”.
Por su parte, Díaz relató que, en el marco de ese trabajo de inteligencia policial, agentes ingresaron, la semana pasada, “a un prostíbulo llamado El Rosal”, en la ciudad de Huaral -la capital de la costera y oriental provincia peruana de igual nombre- donde lograron rescatar a tres adolescentes venezolanas -en el grupo etario de 15-16 años-.
“Luego, en otro local de Huaral -que era el lugar donde los tratantes recluían a las
víctimas-, rescataron a otras tres adolescentes venezolanas de entre 16 y 17 años”, agregó el funcionario.
De acuerdo con lo planteado por Díaz, “estas víctimas tenían sellos, en los antebrazos, que las autoridades, en Perú, colocan a quienes ingresan a los penales”.
“Los sellos eran de la cárcel de Huacho, una ciudad cercana a Huaral”, agregó.
AP informó que “las adolescentes, junto a otra venezolana de 19 años, estaban cautivas y vigiladas por dos guardianes de su misma nacionalidad, un hombre de 18 años y una mujer de 47”.
“Esta última era la encargada de llevar a las víctimas a la cárcel de Huacho, donde eran explotadas sexualmente”, precisó la agencia.
El medio informativo citó, además, declaraciones formuladas, a la radioemisora peruana RPP, por el director del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Omar Méndez, en el sentido de que “la Unidad de Asuntos Internos investiga el caso”.
“Hasta el momento, han detectado que, el 15 de octubre, dos mujeres venezolanas ingresaron a la cárcel de Huacho, una de ellas muy joven, con un documento de identidad aparentemente falso, junto a una mujer mayor”, puntualizó.
Al respecto, la agencia informó que “la policía dice que una mujer venezolana de 47 años, apodada La Tuerta, que está detenida, reconoció ante los agentes que llevaba a las menores al interior de la cárcel para que fuesen explotadas sexualmente”.
En ese sentido, precisó que, de acuerdo con lo narrado por Díaz, “la prisión era apenas uno de los lugares donde las adolescentes venezolanas eran explotadas por la banda integrada por peruanos y venezolanos”.
“Las víctimas también eran llevadas a algunas calles y hoteles, y a un prostíbulo de Huaral para poder obtener la mayor cantidad posible de dinero a partir de ellas, de acuerdo con las investigaciones”, según la misma fuente.
En cuanto al modus operandi de las estructuras delictivas como la integrada por La Tuerta, el funcionario dijo que “el método de captación (de víctimas) se realiza, usualmente, a través de redes sociales”.
Igualmente, “usando a una connacional, que las convence, bajo una falsa oferta de trabajo”, puntualizó.
“Les dicen: ‘vas a trabajar de anfitriona, de modelo, de mesera, de vendedora de prendas de vestir’, y, como las personas tienen la necesidad clamorosa de salir, por la crisis económica de Venezuela, hacen el recorrido (vía terrestre) por Colombia, Ecuador, hasta llegar a Perú”, explicó. Sin embargo, “en Perú, se convierten en esclavas”, dijo.
Ello debido a que los captores plantean, a cada una, que, “el traerte, me ha costado, tu pasaje cuesta, tu alimentación cuesta, también cuesta pagar para que pases las fronteras”, de modo que “tú eres mi ‘multada’, y esa deuda me la tienes que pagar”, agregó.
A manera de ejemplo, el jerarca policial antitrata señaló que “las seis adolescentes y la joven venezolana (rescatadas ahora), enfrentaban una ‘multa’ de 4,200 dólares, con sus captores”.
“Sin familia y en absoluto desarraigo, las menores se someten a sus captores, que las explotan sexualmente”, contexto en el cual, “quienes osan rebelarse, son amenazadas de muerte, y las que desafían a los tratantes, pueden terminar asesinadas por sicarios”, expresó.
Sumado a ello, “con el paso del tiempo, los captores comienzan a imponer ‘multas’, por diversos motivos, a las víctimas”, reveló.
“Las multas van aumentando, una y otra, hasta que, prácticamente, se convierten en impagables”, siguió relatando, para agregar: “es la esclavitud del siglo 21”.