Perú fue escenario, durante el primer semestre de este año, para la desaparición de más de dos mil mujeres, de acuerdo con cifras de la Defensoría del Pueblo.

La tendencia es alcista, lo que genera alarma, aseguró la defensora adjunta para Derechos de la Mujer, Eliana Revollar, quien atribuyó el fenómeno a la acción de estructuras delictivas.

Por su parte, el jefe de la División de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional del Perú (PNP), coronel Glenn García, planteó que los elevados números responden a que, frecuentemente, tras la denuncia inicial, la persona extraviada reaparece, pero esto no es informado a las autoridades.

De acuerdo con los datos más recientes que ha proporcionado la defensoría, desde el 1 de enero hasta el 26 de julio de este año, 2,891 mujeres, adolescentes, y niñas fueron reportadas como desaparecidas, a nivel nacional, en el andino país sudamericano.

Al citar la misma fuente, la agencia informativa francesa AFP indicó que esa cifra se traduce en “un promedio de 16 por día”, además de que “casi dos tercios son menores de edad -1,819-“.

El medio de comunicación también señaló que, al inicio de la emergencia sanitaria causada por el coronavirus, “durante la cuarentena de más de 100 días por la pandemia en 2020, entre marzo y junio, hubo ocho desapariciones diarias en promedio y cinco en 2019, según cifras oficiales”.

Al respecto, citada por AFP, Revollar señaló que “vemos un incremento”, y agregó que “esto preocupa, porque estamos hablando de mujeres que en su mayoría siendo niñas y adolescentes son reportadas como desaparecidas”.

“Hay organizaciones que están detrás de esto, y ese es un tema que a la Defensoría, preocupa”, señaló, en referencia a redes delictivas que operan en el país.

“Es una cifra alarmante, y tan alarmante que como, por ejemplo, también hay una asociación de la desaparición de mujeres, con los feminicidios”, reveló.

En ese sentido, Isabel Ortiz, integrante de la Adjuntía para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, precisó, en declaraciones reproducidas el 24 de julio, por el medio local Perú 21, que, “en lo que va del año, de los 76 feminicidios consumados, 10 de las víctimas fueron reportadas, antes, como desaparecidas”.

Ortiz agregó que, “se ha identificado que, todavía, hay reticencia, de parte de la policía, al momento de recibir una denuncia”.

Sin embargo, al indicar que los números en materia de desapariciones no siempre son exactos, García dijo, también citado por Perú 21, que “suele pasar que, tras la denuncia, el familiar que se presumía como extraviado, aparece a las pocas horas, y el caso se revolvió”.

“Pero la familia no comunica eso a la Policía, y queda registrado en el sistema”, afirmó, a continuación, el jerarca policial.

También planteó que, “en el caso de los adolescentes, se han presentado más por temas sentimentales, luego problemas en el hogar y maltrato, además del tema de sustracción realizada por el padre o la madre”.

Perú 21 informó, asimismo, que “en junio se produjo un promedio de 33 denuncias diarias de mujeres desaparecidas”, e indicó que, “en 2019, una décima parte de los 166 feminicidios fueron catalogados al comienzo como desapariciones”.

En cuanto a éstas, la revista mensual digital peruana El Búho, señaló, el 1 de julio, que se trata de un fenómeno que no es nuevo en la nación sudamericana.

“La desaparición de niñas, adolescentes y mujeres adultas es un problema que existe, sin muchas variaciones, desde hace años en el país”, comenzó a explicar, en la nota informativa que tituló “No habidas: el drama de las mujeres desaparecidas en el Perú”.

“La trata de personas en regiones como Madre de Dios (en el sureste), los secuestros en zonas fronterizas, la violencia doméstica y el feminicidio son algunas de las causales que llevan a que, año tras año, decenas de mujeres se esfumen sin dejar rastro”, agregó, a continuación.

El Búho citó, además, a Revollar y a Katherine Soto, dirigente de la organización no gubernamental Mujeres Desaparecidas Perú, quienes enfocaron el tema como una forma de agresión machista.

Ambas expertas “concuerdan en que un factor importante para la erradicación de esta problemática es reconocer las desapariciones como una forma de violencia contra las mujeres”, indicó, para agregar que, “de esta manera, se la podría incluir dentro de los planes nacionales contra la violencia de género”.