Continuando con las reseñas sobre varias de las mujeres pintoras más destacadas de la historia, las que al mismo tiempo contribuyeron en el desarrollo de los distintos estilos artísticos acontecidos a lo largo de los últimos siglos, esta vez hablaré de dos pintoras pertenecientes a la corriente expresionista.
Berthe Morisot, Autorretrato
Berthe Morisot (1841-1895) fue una pintora expresionista francesa. Nació dentro de una familia bien acomodada, y como era habitual que los hijos e hijas de burgueses recibieran educación artística desde temprana edad, Berthe y su hermana estudiarían bajo la tutela de varios pintores. Uno de ellos, Joseph Guichard, les hacía visitar la galería del Louvre para que aprendieran observando e imitando las obras expuestas. Las dos hermanas Morisot trabajaron con su mutua compañía durante sus años de preparación artística hasta que Edma, la hermana de Berthe, como vimos en casos anteriores dejó de lado su posible vocación como pintora para entregarse a la vida familiar, ya saben, matrimonio, hijos y eso. Otro de los profesores que tuvo Berthe durante su aprendizaje fue Camille Corot, de quien heredaría la costumbre de pintar al aire libre. Posteriormente se vería influenciada por el trabajo de Renoir, éste último pintó varios retratos de Berthe.
En 1868 conoce a Édouard Manet, importante pintor considerado uno de los pioneros en el estilo expresionista. Desarrollaron una estrecha amistad y admiración mutua e inclusive Berthe se casó con el hermano de Édouard, Eugène. Muchos de los retratos que nos han llegado de Morisot fueron pintados por Manet; también fue de ella que adquirió el gusto por pintar en las afueras, tal y como había sido enseñada por Corot años atrás.
Durante su vida participó en gran número de exposiciones, destacando las exhibiciones del “Salón de París” (la exposición de arte oficial de la Academia de Bellas Artes de París), además de ser una de las pocas artistas que siempre expuso obras en todas las exhibiciones expresionistas, llegando a recibir buenas críticas, considerándola uno de los artistas más refinados del expresionismo.
“Después del almuerzo”, 1881
Con la llegada de su maduración como pintora, su estilo llegó a caracterizarse por una mayor libertad en las pinceladas, esto es, trazos más largos, rápidos y sinuosos que se alejan aún más del realismo; también era usual que dejara los bordes de sus pinturas sin terminar, destacando los elementos principales que quería representar. El contenido de sus obras gira en torno al ambiente en el que se desenvolvía (o en el que se le permitía desenvolver), muy propio de las mujeres burguesas de la época, la vida doméstica o campestre y el retrato; ya que en esos tiempos a las mujeres artistas no les permitían pintar cuestiones correspondientes al entorno social masculino. También cabe señalar que muchos de los retratos que realizó fueron a su hija Julie, con la que guardaba una relación muy cercana.
Berthe murió en 1895 de una neumonía. En febrero del 2013 Morisot se volvió la artista femenina con el mayor precio por un cuadro, “Después del Almuerzo”, el cual fue vendido por $10.9 millones en una de las casas de subastas más famosas del mundo.
“Eugène Manet en la isla de Wight”, 1875
Gabriele Münter, nacida en 1877, fue una pintora alemana del expresionismo, conocida también por haber salvado pinturas hechas por miembros del grupo llamado “Der Blaue Reiter” durante la Segunda Guerra Mundial.
Gabriele Münter, autorretrato, 1908
Nació en Berlín, en una familia de clase media-alta la cual apoyó su decisión de volverse artista. En vista que por ser mujer no podía ingresar en las academias de arte de Berlín, tomó clases en la Escuela de la Mujer Artista, en donde no sentía que sus facultades hubieran sido retadas. Años después ingresaría a una escuela nueva progresista de Munich, Phalanx, donde se puso bajo la tutela del director de la misma, un tipo llamado Wassily Kandinsky, quien tomó en serio el trabajo de Gabriele, entre otras cosas de índole más personal que no nos debería incumbir.
En 1911 Münter, Kandinsky, entre otros, formaron el grupo expresionista Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), los cuales compartían el deseo común de expresar lo que consideraban verdades espirituales a través del arte, además de fomentar un vínculo entre los distintos tipos de creación artística, como el arte visual y la música. También defendían un enfoque más espontáneo o intuitivo que conduciría el arte moderno hacia la abstracción.
Münter siempre estuvo interesada en los paisajes, los suyos estaban dotados de una simplificada versión del Jugendstil (el equivalente alemán del modernismo en España, o el Art Nouveau en Francia) junto al un simbolismo sugestivo mediante el uso colores y formas fuertes. Sin embargo, una vez fundado el grupo El Jinete Azul, a pesar de seguir pintando paisajes, los hacía cada vez con mayor inclinación hacia la abstracción.
“Anochecer en St. Cloud”, 1906, Museo Brooklyn
En su cumpleaños número 80, Münter le entregó toda su colección, que constaba de más de 80 pinturas al óleo y 330 dibujos, a la galería Städtische en Munich. Estas obras las había escondido muy bien en su casa durante la Segunda Guerra Mundial, debido a que los movimientos modernistas o vanguardistas eran a menudo perseguidos por los personajes del III Reich.
Murió en su casa en mayo de 1962.