El nivel de inseguridad en las mujeres mexicanas es tan alto, que el Gobierno comenzó a repartir en esta semana 15 mil pitos, para que los utilicen como una herramienta de prevención de violencia sexual.

Pitos, para que su silbido alerte a la ciudadanía de que hay una persona acosando y alejen a los agresores y violadores potenciales, es el “arma” que el gobierno de Ciudad México está distribuyendo para proteger a las mujeres.

La medida la dio a conocer el Gobierno, después de la primera gran manifestación contra la violencia de género 24 de abril, preocupado por las cifras sin precedentes que se reportan es este país, en el cual el 63 % de las mujeres mexicanas han sufrido violencia sexual, se presentan más de 15 mil denuncias de violación cada año, 40 mujeres son violadas cada día y sólo uno de cada cinco resultan en una condena al agresor.

Aunque para muchos es acertada el uso de esta pequeña herramienta como anti acoso, porque la diferencia principal entre pitar o gritar, es que el silbato alcanza los 700 metros, muchos la han criticado, entre ellos grupos de feministas, que aseveran que no existe ninguna razón por la que se tiene que colgar una señal para que no violen a las mujeres. También argumentan que la que decida no llevarlo podría estar enviando el mensaje equivocado de dar vía libre para que abusen de ella.

Sin embargo, es importante destacar que la medida se seguridad hacia la mujer no se limita al controversial pito, sino que también el Gobierno aumentó la vigilancia de las cámaras de seguridad, colocó botones de alarma en los autobuses para los chóferes y han ampliado el número de vagones de mujeres en el Metro, entre otras medidas.

Ya en la Ciudad de México se repartieron los 15 mil pitos, la mayoría recogidos por mujeres provenientes de barrios inseguros y humildes, en donde deben cruzar la ciudad diariamente solas o cargando a sus bebés.