Por UNFPA

El más reciente estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) indica que, a causa de la pandemia mundial del nuevo coronavirus, Cosa Rica posiblemente retrocedió media década en materia de acceso a métodos anticonceptivos de corta duración.

La imposibilidad de asistir a centros de salud, como consecuencia de medidas para tratar de contener la difusión del virus causante de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19), habría incidido en ello, expresó, al referirse a ese tema, la jefa de Oficina de Unfpa en Costa Rica, Paula Antezana.

El análisis –“UNFPA (2021) El impacto del COVID-19 en los logros alcanzados en anticoncepción y en la prevención y atención de la violencia basada en género en Costa Rica”-, presentado, el 19 de julio, durante una actividad virtual, indica, entre otros datos, que un millar de mujeres ha dejado de consumir diferentes métodos anticonceptivos que ofrece la estatal Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

También recomienda que se revise las estrategias nacionales en materia de salud sexual y reproductiva.

“El estudio reveló que el país podría haber retrocedido hasta unos cinco años, en el acceso
a métodos anticonceptivos de corta duración”, indicó Antezana, al participar en el conversatorio virtual denominado “Los derechos y las opciones son la respuesta”, llevado a cabo en el marco del Día Mundial de Población 2021, que se conmemoró el 11 de julio.

“Esto puede deberse a la falta de acceso a los servicios de salud, ya sea por las situaciones de confinamiento, por las labores de cuido que recaen principalmente en las mujeres -y que aumentaron durante la pandemia-, o por falta de información”, expresó Antezana.

“Otra razón es el aumento del desempleo y la pobreza, que imposibilitó a muchas mujeres
-que, antes, compraban sus métodos de forma privada- hacer frente a este tipo de gasto”, indicó, además.

Entre las conclusiones expuestas en el documento de 46 páginas, Unfpa indicó que, a causa de la pandemia, en 2020, “se estima que alrededor de 20.000 mujeres han dejado de usar pastillas anticonceptivas”.

También señaló que “el consumo de métodos anticonceptivos en la CCSS, en general, ha disminuido en más de 1000 mujeres en comparación con el año 2019”.

Esa tendencia a la baja “podría explicarse porque las personas deben ir de forma más regular al centro médico para el acceso a los mismos y esta visita pudo verse afectada por el miedo a enfermarse del virus, por las labores de cuido de los niños y las niñas limitando el acceso al servicio de salud, o bien por la situación económica de las mujeres que les limitaba trasladarse al centro de salud”, precisó.

La agencia especializada de Naciones Unidas, incluyó, asimismo, una serie de recomendaciones, entre ellas la referida a “revisar las estrategias nacionales de programas de prevención en materia de salud sexual y reproductiva, para que se implementen estrategias innovadoras en el área de prestación de servicios de anticoncepción”.

Ello cubre aspectos tales como “telemedicina, envío de anticonceptivos a nuevas usuarias por canales que no incluyan consulta presencial, especialmente para jóvenes y adolescentes”, precisó, a continuación.

Igualmente, sugirió “fortalecer las intervenciones en salud sexual y reproductiva, particularmente la anticoncepción inmediata posterior a un evento obstétrico (AIPEO), como estrategia exitosa que puede ser implementada en esta población (…) aun en tiempos de pandemia”.

Unfpa señaló, además, la conveniencia de “fortalecer las capacidades del personal de salud en relación con la colocación de métodos anticonceptivos de larga duración”.

En este sentido, hizo referencia a “la capacitación para DIU (dispositivo intrauterino) no hormonal, disponible en la institución (CCSS), para acabar con los mitos existentes acerca del método y ofrecer a las mujeres una canasta más amplia de métodos, desde el marco de la libre elección anticonceptiva”.

“Este esfuerzo de fortalecimiento institucional, se podría acompañar de una campaña educativa desde la Caja Costarricense de Seguro Social y del Ministerio de Salud informando acerca de los métodos anticonceptivos reversibles de acción prolongada”, señaló.

Se trata de “una opción costo-efectiva que elimina la necesidad de adherencia de la usuaria”, asociada a “bajas tasas de embarazos no planificados”.

En términos generales, el Unfpa advirtió que “la emergencia derivada de la pandemia (…) está provocando impactos específicos sobre las mujeres y profundizando las desigualdades de género existentes, tanto en el espacio familiar como en las dinámicas laborales, familiares, económicas y la forma como se gestiona la política pública”.

“Las lecciones que han dejado otras epidemias (…) han demostrado los efectos diferenciados en la vida de las mujeres, las adolescentes y las niñas, sobre todo en temas relacionados con el acceso al mercado laboral y el incremento en
las labores de cuido”, agregó.

Ello “tiene una repercusión en temas como la salud sexual y reproductiva y la violencia basada en género, los embarazos en niñas y adolescentes y las relaciones sexuales con adolescentes basadas en asimetrías por la edad (…) ‘relaciones impropias’”, aseguró.

También advirtió que “no considerar un enfoque diferenciado por género e interseccionalidades en la atención de la actual pandemia y sus consecuencias, profundizará las desigualdades con efectos que se prolongarán en el largo plazo, serán difíciles de revertir”.

Lo anterior, “implicará un retroceso en los logros históricos que se han alcanzado para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres”, pronosticó.