Según especialistas para que la dieta sea efectiva existen factores físicos, emocionales y por supuesto alimenticios, que son parte del plan para adelgazar.

¿Le ha pasado que a pesar de estar en una dieta durante cierto tiempo no logra bajar de peso? Tal vez, las causas se deban a factores hormonales, emocionales e incluso a errores que por mínimos que sean, no le permiten avanzar en su pérdida de peso.

Normalmente se piensa que someterse a una dieta es dejar de comer, tomar mucha agua y hacer ejercicio, pero esta errónea idea ha sido causante de que las mujeres, aparte de no perder peso, vean afectada su salud en general.

Datos de la Organización Mundial de la Salud, indican que una mala nutrición aumenta la vulnerabilidad a enfermedades y alterar el desarrollo físico y mental, reduciendo la productividad y dando paso a enfermedades como las cardiovasculares, diabetes, cáncer, obesidad, hipertensión, entre otras.

Según especialistas para que la dieta sea efectiva existen factores físicos, emocionales y por supuesto alimenticios, que son parte del plan para adelgazar. Por ejemplo, no se trata de quitar las harinas y comer solo ensaladas, la idea es aprender a combinar en las cantidades necesarias los alimentos que va a ingerir.

El acompañamiento nutricional es fundamental en el proceso para evacuar dudas, medir los esfuerzos, cambiar el plan alimenticio en caso de requerirlo o aprender sobre los beneficios de cada alimento.

La parte hormonal y la edad hacen que el metabolismo pueda desencadenar un estancamiento de su peso, ya sea por padecimientos como Tiroides, problemas de menstruación, altos niveles de grasa corporal, poca actividad física, entre otros. Por su parte, en el estado emocional influye el apoyo familiar o el ambiente que le rodea, ya que existen escenarios que generan ansiedad, lo que provoca que sienta la necesidad de respaldarse en la comida generando el comer de más a escondidas.

De acuerdo con Gabriela González, nutricionista, todas las mujeres son un caso distinto en lo que a pérdida de peso se refiere, ya que desde un inicio se deben contemplar factores como peso, masa muscular, padecimientos médicos, actividad física e incluso objetivos que tiene la persona para someterse a una dieta, todos juntos son datos importantes que va a definir el inicio del plan, las recomendaciones adecuadas y el logro final.

“Si bien necesitamos saber cómo se encuentra el paciente a nivel físico y emocional, también es importante valorar la disposición que tendrá la persona para poder dejar sus malos hábitos e iniciar cambios que mejorarán su estilo de vida; es uno de los principales retos en este proceso. Si no hay disposición no se lograrán las metas propuestas”, explica la Dra.

Las citas nutricionales se llenan de mujeres en edades entre los 15 a 50 años, siendo el factor común la poca o nula pérdida de peso, que muchas veces se debe a errores como:

  • Si hace dieta no puede comer nada “rico”.
  • Los alimentos “light” se pueden comer con toda libertad.
  • Comer poquito no obliga a hacer actividad física.
  • Eliminar algunos grupos de alimentos especialmente carbohidratos.
  • Las dietas que se encuentran por internet o la dieta que sigue «la vecina”.

Por eso, antes de someterse a una dieta es fundamental saber qué objetivo se desea, cuáles son las metas a alcanzar y en cuánto tiempo desea lograrlo. También el compromiso que se tenga para obtener los resultados, sabiendo que su metabolismo puede ser más o menos lento en la pérdida de peso, ya que si se atribuye algún padecimiento es importante explicarle cómo será su programa y qué cambios podrían experimentarse durante el proceso.

Finalmente, uno de los consejos que brinda Gabriela es que, si usted desea iniciarse en un plan de pérdida de peso o que ya esté en él, debe pensar que “es para mejorar su calidad de vida, que cada pequeña meta que logre en su control nutricional es un avance importante. Habrán ocasiones donde quizás no se baje de peso o donde no haya podido seguir su plan de comidas, pero no se rinda, ya que el apoyo con el nutricionista será primordial para buscar soluciones y proponer objetivos nuevos”.

El rango de precio de la consulta dependerá de cada profesional en nutrición, pero su precio está entre ₵15.000 a ₵25.000.

La Dra. González le explica en detalle algunos pasos a seguir:

  1. Si soy “gordita”, ¿qué hago para iniciar?
  • Conocer aspectos de enfermedades familiares e incluso personales, ya que se puede indicar cuáles alimentos consumir y cuáles no para ayudar en su patología.
  • La evaluación antropométrica (peso, grasa corporal, IMC, peso musculo, medidas corporales), nos da una visión de cuáles metas alcanzar en corto tiempo con el plan de alimentación adecuado y ejercicios que la persona debe implementar.
  • Cuestionar a la persona de cómo se alimenta, alimentos le gustan y cuáles no, saber detalladamente como es su día a día con las comidas, para tener conocimiento de sus hábitos de alimentación.
  • Contando con la información adecuada, podemos iniciar un menú semanal donde incluya lo alimentos de preferencia, alimentos que debe incluir y sus horarios de comida, adaptados a su rutina diaria; es uno de los pilares que se logran en consulta, no interponer un menú sino acoplarlo a su día a día; si no hace ejercicio darle recomendaciones de que actividades empezar a realizar y así lograr que la persona sienta un gran apoyo al lado del nutricionista.
  1. Si soy de peso promedio, pero quiero rebajar poco, ¿qué hago?
  • Incluirse una alimentación balanceada con todos los grupos de alimentos (carnes, carbohidratos, vegetales, frutas y poca cantidad de grasa), una buena hidratación y actividad física, ya que son estrategias que benefician que el metabolismo se acelere.
  • Pesarse una vez al mes con el nutricionista, para mantener un seguimiento de las medidas y no pesarse en balanzas de poca confiabilidad, ya que los registros de peso pueden variar y generar tensión.