En Estados Unidos, organizaciones de derechos humanos advierten que fallo antiaborto golpeará a mujeres indocumentadas

Organizaciones de derechos humanos en Estados Unidos advirtieron sobre el impacto que, particularmente en la población migrante indocumentada femenina, tendrá el reciente fallo antiaborto emitido por el máximo tribunal de justicia de ese país.

La acción de la Corte Suprema de Estados Unidos (Supreme Court of the United States, Scotus) también golpeará a las mujeres afrodescendientes, a las de origen latinoamericano, y, en términos generales, a las de escasos recursos, indicaron.

Citadas en una nota informativa que el medio de comunicación hondureño Criterio.cr difundió el 28 de junio, líderes de esas agrupaciones señalaron, además, en declaraciones por separado, que esos sectores poblacionales han enfrentado, históricamente, dificultad para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, contexto agudizado por la sentencia de la corte.

En opinión de la directora ejecutiva de Centro Presente, Patricia Montes, “este revés sin precedentes contra el derecho a la privacidad y la salud reproductiva tendrá un gran impacto en las mujeres indocumentadas”.

Ellas “corren el riesgo de ser detenidas por ICE si viajan fuera de su estado para acceder al aborto”, advirtió la dirigente de la oenegé que, con sede en la nororiental ciudad estadounidense de Boston, defiende los derechos de las personas migrantes.

Montes hizo, así, alusión, por su sigla, a la agencia estadounidense Immigration and Customs Enforcement (Control de Inmigración y Aduanas, ICE).

“Así como el gobierno de los Estados Unidos roba la libertad de las personas migrantes, al encerrarlas en centros de detención, este fallo nos roba la libertad sobre nuestros propios cuerpos”, reflexionó, a continuación.

La defensora de las garantías individuales se refirió, en ese planteamiento, a la política estadounidense de detener a los migrantes indocumentados quienes, por miles, intentan ingresar, a Estados Unidos, por la frontera sur -el límite terrestre de 3155 kilómetros, con México-.

De acuerdo con denuncias de organizaciones de sociedad civil estadounidenses, las personas arrestadas -incluidos menores, algunos de los cuales se desplazan solos- son alojadas, por tiempo indeterminado, en instalaciones -por lo general militares-.

Entretanto, la cofundadora y directora ejecutiva de Comunidades Indígenas en Liderazgo (Cielo), Odilia Romero, destacó el riesgo que la decisión de la Scotus implica, particularmente, para las poblaciones femeninas afrodescendiente, de origen latinoamericano, y de escasos recursos.

“Tres cuartas partes de las pacientes que abortan tienen bajos ingresos”, informó, para precisar que, “de éstas, el 28 por ciento son negras, y el 25 por ciento son hispanas”.

“Este es otro injusto capítulo en la horrible historia de las autoridades, predominantemente blancas, tratando de controlar la fertilidad de las mujeres negras y latinas”, agregó la líder de la oenegé con sede en la occidental ciudad estadounidense de Los Ángeles.

Por su parte, Mirtha Colón, presidenta de la junta directiva de Alianza Américas, de Hondureños Contra el SIDA, y de la Organización Negra Centroamericana, planteó que la corte suprema “niega, a las mujeres, el derecho a ejercer la autonomía sobre su propio cuerpo, y su salud”.

En particular, “las mujeres de color ya enfrentan múltiples obstáculos, para acceder a la atención médica”, señaló.

De modo que, “este fallo, reforzará aún más las restricciones racistas que impedirán que las mujeres negras, indígenas y latinas tengan el control de sus propios cuerpos”, reafirmó.

La sentencia emitida el 24 de junio, por mayoría -6 a 3- de la Scotus, anuló el fallo mediante el cual, en 1973, la mayoría de entonces -7 a 2- determinó que el derecho al aborto es, en Estados Unidos, una garantía constitucional.

Casi medio siglo después, el bloque conservador actual refutó a aquellos magistrados progresistas, al afirmar que el derecho constitucional a la interrupción del embarazo no existe, y que, por lo tanto, cada uno de los cincuenta estados debe determinar si, en su específica jurisdicción, será reconocido -esto, en el caso de que el Congreso no intervenga-.

Los votos conservadores fueron emitidos por Samuel Alito, Amy Coney Barrett, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh, Clarence Thomas, además del presidente de la Scotus, John Roberts -quien, no obstante su posición, señaló que lo ideal habría sido prohibir el aborto después de la semana 15-.

 

 

Foto: Cottonbro