El Deportivo Femenino Costa Rica FC, se convirtió, algo más de siete décadas después de su fundación, en institución benemérita nacional, cuyas primeras integrantes se constituyeron en ejemplo de luchadoras por una sociedad más igualitaria.
Las 32 futbolistas quienes alinearon inicialmente, en 1949, fueron inspiración para que otras mujeres también se incorporasen al compromiso por lograr la equidad de género.
Al formular esos conceptos, durante su participación en la ceremonia de puesta en vigencia de la Ley “Deportivo Femenino Costa Rica F.C. como organización Benemérita del Deporte Nacional”, la directora del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), Alba Quesada, destacó el mérito de las pioneras de ese deporte en el país centroamericano.
“Esas 32 muchachas que, a mediados del siglo anterior, se pusieron los tacos (zapatos para ese deporte) y saltaron a un rectángulo de fútbol, a practicar un deporte que se suponía era sólo de hombres, se merecen esta declaratoria, y mucho más”, expresó Quesada.
“Gracias a ellas, muchas otras mujeres se inspiraron, y decidieron romper barreras, y luchar por sus sueños”, señaló, para asegurar que “Costa Rica estará, por siempre, agradecida”.
En términos coincidentes, la ministra del Deporte, Karla Alemán, señaló que el benemeritazgo marca un reconocimiento “a la visión y entrega de quienes fundaron el equipo pionero de fútbol femenino en Costa Rica”.
Asimismo, homenajea “a quienes han venido trabajando por construir una sociedad más igualitaria, de acceso a oportunidades sin importar su identidad de género”, agregó Alemán, quien integró, en 1991, como capitana, de la pionera selección costarricense de fútbol femenino, equipo que participó en el torneo mundial de esta especialidad, llevado a cabo entonces, en la República Popular China.
Exponente de similar visión, la ministra de la Condición de la Mujer y presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), Marcela Guerrero, planteó que, “con el fútbol femenino, vencimos estereotipos”.
Ello, “no por convencer a nadie (de) que las mujeres sabemos -y podemos- jugar” sino “porque está, en nuestro corazón, dar todo en la cancha, por amor al deporte”, expresó.
“El fútbol femenino ha vivido tiempos de oscurantismo o clandestinidad, cuando algunas mujeres se han ocultado para practicarlo, por temor a ser víctimas de discriminación”, planteó, como referencia histórica.
“El deporte es un espacio social donde las mujeres apenas han tenido cabida”, en el tiempo, dijo, a continuación.
Guerrero aseguró, asimismo, que “los estereotipos adjudicados a las mujeres y a los hombres, en menor o mayor medida, siguen estando vigentes, y son la base que sostiene la discriminación de las mujeres en las diferentes expresiones deportivas”, reflexionó la ministra.
“Es por ello que, hoy, honramos el trabajo de las 32 mujeres que formaron el Deportivo Femenino Costa Rica FC”, subrayó.
“Para ellas, nuestro reconocimiento y admiración”, agregó.
Por su parte, la vicepresidenta costarricense, Epsy Campbell, dijo que la iniciativa “es un reconocimiento al esfuerzo, trabajo y constancia de 32 mujeres que, históricamente, en 1949, rompieron con los estereotipos dentro del fútbol nacional”.
Campbell afirmó, además, que “aplaudimos a ese grupo de deportistas, que abrieron camino para que, hoy, decenas de niñas, jóvenes, y adultas sobresalgan en esa disciplina”.
El equipo homenajeado, debutó, un año después de su fundación, en un partido que fue dedicado al entonces presidente costarricense (1949-1953), Otilio Ulate, en agradecimiento, al gobernante, por las facilidades que proporcionó para la realización del encuentro.
El juego se llevó a cabo en el capitalino Estadio Nacional, en cuya modernizada estructura tuvo lugar el homenaje realizado ahora.
De acuerdo con información oficial del ministerio y del Icoder, Costa Rica cuenta, actualmente, con ocho equipos en la Primera División de Fútbol Femenino, además de haberse consolidado la selección nacional femenina.
Entre los éxitos con los cuales el equipo de desempeño internacional viene posicionándose, figuran las medallas de bronce que logró, respectivamente, en los Juegos Panamericanos de Winnipeg (1999), y en los Juegos Panamericanos de Lima (2019), así como el primer lugar en los Juegos Deportivos Centroamericanos de Guatemala (2001).