La científica Rayyanah Barnawi partició en la misión que llegó el 22 de mayo a la ISS -estructura de Órbita Terrestre Baja (OTB), a un máximo de 2,000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra-, a bordo de una nave espacial Dragon 2, Axiom Space
La investigadora científica Rayyanah Barnawi marcó un hito en la lucha de las mujeres, a nivel mundial -y, en particular de Arabia Saudita-, cuando se convirtió en la primera mujer árabe llegada a la Estación Espacial Internacional (International Space Station, ISS).
Barnawi es integrante de la misión espacial Axiom Mission 2 (Ax-2), de la empresa estadounidense Axiom Space -con sede en la ciudad de Houston, en el sureña estado de Texas, fronterizo con México-, se especializa en el desarrollo de infraestructura espacial.
También integran el grupo su coterráneo Ali al-Qarni, y los estadounidenses Peggy Whitson y John Shoffner.
Whitson es la comandante de Ax-2, Shoffner -un inversionista privado de Axiom Space- es el piloto, mientras que Barnawi y al-Qarni son especialistas -ambos, integrantes del equipo de cuatro astronautas de la Comisión Espacial Saudita (Saudi Space Commission, SSC). Sus dos colegas en la SSC son Mariam Fardous y Ali AlGhamdi.
La misión llegó, el 22 de mayo, a la ISS -estructura de Órbita Terrestre Baja (OTB), a un máximo de 2,000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra-, a bordo de una nave espacial Dragon 2, Axiom Space.
La nave fue inicialmente transportada por un cohete espacial Falcon 9 -lanzado, un día antes-, construido por la empresa estadounidense SpaceX, especializada en fabricación y lanzamiento de naves espaciales, y en comunicación satelital.
Con sede en la ciudad de Hawthorne, en el occidental estado de California -también fronterizo con México-, SpaceX fue fundada en 2002 por el magnate e inversionista sudafricano Elon Musk -cuya madre es una modelo y nutricionista canadiense, y cuyo padre es un ingeniero electromecánico y político sudafricano-.
Ax-2 es una misión privada, de 10 días de duración, para la SSC, en colaboración con la estadounidense National Aeronautics and Space Administration (Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio, Nasa).
Se trata de la segunda misión privada, de Axiom Space -usando equipo de SpaceX a la ISS.
Ax-1 fue lanzada, en abril de 2022, también con cuatro tripulantes, para una estadía de algo más de dos semanas en la instalación espacial.
En conferencia de prensa llevada a cabo el 16 de mayo -cinco días antes del exitoso lanzamiento de Ax-2, Barnawi se refirió al significado que su participación en la misión tiene para la lucha, de las sauditas, por la igualdad de género.
“Me siento muy honrada, y muy feliz, por estar representando todos los sueños y todas las esperanzas de toda la gente en Arabia Saudita, y de todas las mujeres en el país,” expresó.
“Esta es una gran oportunidad, para mí, para representar al país, para representar sus sueños”, reafirmó.
La astronauta hizo, además, referencia al componente educativo de la misión.
De acuerdo con lo informado al respecto, el medio de comunicación estadounidense especializado Space (Espacio) “la tripulación de Ax-2 también dedicará una proporción significativa de tiempo a (…) educación, especialmente actividades diseñadas para entusiasmar, a los niños, respecto a ciencia, tecnología, ingeniería, y matemáticas (science, technology, engineering and math, Stem)”.
Al respecto, “Barnawi dijo que ella y sus compañeros de tripulación están especialmente deseosos de realizar este trabajo”, agregó Space.
La cosmonauta saudita aseguró, durante el diálogo con periodistas, que “estamos muy entusiasmados por la parte que será de interesar a niños de toda Arabia Saudita, y todo el mundo, en hablar de nuestros experimentos, en hablar sobre el espacio, y lograr que activen su curiosidad hacia el espacio”.
“Ver gente de su propia región, yendo a la estación espacial, con la gran comandante Peggy y compañeros internacionales, es una gran cosa, para ellos”, aseguró, para agregar que, “solamente poder entender eso, es posible”.
“Y, si yo y Ali podemos hacerlo, ellos, también, pueden hacerlo”, agregó Barnawi, nacida, hace 33 años, en la occidental ciudad portuaria de Jeddah, a unos 60 kilómetros al oeste de Meca, el centro universal del Islam.
El trabajo de Barnawi en Ax-2 marca un punto de referencia, en la lucha universal -y saudita, en particular- el desmantelamiento de barreras que impiden la igualdad de género.
Al mismo tiempo, se enmarca en una serie de logros que el país árabe -gobernado por una monarquía tradicionalmente patriarcal, y considerado como uno de los países de mayor segregación de género, a nivel mundial- viene registrando en materia de avance -aunque lento- hacia la equidad.
Entre esos hitos, el gobierno eliminó, en 2018, la prohibición que impedía, a las mujeres, conducir vehículos.
Por otra parte, informó, el 8 de diciembre de 2019, la decisión de eliminar, para los restaurantes, los accesos separados para mujeres solas y familias, por un lado, y hombres solos, por otro.
La medida, anunciada por el Ministerio de Asuntos Municipales y Rurales, puso, oficialmente, fin a una arcaica disposición de base religiosa, en el marco de la liberalización social impulsada por el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman –hijo del rey Salman-.
Pero la incipiente flexibilidad del machista régimen monárquico registró un retroceso, cuando Loujain al-Hathloul -una de las principales activistas sauditas por la igualdad de género- fue condenada, el 29 diciembre, 2020, a casi seis años de prisión.
Al-Hathloul se caracterizó, entre otras actividades feministas, por su tenaz oposición al tutelaje masculino sobre las mujeres.
La tradición, en el país árabe de costumbres y legislación profundamente patriarcales, prohíbe, entre otras limitaciones de género, que las mujeres sean abordadas por hombres con quienes no las relaciona ningún vínculo de naturaleza familiar.
La línea de tiempo en materia de éxitos en la lucha por la igualdad, registró, en enero de 2021, la autorización a que las mujeres cambien su nombre, sin necesidad de contar con el -hasta entonces obligatorio- consentimiento de su mahram (custodio).
Para ello, la edad mínima es 18 años, de acuerdo con la nueva disposición.
Por otra parte, el tradicionalmente machista sector militar también fue punto de cambio de acendradas costumbres patriarcales, a raíz de que el ministerio de Defensa anunció, el 21 de febrero de 2021, la apertura del servicio, a las mujeres.
Las posiciones -rangos de soldado y sargento- están disponibles en todas las ramas militares nacionales -Ejército de Arabia Saudita, Real Defensa Aérea Saudita, Real Marina Saudita, Real Fuerza Estratégica de Misiles, Servicios Médicos de las Fuerzas Armadas-, según la disposición ministerial.
En declaraciones coincidentes con los planteamientos de Barnawi, la ingeniera espacial nicaragüense Sheila Morales planteó que, lograr los objetivos que se propongan, las mujeres y las niñas deben educarse y perseverar.
En tal sentido, los contratiempos que eventualmente surjan en la ruta, no deben, jamás, constituirse en obstáculos insuperables, sino que es necesario enfrentarlos y removerlos, según el mensaje que dirigió, en abril, a la población femenina -en particular a la de Nicaragua-.
Al formular las reflexiones, en un video difundido en redes sociales, por la Embajada de Estados Unidos en ese país, Morales aconsejó, “a todas las mujeres nicaragüenses, a las niñas que están mirando esto”, que “uno de los pasos que es importante, para poder llegar a tu meta, es la educación, llevada de la mano con la perseverancia”.
“Siempre mantente bien enfocada, recuerda tu meta, haz, paso a paso, las cosas que necesitás hacer”, dijo, para agregar que “siempre recuerda que puedes llegar ahí, y yo soy el vivo ejemplo de que, con perseverancia y con educación, con mucho trabajo, con mucho amor por lo que tú haces, vas a llegar ahí”.