El frágil progreso logrado, durante décadas, en materia de derechos de las mujeres, está en riesgo de perderse si la pandemia mundial por el nuevo coronavirus no recibe la respuesta adecuada, advirtió el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres.

La propagación del virus causante de la Enfermedad Coronavirus 2019 (Coronavirus Disease 2019, Covid-19) ha alterado el quehacer global, golpeando de manera desproporcionadamente fuerte a la población femenina, aseguró.

Guterres aludió, así, a necesarias medidas aplicadas en la mayoría de países como intento por controlar esa propagación, principalmente el aislamiento social (cuarentena), que está incidiendo negativamente en la violencia de género, ya que obliga a las víctimas -o mujeres y niñas en riesgo de serlo- a convivir con los agresores.

“La pandemia de Covid-19 ha, en los pasados seis meses, alterado negativamente a nuestro mundo”, planteó el funcionario internacional, el 31 de agosto, durante un conversatorio virtual con jóvenes líderes de organizaciones de mujeres a nivel global.

“Más allá del virus en sí mismo, la respuesta ha tenido un desproporcionado y devastador impacto social y económico en las mujeres y las niñas”, agregó.

“La Covid-19 está ahondando las desigualdades, incluida la desigualdad de género”, siguió planteando, para puntualizar que “ya estamos viendo un retroceso en décadas de un limitado y frágil progreso en igualdad de género y derechos de las mujeres”.

“Y, sin una respuesta adecuada, arriesgamos perder una generación, o más, de logros”, reflexionó, como advertencia.

En ese sentido, de acuerdo con la visión de Guterres, la pandemia está evidenciando, y exacerbando, los obstáculos que las mujeres enfrentan al lograr la gradual consolidación de sus derechos.

“Recuperar el progreso perdido puede tonar años, hasta generaciones”, vaticinó.

A manera de ejemplo, expresó que, a causa de la epidemia (2014-2016) de la enfermedad causada por el virus ébola, en África Occidental, alumnas adolescentes debieron abandonar, masivamente, sus estudios.

De esa experiencia, “sabemos (…) que, cuando abandonan la escuela, las adolescentes quizá nunca regresen”, dijo.

El fenómeno se ha multiplicado, ahora, a casa de la pandemia, informó.

“Hoy, millones de niñas adolescentes, en todo el mundo, estás fuera de la escuela, y hay alarmantes informes de un aumento en los embarazos adolescentes en algunos países”, agregó.

“Cada uno de estos problemas, es una crisis dentro de una crisis”, subrayó.

Guterres sugirió que, en el contexto de severa afectación socioeconómico y sanitaria mundial, la respuesta que globalmente se dé a la emergencia, contenga tres ejes de género: de salud, socioeconómico, y de construcción para mejorar.

En materia sanitaria, “los gobiernos deben tener una visión holística del impacto en la salud de esta pandemia”, teniendo en cuenta que “todas las mujeres tienen derecho a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y asequibles”, comenzó a enumerar.

De modo que “los gobiernos tienen la responsabilidad de asegurarse de que las mujeres y las niñas puedan acceder a estos servicios, incluso durante una crisis”, subrayó.

Respecto al tema socioeconómico, se declaró partidario de entregar dinero a las mujeres que trabajan tanto en la economía formal como en la informal.

“Las transferencias de efectivo, los créditos, y los préstamos deben dirigirse a ellas, para mitigar el impacto inmediato de la pérdida de puestos de trabajo y el aumento de sus responsabilidades con el cuidado de otras personas”, recomendó.

En cuanto al tercer eje, precisó que se trata, después de la pandemia, de reconstruir parea mejorar la situación general, y aquella de las mujeres en particular.

“Es claro que no podemos volver a las fracasadas políticas que han resultado en la fragilidad que vemos alrededor de nosotros -en sistemas de salud, en protección social, en acceso a la justicia-“, subrayó.

“Este es el momento para reconstruir sociedades más iguales, inclusivas, y resilientes”, para lo cual, nuestro mapa de ruta es la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

Guterres aludió, así, al documento que, aprobado en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, contiene los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos para cumplirse, a más tardar, para 2030.

El quinto de los ODS se refiere, específicamente, a “Igualdad de Género”, y apunta a poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas, señalando, entre otros planteamientos, que ello no solamente constituye un derecho humano básico sino que es crucial para el desarrollo sostenible.

“Se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial”, según lo indicado en ese punto.

El secretario general planteó, además, que “necesitamos tomar la oportunidad de reinicio económico para asegurar los derechos a la vida, la dignidad y la seguridad, para todos”.