Creo que las Pymes sí podemos y debemos ponernos creativos, innovadores y aguerridas, incorporando acciones que generen resultados positivos en este y los próximos años

 

Francella Morera

Para nadie es un secreto que este año post  pandemia ha sido muy difícil la reactivación económica de las Pymes en todas las áreas posibles, desde la financiera y administrativa, hasta la operativa y  mercadóloga.

En los dos años anteriores donde tuvimos cierres, cambios en la conducta del consumidor, restricciones, y adicionalmente precios altos de los fletes, que a su vez trajo alza en costos de materias primas,  gasolina y el  desaceleramiento de la economía, ha sido muy duro para todos, principalmente para la clase baja y media del país.

Esta situación ha incidido en que las Pymes en Costa Rica estemos atravesando por un segundo valle de muerte, con bajas considerables en ventas -y por consiguiente en ingresos- mermas en el flujo de caja y retrasos en los pagos de obligaciones patronales y contributivas, que tiene el efecto de la inaccesibilidad a créditos blandos, debilitando nuestro capital de trabajo y poniéndonos en peligro.

Por un lado, el sobreendeudamiento que nos dejó la pandemia, donde los bancos siguen cobrando intereses sobre los “préstamos de ayuda por la pandemia” ha hecho que muchos costarricenses, reformulen arreglos de pago, generando un  sobreendeudamiento, o estén en riesgo de perderlo todo ante los bancos.

De otro lado, se han abierto oportunidades para acceder a fondos no reembolsables, por medio de concursos, pero ponen muchos requisitos que dejan por fuera a más del 80% de las Pymes, que se encuentran muy endeudados para poder participar y ser elegibles para estos fondos.

Frente a este panorama tan oscuro, considero que el único camino que nos queda a las Pymes es la innovación, no solo porque podemos hacerlo, sino también porque debemos hacerlo para competir adecuadamente y sobrevivir.

Podemos y tenemos que buscar oportunidades a través de la diferenciación y/o creación de productos y servicios, enfocados en otros nichos de mercados de los que usualmente hemos estado acostumbrados.

 

Tomarnos tiempo

Creo posible que la mayoría de las Pymes pensemos que la innovación requiere de mentes privilegiadas que inventen, desarrollen e implementes artículos sofisticados, servicios disruptivos y tecnología futuristas que parezcan tomadas de una película que proyecta el año 3000, que requieren inversiones millonarias

Sin embargo, -y por mi experiencia como líder de una Pyme- puedo afirmar, que lo primero que hace falta para innovar es la incorporación de nuevas ideas, procedimientos, servicios o simples modificaciones a éstos, que pueden mejorar nuestra competitividad y aumentar ingresos, y lo segundo es capital de inversión.

La raíz de la innovación para las Pymes con escasos recursos económicos es tomarnos el tiempo para pensar “cómo mejoramos lo que ya tenemos, manteniendo el precio igual o similar”, hacer un esfuerzo extraordinario para desarrollarlo, y buscar los recursos para implementarlo.

 

Estado aliado

La innovación debe darse para reformular cada negocio, con diferentes estrategias, pero una gran barrera que existe en países como Costa Rica, es el limitado capital de inversión con el que contamos las Pymes, por eso sostengo, que aún con buenas ideas y mejoras a nuestros productos y servicios, la innovación también tiene que ser externa, es decir, que se pueda gestar en un ecosistema donde participen las entidades de gobierno vinculadas al sector empresarial, el comercio, la producción y principalmente, la Banca Estatal y de Desarrollo.

Unido a lo anterior, considero que hay que diferenciar a las Pymes nacionales con un sello de origen (Producto hecho por una Pyme en Costa Rica), como hace más de 20 años se hace en Chile, porque no podemos dar el mismo valor a los productos importados, si lo que queremos es contribuir más al desarrollo del país, con un mayor efecto económico multiplicador.

Ese Estado innovador no tiene necesariamente que crear sobre la nada; solo necesita voluntad de ayudar, apoyar y reconstruir, como lo hizo este año el gobierno de Colombia, que implementó “un día sin IVA”, con resultados extraordinarios para reactivar su economía, ya que en un día se movilizó casi el monto facturado por los comercios en todo un mes.

Sí podemos reactivarnos

En estos tiempos de incertidumbre, tener una Pyme es de valientes, porque se necesita abrir cada día nuestro negocio con la fuerza de la esperanza que nos impulsa a creer que sí podemos vender en tiempo de crisis, y la fe de poder llegar a fin del mes con el dinero para pagar la planilla y todos “los pendientes”.

Creo que las Pymes sí podemos y debemos ponernos creativos, innovadores y aguerridos, incorporando  acciones que generen resultados positivos en este y los próximos años, pero… necesitamos unir mayores esfuerzos con las entidades gubernamentales, para fortalecernos, aprender, crecer y continuar trabajando por nuestras familias y por una  Costa Rica justa, con oportunidades para los empoderados que sueñan tener y dirigir una empresa.

Foto: Alexander Suhorucov