En esta semana se anunció un hito histórico en la historia de la astronomía. Circularon en las distintas redes de información la primera fotografía de un agujero negro.

¿Pero por qué no se había podido fotografiar un agujero negro antes pese a que desde los años 70 se ha tenido evidencia de su existencia?

Para dar un breve resumen, el agujero negro más cercano a la Tierra se encuentra en la galaxia M87, ubicada a 53 millones de años luz de nuestro planeta. No se ha creado hasta la fecha telescopio alguno que pueda brindar una imagen del agujero, por lo que los más importantes observatorios del mundo se unieron con el fin de lograr la meta. Sin embargo no era suficiente.

Este proyecto se extendió durante aproximadamente dos años. Eran necesarios una serie de cálculos precisos para conocer la ubicación exacta a la que todos los telescopios debían apuntar, y aun así, la información obtenida era demasiado pesada (350 terabytes) para ser compartida vía internet entre los distintos centros.

Aquí entra Katie Bouman, la científica de 29 años crucial para lograr este hito en el que participaron más de 200 científicos de una veintena de países. Bouman creó el algoritmo necesario para reunir los datos de los 8 radiotelescopios y producir la imagen que dio la vuelta al mundo, proyecto en el que comenzó a trabajar para graduarse del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Sin embargo, ella siempre aprovecha para recordar que la fotografía fue producto del trabajo en equipo.


En su cuenta de Facebook demuestra su emoción escribiendo: “Viendo con incredulidad como la primera imagen que hice de un agujero negro estaba en proceso de ser reconstruida”

¿Qué es un agujero negro?

De manera general, un agujero negro es una región del espacio en el que se da una concentración de masa tan poderosa que crea un campo gravitacional del cual ninguna partícula puede escapar, ni siquiera la luz. Se forma cuando una estrella de más de 30-70 masas solares se convierte en una supernova e implosiona.

El escritor y divulgador científico, Isaac Asimov, en 1965 respondió a una serie de preguntas básicas sobre la ciencia. Al final de su explicación de un agujero negro, dice: “Hoy día los astrónomos están buscando pruebas de la existencia de agujeros negros en distintos lugares del universo”.