Datos del Ministerio de Economía indican que hay 6197 pymes activas inscritas en su cartera, acceso a créditos, trámites interminables, carga tributaria exagerada y poco apoyo del Estado son algunas de las quejas de quienes se aventuran a formar su empresa.
Rebeca Pineda Brenes es una joven profesional de 36 años que no le arruga la cara al trabajo y es que gracias a su esfuerzo es dueña de la clínica Armonía Dental, la cual poco a poco se ha ido diversificando en sus servicios.
Por medio de los ingresos que le generaba una pulpería costeó sus estudios de Mecánica Dental en el Colegio Universitario de Cartago, este fue su primer emprendimiento, tal y como ella lo señala.
Se graduó en 2003 y laboró en varios laboratorios en los que se desarrolló en las diferentes áreas de la carrera, pero siempre tuvo la idea de tener su propio laboratorio y era un proyecto que quería desarrollar a corto plazo.
“En el 2010, luego de trabajar cuatro años en una clínica que contaba con su laboratorio interno, me sentí lo suficientemente empoderada para hacerle frente a mi proyecto personal, sentí la confianza y madurez suficiente tanto en el aspecto profesional como a nivel personal para poner a caminar un proyecto tan ambicioso y con grandes retos como es tener una empresa propia, así nació Laboratorio Armonía Dental”, comentó Pineda.
Comenzó de cero y enfrentó algunos retos como buscar clientes que me dieran la oportunidad de demostrar sus conocimientos y que a su vez confiaran en las habilidades y servicios de una pyme que estaba iniciando.
También estaba el tema financiero, ya que no es tan fácil que los bancos le presten a alguien que no cuenta con un récord crediticio, una propiedad o equipo que se pueda dar como garantía y por el tipo de compañía tenía que comprar un horno de cerámica, compresor, entre otros.
De igual forma le tocó enfrentar aquello que no se aprende en las aulas, como el manejo de las relaciones y negociaciones con clientes, proveedores y con el equipo de colaboradores, además la administración del flujo de dinero para trabajar, “la universidad no te prepara para ser empresario”, señaló.
Crecimiento
Armonía Dental inició operaciones en su casa de habitación ubicada en Cartago, cuatro años después alquiló un local, en 2014 adquirió una clínica dental de una doctora que era clienta del laboratorio, ella no deseaba seguir más con la práctica privada, por lo cual trasladó el laboratorio al local.
“Así nace un nuevo proyecto en el cual incluí un socio, vimos una oportunidad de crecimiento ya que está ligada a la misma línea de trabajo. Con la clínica vinieron nuevos bríos y nuevas energías, pero ligados a nuevos retos y desafíos”, expresó.
En el laboratorio laboran tres personas fijas y un mensajero que les ayuda para así poder llegar a todo el país, ya que brindan servicio a Jacó, Guanacaste, entre otros lugares. En la clínica cuentan con dos odontólogos generales y servicios de especialistas en todas las áreas de esta rama.
Trabajan prótesis, coronas y puentes de metal porcelana, zirconio, Emax, carillas y coronas estéticas, prótesis acrílicas y con estructuras de cromo cobalto, servicios de odontología general, especialidades dentales como tratamientos de nervio, Maxilofacial, Ortodoncia, Periodoncia, odontopediatra, entre otros, de acuerdo con Pineda, tener un laboratorio propio permite dar un servicio integral y más eficiente.
“El negocio tiene mucho potencial para poder seguir creciendo, dándonos a conocer y estableciendo lazos de confianza y responsabilidad, brindándole a los odontólogos un servicio personalizado siendo un socio estratégico con el que puedan contar, por otro lado, tenemos la oportunidad de dar empleo a otras personas que salen de la carrera de mecánica dental con muchas ilusiones y ganas de superación personal lo que nos permite mejorar la vida de muchas familias”, aseguró.
Realización personal
Rebeca Pineda es una persona bastante soñadora así que no deja de lado en el futuro incursionar en otro tipo de negocio, está abierta a nuevas oportunidades, por el momento se enfoca junto con su socio a crecer tanto en el laboratorio como en la clínica.
“Una de las mayores satisfacciones que he podido tener tanto como técnico dental y ahora como propietaria de una clínica es ver sonreír y en algunas ocasiones hasta llorar de emoción a una persona por el agradecimiento y la confianza que les hemos podido devolver, ya que tener una dentadura hermosa y completa no se trata sólo de estética y de vanidad, sino que abarca mucho más, es un tema de funcionalidad, salud, seguridad de poder comer, sonreír, hablar y claro está, belleza”, indicó.
Asegura que tener un negocio propio es un rol muy diferente al ser un colaborador, el trabajar de una manera independiente da mucha satisfacción y alegrías, también hay momentos de frustración y dudas, es un esfuerzo que se da día a día, pero es muy gratificante.
Estar al frente del negocio le permite tener un poco de libertad parar distribuir su tiempo para asuntos personales o llevar cursos o capacitaciones, algo que siendo empleada le podría resultar complicado.
“Además esto ha sido un proceso de gran crecimiento personal, me he visto motivada, incluso en ocasiones obligada por las circunstancias a desarrollar temas de mejora que como individuos tenemos pendientes, por ejemplo el ser más diplomática a la hora de exponer mis puntos de vista, a ser más ordenada con los asuntos financieros, aprender un poquito de recursos humanos, liderazgo y otros tantos temas”, declaró.
Rebeca Pineda es dueña de Armonía Dental, se ubica en Cartago centro, en el complejo Salud y Forma, atiende de lunes a sábado de 9 am a 7 pm.
rcastropetra@gmail.com