El ministerio fundamentalista instruyó a las autoridades de las provincias a concluir con las actividades en los centros de belleza para mujeres a lo largo de este mes, y una vez pasado el plazo, ‘estarán prohibidas’ en el país

Los salones de belleza son, en Afganistán, el nuevo frente en la ofensiva que el misógino régimen fundamentalista religioso talibán mantiene, en indetenible tendencia ascendente, contra los derechos de las mujeres.

Al informar sobre el tema, el 4 de julio, a medios de comunicación, el vocero del Ministerio de la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, Mohammad Sadiq Akif Mahajir, indicó que la clausura de esos establecimientos comerciales se hará obligatoria al final del mes.

Citado por la agencia informativa española Efe, el funcionario indicó que “el ministerio envió una carta, a los municipios (a nivel nacional), para cancelar la licencia de los salones de belleza”, a más tardar, el 25 de julio.

De acuerdo con lo señalado por Efe, “en la misiva, el todopoderoso ministerio fundamentalista instruyó a las autoridades de Kabul y demás provincias afganas a concluir con las actividades en los centros de belleza para mujeres a lo largo de este mes, y una vez pasado el plazo, ‘estarán prohibidas’ en el país.

Ubicada en el sector oriental del país, Kabul es la provincia cuya capital -de igual nombre- es, asimismo, la capital nacional.

El medio de comunicación español precisó, asimismo, que “la medida fue ejecutada tras la orden del líder supremo de los talibanes (…) Mawlawi Haibatullah Akhundzada”.

La medida se suma a las numerosas violaciones a los derechos de la población femenina -lo mismo adulta que menor de edad- que el régimen musulmán viene implementando desde que tomó el poder, en 2021.

Entre esas acciones figuran el cierre del acceso a la educación secundaria y superior, la limitación a desplazarse, en áreas públicas, sin el acompañamiento de un mahram (familiar hombre), el uso obligatorio del hijab (velo religioso), y, desde abril de 2023, la prohibición de trabajar, en Afganistán, para Naciones Unidas.

En declaraciones reproducidas el 4 de julio, por el medio de comunicación British Broadcasting Corporation (BBC), una afgana quien habló a condición de anonimato, denunció que “el (régimen) talibán le está quitando los derechos humanos más básicos a las mujeres afganas”.

“Están violando los derechos de las mujeres”, y, “con esta decisión, están privando ahora, a las mujeres, de servir a otras mujeres”, agregó, para, a continuación, relatar que, “cuando escuché la noticia, me quedé, completamente, en shock”.

“Pareciera que los talibanes no tienen otro plan político que enfocarse en los cuerpos de las mujeres”, que “están tratando de eliminar, a las mujeres, de todos los niveles de la vida pública”, reflexionó, en calidad de denuncia.

La clausura de los salones de belleza, es una reiteración de lo actuado, hace aproximadamente tres décadas, por el grupo fundamentalista islámico Talibán, y volvieron a funcionar durante el cuarto de siglo que ese sector estuvo desplazado del poder.

Desde la instalación de la misógina teocracia, los salones de belleza se mantuvieron en operación, aunque limitados en cuanto a los signos externos -por ejemplo, cubrimiento de vitrinas, así como de imágenes de mujeres maquilladas-.

Aunque tardó, el machismo agresor talibán eliminó otro espacio de participación social femenina.

Foto: Qasim Mirzaie