Aproximadamente cinco mil afganas quienes se han graduado como médicas, aguardan la poco probable autorización del régimen talibán a que tomen el examen final, que las habilite para registrarse profesionalmente
La imposibilidad de que mujeres tomen esa prueba, organizada anualmente por el Consejo Médico de Afganistán -a la cual se presentan miles de hombres- es parte de la extensa serie de prohibiciones que la misógina teocracia talibana impone a la población femenina, cuyos derechos son, así, impunemente violados.
Al informar, el 28 de diciembre, sobre esa específica situación, el medio de comunicación British Broadcasting Corporation (BBC) indicó que el régimen mantiene esa limitación de género, no obstante el hecho de que, en el marco de la crisis sociopolítica y humanitaria que lo golpea, el país ubicado en el centrosur asiático, presenta escasez de profesionales en medicina.
También citó el testimonio de tres médicas afectadas por la limitación que, como las demás, es resultado de la arbitraria interpretación del Corán -el libro sagrado del Islam- por parte de los talibanes.
Surgido en 1994, en el marco de la guerra civil afgana (1992-1996), el movimiento fundamentalista islámico Talibán tuvo control, desde 1996-hasta 2001, de aproximadamente tres cuartas partes de los algo más de 652 mil kilómetros cuadrados que constituyen el territorio nacional.
La criminal administración talibana fue derrocada en diciembre de 2001, cuando se llevó a cabo una invasión militar, a Afganistán, encabezada por Estados Unidos.
No obstante esa pérdida, el movimiento se mantuvo, desde entonces, en resistencia armada y, tras el retiro, en agosto de 2021, de las tropas estadounidenses -las fuerzas extranjeras que aun ocupaban el país-, la ofensiva del grupo terrorista logró el objetivo de ingresar a Kabul -la capital nacional-, derrocando, el 15 de ese mes, al gobierno del presidente (2014-2021) Ashraf Ghani.
En su nota informativa sobre la situación en la que están las médicas afganas, la BBC indicó que el régimen “está impidiendo que miles de jóvenes graduadas en medicina se presenten a un examen obligatorio, en momentos en que hay escasez de médicos en el país”.
“Si no pasan este ‘examen final’ (…) no pueden registrarse como médicos”, precisó.
Al mismo tiempo, reveló que “el Talibán le permite a los hombres graduados rendir el examen, pero le ha impedido a cerca de 5.000 graduadas mujeres presentarse”.
La BBC indicó, además, que, “bajo el Talibán, las mujeres están matriculadas en enfermería y partería”, agregando que “las escuelas médicas no admiten mujeres, y a las estudiantes mujeres que ya estaban cursando se les prohibió continuar desde diciembre de 2022”.
En declaraciones reproducidas por el medio de comunicación británico, una profesional identificada como Rahima, relató que “el proceso para estudiar, en la escuela de medicina, involucró mucho trabajo y sacrificio”.
Pero, “a pesar de las dificultades, mi experiencia fue muy placentera porque, con cada día que pasaba, estaba más cerca de alcanzar mi meta”, agregó.
A causa de diversas dolencias que la afectaron durante la infancia, generando numerosas intervenciones quirúrgicas, en uno de los períodos posoperatorios, sintió que la medicina era el hábitat para, años después, desempeñarse profesionalmente.
“Mi cirujano fue muy amable, y fue mi modelo a seguir”, expresó, respecto al profesional de quien dijo que “todavía trabaja en el Instituto Médico Francés para Niños, en Kabul”, y relató que, en ese contexto, percibió que “yo quería ser una buena médica como él”.
Rahima narró, asimismo, que, graduada en 2022, cuando faltaban nueve días para tomar el examen con miras a obtener la licencia médica, el régimen decretó la prohibición.
“Siempre decimos que las noches son oscuras, pero ese día fue el más oscuro”, reflexionó, para expresar que, en ese cuadro de situación, “la vida ha perdido el sentido para mí”.
Por su parte, al compartir su historia personal con la BBC, Salma dijo que, cuando los talibanes tomaron, en 1996, control de la mayor parte de Afganistán, se exilió, con su familia, en el vecino Pakistán, para regresar en 2001 -tras la derrota militar de los fundamentalistas-.
Salma dijo que, cuando comenzó a estudiar medicina, “mi familia no tenía un ingreso estable, incluso, durante los duros inviernos, (yo) solía ir caminando, a la universidad, bajo la intensa nieve”.
Respecto a la prohibición de que las mujeres tomen el examen para la licencia profesional, aseguró que “la sensación de privación sacudió a todas” las ´profesionales afganas en medicina”, y reflexionó que, personalmente, “he perdido algo muy precioso”.
Dos de sus hermanas mayores y un hermano ya se han casado y eso pone presión sobre Salma para que también lo haga.
Ella hizo incluso una presentación ante el Talibán, junto con sus compañeras de clase. “Nada funcionó”, dice.
También refriéndose a la situación de ese sector profesional femenino, la médica Sultana
-quien se graduó en 2021-, denunció que el régimen talibán “nos dio falsas esperanzas muchas veces”, haciendo referencia a hipócritas planteamientos de la dictadura, como los formulados, al inicio, en el sentido de que respetaría los derechos de las mujeres.
Asimismo, Sultana relató que, instalada en el poder, la dictadura anunció la realización de tres exámenes para licencia médica -el 24 de setiembre de 2021, y el 27 de febrero y el 1 de setiembre de 2023, con un hiato en 2022-.
“Algunas mujeres participaron en el primero”, aunque, “luego, (los talibanes) dieron marcha atrás respecto a esta política, y prohibieron que las mujeres rindieran el segundo y el tercero”, de acuerdo con lo informados por la médica.
Al contextualizar algunos datos, y citando a “un funcionario del antiguo gobierno”, la BBC informó que, en Afganistán, “entre 1,600 y 1,800 mujeres estudiantes solían inscribirse, cada año, en medicina (…) por ello se estima que hasta 5,000 mujeres graduadas en medicina están esperando para rendir el examen final”.
De acuerdo con el medio de comunicación, la próxima prueba se llevaría a cabo en 2024, aunque, según lo que “una fuente del Consejo Médico” le informó “no está claro si las autoridades del Talibán permitirán que se presenten mujeres”.
La BBC también reveló que tiene “conocimiento de que hay médicas que están trabajando, en hospitales, de forma clandestina”, y señaló que, “como no tienen licencia para ejercer, reciben un sueldo paupérrimo”.
Al respecto, Sultana dijo que ha, infructuosamente, buscado opciones laborales en numerosos hospitales.
“Hemos agotado todas las opciones”, informó, para agregar que el discriminatorio contexto actual implica “años de trabajo duro tirados a la basura”, además de reflexionar que “no creo que obtenga mi licencia, en un futuro cercano”.