El movimiento “El camino a casa”, opuesto a la guerra que Ruisa mantiene, hace casi dos años, en la limítrofe Ucrania, está exigiendo al presidente del país, Vladimir Putin, el regreso de las tropas
Integrado por mujeres cuyos familiares fueron desplazados al campo de combate, la organización desarrolla periódicas manifestaciones, principalmente en Moscú -la capital nacional-, lo que genera presencia policial para disuadir a las participantes en las protestas.
El movimiento mantiene la exigencia, mientras Putin se apresta a buscar la reelección, en los comicios programados para marzo de 2024.
Al informar, el 23 de diciembre, sobre la situación, el medio de comunicación estadounidense Bloomberg, indicó que el reclamo se centra, particularmente, en los aproximadamente 300 mil efectivos militares reclutados en septiembre de 2022 -siete meses después del inicio de la guerra, en febrero de ese año-.
“Varias esposas, madres y novias de militares rusos desplazados han empezado a protestar pidiendo al gobierno ruso el regreso de sus hombres al país”, señaló Bloomberg.
“Este movimiento, ‘El camino a casa’, ha ganado más de treinta y siete mil seguidores en su canal de Telegram en respaldo a las solicitudes de retirada de las tropas”, agregó.
“De momento, la respuesta de las autoridades se ha ceñido al envío de policías para indicar a los organizadores que no se manifiesten”, precisó, a continuación.
“Aunque actualmente se trata de un grupo bastante reducido, el movimiento amenaza con poner al gobierno en una situación incómoda, mientras el presidente Putin se apresta a participar en las elecciones presidenciales del mes de marzo”, de acuerdo con la versión periodística.
Según el medio de comunicación, “los funcionarios afirman que la invasión a Ucrania, que dura ya prácticamente 2 años y no parece tener fin, goza de un respaldo masivo por parte del público ruso”.
Pero las integrantes de “El camino a casa”, han demostrado lo contrario.
“Somos partidarias de una desmovilización absoluta, no de una rotación”, dijo una integrante del grupo, identificada -por razones de seguridad- solamente como María, citada en la nota informativa.
“No quisiéramos que nadie tuviese que pasar por lo que sufrimos nosotras”, agregó, además de indicar que su novio figuró “entre los primeros en ser reclutados”.
“Yo, particularmente, lo que quiero es que termine esta intervención militar”, aseguró.
Bloomberg aclaró que “María pidió no revelar su apellido, ni identificar a su novio, por temor a represalias oficiales”.
La activista señaló que tuvo la esperanza de que, transcurridos seis meses, y, luego, pasado un año, su compañero sentimental sería regresado a Rusia.
Pero “me di cuenta, plenamente, de que las autoridades no nos traerían, a nuestros hombres, de regreso”, planteó.
En ese sentido, Bloomberg indicó que “la movilización es una cuestión delicada para el Kremlin”, e informó que “la decisión de Putin de ordenar el reclutamiento parcial (hace algo más de un año) provocó un aumento de la ansiedad entre los rusos, por la guerra, y desencadenó un éxodo de cientos de miles de personas que huyeron del país para evitar el reclutamiento”.
El medio de comunicación indicó, al respecto, que, en un reciente y extenso diálogo con periodistas, el presidente ruso negó que una nueva movilización de tropas hacia Ucrania sea inminente.
“Putin, quien dijo que 617,000 soldados rusos estaban desplegados en Ucrania, reconoció, en su maratónica conferencia de prensa (…) que la preocupación pública por un nuevo reclutamiento era un ‘tema candente’, al tiempo que insistió en que no hay necesidad de uno ahora”, según la versión periodística.
Al citar encuestas de opinión sobre el conflicto bélico Rusia-Ucrania, Bloomberg informó que “alrededor de tres cuartas partes de los rusos dicen que apoyan la invasión”, aunque “alrededor del 60% también teme que la guerra pueda conducir a una movilización general”, mientras “una mayoría dice estar a favor de negociaciones de paz para poner fin al conflicto”.
No obstante ello, “el presidente ruso no ha mostrado ninguna voluntad de poner fin a la invasión que comenzó en febrero de 2022, incluso cuando las fuerzas rusas han sufrido enormes bajas”, según la misma fuente periodística.
También citada en la nota informativa, la fundadora de la firma consultora política local R.Politik, Tatiana Stanovaya, reveló que “la élite militar rusa está en contra de la desmovilización”.
Stanovaya dijo, asimismo, que el régimen de Putin “quiere que los gobernadores regionales apaguen las protestas de las mujeres, para impedir que obtengan apoyo”.
Por su parte, María dijo, a Bloomberg, que “los soldados reclutados quieren abandonar la guerra, pero muchos han perdido la esperanza”, y aseguró que “siento que estoy viviendo en una distopía”.