Los sangrados vaginales que se producen con las prácticas deportivas siempre han sido un enigma desde el punto de vista ginecológico

Los sangrados vaginales que se producen con las prácticas deportivas siempre han sido un enigma desde el punto de vista ginecológico. En principio, se tiende a creer que es simplemente una coincidencia y que el ejercicio sucede con dos momentos del ciclo en que se puede presentar un sangrado, desde luego durante la menstruación y en algunas mujeres durante la ovulación.

También se ha propuesto que el sangrado se debe a un traumatismo, golpe o herida que se realiza durante la práctica deportiva u horas antes, por ejemplo, al tener relaciones sexuales.

Aun cuando esto sucede y explica algunos sangrados, la verdad es que en muchas mujeres no se documenta ninguna de estas condiciones. Recientemente se comienza a reportar que probablemente hay ciertas lesiones en la capa interna del útero, llamada endometrio, que son vulnerables a los movimientos físicos o a los cambios hormonales que se producen con el ejercicio extremo y continuo.

También se ha postulado que unas lesiones llamadas pólipos, que en la mujer joven suelen ser tumores benignos, pueden explicar estos sangrados. Por eso, es importante consultar a su médico para así en estos casos realizar exámenes hormonales y un ultrasonido pélvico para dilucidar la causa.

Foto: Ketut Subiyanto