La equidad de género es un tema de poder, el cual requiere pronta redistribución, de modo de salvar al planeta, motivo por el cual los hombres deben respaldar esa igualdad, de acuerdo con lo planteado por el secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres.

La desigualdad que afecta a las mujeres, constituye una injusticia generalizada a nivel mundial, y constituye una vergüenza, aseguró Guterres, a los docentes y los estudiantes de The New School (La Nueva Escuela), una universidad ubicada en la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York, que también aloja la sede de Naciones Unidas.

“La igualdad de género es una cuestión de poder”, el que “ha sido celosamente custodiado por los hombres, durante milenios”, lo que constituye “un abuso de poder que está dañando a nuestras comunidades, nuestras economías, nuestro ambiente, nuestras relaciones, y nuestra salud”, advirtió, durante la charla que impartió, el 27 de febrero, en ese centro de estudios.

“Debemos, urgentemente, transformar y redistribuir el popder, si es que vamos a salvaguardar nuestro futuro y nuestro planeta”, planteó, para agregar, a continuación, que “es por eso que todos los hombres tendrían que apoyar los derechos de las mujeres y la igualdad de género”.

Al señalar que “la desigualdad de género y la discriminación contra las mujeres y las niñas sigue siendo una abrumadora injusticia a nivel mundial”, el funcionario internacional expresó que, “así como la esclavitud y el colonialismo fueron una mancha en siglos anteriores, la desigualdad de las mujeres tendría que avergonzarnos, a todos, en el (siglo) 21, porque, no solamente es inaceptable; es estúpida”.

Guterres aseguró el poder está en el centro del problema, “ya que la estructuras de poder dominadas por los hombres sostienen todo, desde economías nacionales, hasta sistemas políticos, hasta el mundo corporativo, y más allá”, y planteó que “el patriarcado también tiene impacto en hombres y niños, atrapándolos en rígidos estereotipos de género”, por lo que “un cambio sistémico es, hace mucho tiempo, necesario”.

En ese sentido dijo, a manera de exhortación, que “es tiempo de dejar de tratar de cambiar a las mujeres, y empezar a cambiar los sistemas que les impiden logar su potencial”, y, así como ”nuestras estructuras de poder han evolucionado gradualmente a lo largo de miles de años, una evolución adicional está pendiente hace mucho”.

Se trata de que “el siglo 21 debe ser el siglo de la igualdad de las mujeres”, precisó, además de asegurar que “el desmantelamiento de la desigualdad de género, transformará al mundo, y es crítico para dar solución a irresolubles retos globales, incluidos el conflicto y la violencia, y la crisis climática”.

Ello ayudará, asimismo, a cerrar la brecha digital, conducir a una globalización más justa, e incrementar la representación política femenina, planteó.

Guterres dijo, también, que, en tal contexto, en su 75 aniversario, este año, Naciones Unidas está implementando más acción para apoyar los derechos de las mujeres, lo que incluye el inicio, en enero, de la Década de Acción para cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El secretario general indicó que, mientras los ODS apuntan a la construcción de sociedades pacíficas, prósperas, e incluidas, además de salvaguardar al planeta, la década procura transformar instituciones y estructuras, ampliando la inclusión e impulsando la sostenibilidad.

El funcionario aludió así a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y a sus 17 ODS -a ser logrados para 2030-, el quinto de los cuales se refiere a “Igualdad de Género”.

En este punto, la idea consiste en poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas, lo que no solamente constituye un derecho humano básico sino que es crucial para el desarrollo sostenible.

Al respecto, se señala, entre otros planteamientos, este objetivo, según el cual “se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y las niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial”.

En ese sentido, en un artículo de opinión publicado recientemente en Costa Rica, la experta sudafricana Tlaleng Mofokeng, señaló que la violencia de género, sumada a la discriminación, es el principal escollo para lograr el desarrollo general a nivel mundial.

No obstante ello, a nivel gubernamental suele no garantizarse los derechos esenciales de mujeres y niñas, como tampoco se evidencia esfuerzos por empoderarlas, agregó Mofokeng, experta en salud y derechos reproductivos, quien, además, integra la Comisión para la Igualdad de Género de Sudáfrica.

“La mayor barrera para el desarrollo global no es el hambre ni las enfermedades. Es la discriminación y la violencia de género”, aseguró, en el artículo que, en su versión en español y titulado “La violencia contra las mujeres bloquea el desarrollo”, fue publicado por el diario costarricense La Nación, en la Pagina Quince –dedicada a artículos de opinión- de su edición del 26 de febrero.

“Por eso, el logro del Objetivo 5 de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas -igualdad de género y empoderamiento de todas las mujeres y niñas- es un requisito previo para avanzar en los otros 16 ODS”, escribió.