“Con la ayuda de Dios, hoy ellos son hombres de bien”

Es una mujer muy creyente, llena de fe, conocedora de la Palabra, nunca se casó ni tuvo hijos propios, pero el destino le tenía preparada una tarea similar a la de la maternidad: educar a  sus dos sobrinos.

Prefiere que la identifiquemos como Orquídea Salas, su flor preferida, nos atendió amablemente y compartió con Revista Petra esa labor que, como ella misma lo dice, le trajo muchas satisfacciones.

Hace algunos años, estando sus sobrinos casi entrando a la adolescencia, el esposo de una de sus hermanas decidió abandonar a su familia, por lo que Orquídea fue quien a partir de ese momento asumió la riendas no solo económicas sino también de crianza y guía.

“Cuando llega lo inesperado, hay que tomarlo con calma y ver qué rumbo se le dará de inmediato, a mediano y a largo plazo, en mi caso el Señor me guió en todo momento para hacer mis proyecciones y ayudar a mis sobrinos a que fueran hombres de bien tanto en el área espiritual como en lo emocional y material”, comentó Salas.

Lo primero era continuar con el estudio de ellos, descubrir sus habilidades para poder orientarlos de manera correcta en la carrera que iban a estudiar, ya fuera técnica o profesional.

Aseguró que durante el camino se le presentaron tanto alegrías como problemas que juntos los tres supieron enfrentar como la familia que son, además, sus padres y su otra hermana, así como sus primos también les echaron la mano en lo emocional, lo económico siempre recayó en sus hombros.

Nunca bajó la cabeza ante las vicisitudes que la vida le puso en el camino, al contrario, los vio como retos y de la mano de Dios los venció todos y cada uno.

En ese momento estaba soltera y trabajaba en una institución del Estado, ella se preocupaba por sus cosas y ayudaba en su casa, pero al asumir la crianza de sus sobrinos, renunció a un trocito de su vida para dársela a ellos.

“En aquel entonces era todo para mí: yo gano, yo compro, yo viajo, yo regalo, cuando llegó el momento de compartir con otra persona, tuve que quitarme un pedacito del yo”, reflexionó.

Con el paso del tiempo esa semillita, como expresó, floreció en sus sobrinos, quienes terminaron el colegio, ingresaron a la universidad y se graduaron con honores, ambos están dedicados al área de Administración de Empresas, uno de ellos es casado y tiene una hija, el otro se mantiene soltero.

“A veces me preguntaban si no fue muy difícil hacerme cargo de todo eso, yo les decía que no porque tuve el ejemplo en mi casa, mis padres siempre tendieron la mano a los demás, entonces para mí no era extraño apoyar a alguien, simplemente  era continuación de lo que estaba acostumbrada a lo que viví en la familia”, asegura muy orgullosa.

Hoy Orquídea disfruta de su pensión, de los partidos de su amada Liga Deportiva Alajuelense, de sus flores y los pajaritos que llegan al patio de su casa, le da gracias infinitas a Dios por darle la sabiduría de administrar muy bien no solo su tiempo, también su dinero para poder salir adelante con todos los gastos y que siempre la iluminó para dar el consejo adecuado.

Ella le aconseja a quienes están pasando por esta situación, ya sea un tío, madre o padre soltero, que primero busquen el apoyo del Ser Supremo, darle las gracias por todo ya que aunque sientan que no tenían que pasar por eso siempre hay que agradecerle a Dios porque es una manera de abrir las puertas del bienestar.

Datos nacionales

Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) indican que las familias monoparentales pasaron de un 8,6% en 1984, a un 13,8% en el 2011. De estos, el 89% son jefeados por mujeres, mientras que solo el 2% lo son por hombres. Este tipo de familias ocupan el segundo lugar en el país.

 

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