Es importante acercar a aquellos con dependencia al alcohol a un tratamiento integral, sin dejar a un lado la esfera psicológica

Aunque hoy en día, sobre todo en Costa Rica, como parte del tratamiento integral de la adicción o dependencia al alcohol es la psicoterapia, la más usada en el tratamiento de la dependencia del alcohol no es la psicoterapia psicoanalítica, mucho menos un psicoanálisis “clásico”, la teoría psicoanalítica sí brinda una excelente ayuda para comprender el funcionamiento psíquico de quienes tienen una adicción. Más aún, desde un enfoque psicoanalítico se afirma que el consumo exagerado de una sustancia psicoactiva, en este caso del alcohol, no causa por sí mismo una adicción.

 

En efecto, el consumo excesivo del alcohol es resultado de una problemática previa que la antecede, es decir, no es la causa sino la consecuencia (Radó, 1933; Barriguete, 2005). En términos freudianos se puede decir que es el síntoma. En otras palabras, no es que el sujeto “cayó en las garras del alcohol”, sino al revés, el alcohol cayó “en las garras” de un sujeto con cierto funcionamiento psíquico y que lo va a utilizar para tolerar y enfrentar situaciones que le generan un gran dolor mental.

 

Si bien Freud no se interesó en gran medida por comprender y explicar de manera sistemática las adicciones, sí hizo algunas referencias sobre las mismas. En el segundo ensayo, La sexualidad infantil, al hablar del chupeteo, Freud afirma que en ciertos sujetos, debido a una disposición constitucional, el valor erógeno de la zona de los labios aumenta: “Si éste persiste, tales niños, llegados a adultos,…tendrán una potente motivación intrínseca para beber o fumar” (Freud, 1905, p. 165).

 

Hay pues, un factor constitucional vinculado a la primera fase del desarrollo psicosexual, sin embargo, ello no explica por qué un sujeto deviene en dependiente del alcohol. En otras referencias dentro de sus escritos, el fundador del psicoanálisis entiende la adicción como un sustituto del objeto sexual. En otras palabras, el objeto-alcohol deviene en objeto sexual; aquél es usado para lograr una satisfacción placentera y con ello hacer valer de manera permanente el principio de placer en detrimento del principio de realidad.

 

En Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa (1912), al hablar de la relación del bebedor con el vino, Freud hace notar como la poesía ha comparado la satisfacción tóxica con la satisfacción erótica. Una satisfacción erótica que, desde la perspectiva freudiana, es sucedánea de la masturbación. Esto implica, a su vez, que en la adicción hay un fuerte componente narcisista: la ilusión de que se obtiene la satisfacción placentera por sí mismo mediante la manipulación del objeto-alcohol, y sin la necesidad de establecer un vínculo afectivo con un objeto-persona, con todas las vicisitudes que ello implica.

 

Por lo anterior es importante acercar a aquellos con dependencia al alcohol a un tratamiento integral, sin dejar a un lado la esfera psicológica.

 

Foto: Darya Sannikova