A causa de la invasión militar de Rusia a Ucrania, las ucranianas está enfrentadas a peligros que van desde ser víctimas de estructuras dedicadas al tráfico de personas, hasta salud sexual y reproductiva, pasando por violencia de género.
Las mujeres constituyen la mayor proporción de los más de tres millones de personas quienes, desde el estallido de la situación bélica, el 24 de febrero, han procurado protección en naciones limítrofes al agredido país del este europeo.
Esto pone, a las refugiadas, en situación de indefensión ante el accionar de esos grupos delictivos que operan en la región.
A nivel interno ucraniano, el cuadro de situación es, igualmente, de vulnerabilidad, en este caso, principalmente, y como consecuencia del precario estado del sistema de salud nacional, para las decenas de miles de embarazadas.
A ello, se suma el hecho de que, en situaciones de guerra, la violencia sexual
-principalmente la violación- se convierte en un componente que coloca, a mujeres y a niñas, en situación de alta vulnerabilidad en materia de seguridad.
Al explicar la situación, a la British Broadcasting Corporation (BBC), el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) en Ucrania, el español Jaime Nadal, describió la situación nacional como “sumamente compleja”.
“Ahora mismo, ya se ha sobrepasado el hito de los tres millones de refugiados en países limítrofes”, planteó Nadal, en las declaraciones que el medio de comunicación británico difundió el 18 de marzo.
“A mí me gustaría destacar que, sobre todo, son refugiadas, porque a los hombres, entre 18 y 60 años, no les permiten salir del país”, agregó.
Al respecto, puntualizó que “quienes están buscando refugio fuera de Ucrania son, principalmente, mujeres, la mayoría de ellas acompañadas por sus hijos, o personas adultas mayores, o personas con discapacidad”.
“Pero existen, también, dentro del país, lo que nosotros llamamos desplazados internos, que no son todavía refugiados porque no han cruzado la frontera”, aclaró.
“El número de personas desplazadas internamente es, también, enorme, y se ubican principalmente en el oeste del país, en la zona donde no hay operaciones militares”, dijo, a continuación.
En materia de salud sexual y reproductiva, Nadal señaló que la infraestructura registra severo deterioro, ya que algunos hospitales, incluidas maternidades, han sido blanco de bombardeo ruso.
El funcionario informó que, en Unfpa, “hemos hecho una proyección del número de mujeres que están embarazadas en este momento en Ucrania”.
“Son aproximadamente 265 mil mujeres, de las cuales cerca de 80 mil se prevé que van a dar a luz, en los próximos tres meses”, precisó, para advertir que “se espera que 11 mil de ellas puedan tener complicaciones durante el momento del parto y posparto, y son las mujeres que requieren mayor atención”.
“Los partos se dan en condiciones deplorables”, reflexionó.
A manera de ejemplo, dijo que, “por más que se pueda tratar de limpiar y adaptar, un sótano no es un lugar idóneo para que una mujer dé a luz, no reúne las condiciones higiénicas mínimas y necesarias”, y “no hablemos ya de una estación del metro”.
“Incluso, el acceso a la estación del metro es complicado para una mujer que está embarazada, y que se puede ver en la situación de tener que bajar las escaleras del metro junto con una multitud que está tratando de buscar refugio de los bombardeos”, explicó.
“Yo querría dejar claro que, aparte de los daños causados a los edificios, a los hospitales mismos, y lo que eso supone para la atención a la salud reproductiva de las mujeres, el mero hecho de que haya bombardeos limita el acceso a esos hospitales”, planteó, a continuación.
“Las mujeres no se atreven a buscar atención en salud en medio de un bombardeo, lógicamente”, aclaró.
En tal contexto, “no sabemos cuántas mujeres han podido sufrir abortos espontáneos, prolapsos, o complicaciones derivadas del embarazo y del parto, sin la debida atención médica, poniendo en riesgo su vida o incluso perdiendo su vida en esas circunstancias”, dijo.
“No tenemos, todavía, estadísticas sobre este tema, pero suponemos que ya tiene que haber habido casos”, indicó.
“La no garantía de la salud, y de los derechos reproductivos de las mujeres, las pone en peligro de perder su vida”, expresó, a continuación.
Ante esa situación, Unfpa está implementado una puntual acción de emergencia, consistente en la distribución de kits (equipos) de emergencia, para atender esos y otros casos de crisis en materia de salud y de seguridad de las mujeres.
“Son kits para cierto tipo de atención a, concretamente, 500 mil mujeres”, comenzó a detallar.
“Es un paquete que contiene todo lo necesario para que una mujer pueda tener un parto natural limpio, en condiciones de higiene”, agregó.
“Es una bolsa que se puede entregar al personal de atención primaria, o se le puede entregar a la mujer, en los controles prenatales, para que lo pueda llevar con ella y que, en caso de que entre en parto, en una situación como la que acabamos de describir, en ese kit tenga todo lo necesario para que un personal cualificado de salud pueda acompañar a la mujer, y se lleve a cabo un parto en condiciones limpias”, continuó detallando.
Esos equipos de emergencia contienen “material estéril, guantes, gasas, una manta térmica para el bebé, otra para la madre, todo el material necesario para un parto natural”, ilustró.
Nadal informó, además, que los paquetes son variados, y cubren diferentes cuadros de situación que las mujeres puedan enfrentar.
En ese sentido, señaló que, “también, tenemos kits para cesáreas, para partos de mayor grado de complejidad, que son para uso en hospitales, incluso en hospitales de campaña”.
“Además, hay kits para el manejo de situaciones de violencia sexual, de violación, porque también sabemos que, en este tipo de situaciones (guerras), el número de casos de violencia sexual y de violencia basada en género se incrementa”, planteó.
Por lo tanto, “es necesario que, también estas mujeres, que sufren casos de violencia, puedan tener la debida atención médica”, subrayó.
Al respecto, informó que “hemos dado seguimiento a denuncias de casos”.
“No fueron denuncias que, eventualmente, se pudieran demostrar, pero, en situaciones de conflicto, de crisis humanitarias, demostrar de entrada, o tratar de hacer un levantamiento de datos, no es la prioridad”, aseguró.
“Estas son situaciones en las que la situación de vulnerabilidad de la mujer se incrementa, y nuestro punto de partida no es documentar los casos” sino que “es asumir que los casos existen”, dijo.
“Nosotros, ya estamos empezando a tener información acerca de las redes de trata y tráfico de personas actuando en los países limítrofes, principalmente”, contexto en el cual, “una mujer que está en proceso de desplazamiento, sin ingresos, con una situación de vulnerabilidad elevada, puede eventualmente ser víctima de una red de tráfico, o no tan sólo de una red: simplemente de abusos y de violencia, e incluso de violación”, señaló.
“Entonces, con esa premisa en mente es que nosotros estamos incorporando el tratamiento para este tipo de situaciones, como parte de nuestro trabajo”, puntualizó, de inmediato.
“Y esto va acompañado, también, del acceso a servicios de apoyo psicosocial, en una red de treinta municipios con los que teníamos ya, antes de la guerra, establecida una alianza”, indicó.
“Eran ‘ciudades libres de violencia contra la mujer’, una red de treinta ciudades que el Fondo de Población estableció en Ucrania, antes de la guerra”, y, “muchas de estas ciudades, las que están en el oeste del país, todavía tienen servicios operativos”, informó.
Otro de los equipos de urgencia que Unfpa está distribuyendo, por miles, en Ucrania, se denomina “kit de dignidad”.
Nadal explicó que “contiene lo básico para que la mujer pueda tener acceso a una higiene básica, que le permita recuperar parte del decoro que, de alguna manera, se pierde cuando alguien tiene que salir corriendo de su casa prácticamente con lo puesto, huyendo hacia no se sabe muy bien dónde, con la expectativa o la esperanza de que será un lugar más seguro”.
“Esta tragedia por la que están pasando estas mujeres y estas familias es francamente inenarrable”, y, si bien “el kit no resuelve eso, se entrega a la mujer, como parte de un abordaje de apoyo psicosocial, en conexión con la existencia de estos servicios municipales”, agregó.
El paquete “incluye compresas para el período”, indicó el funcionario, para agregar que “pocas veces se piensa en eso, pero, obviamente, tiene una importancia fundamental para las mujeres”.
“Incluye también ropa interior, desodorante, jabón, cepillo de dientes, toallas (…) toda una serie de productos que son básicos”, continuó narrando.
“El kit permite que la mujer hable, que se exprese, es, sobre todo, una herramienta que estamos utilizando para romper el hielo, para que la mujer se exprese, y para aproximarla a esos servicios de apoyo psicosocial que pueden ser de gran utilidad para ellas”, dijo, además de aclarar que “no es un fin en sí mismo”.
Nadal informó que Unfpa atiende, simultáneamente, a otros sectores de la población ucraniana.
“Como parte del trabajo que hacemos de apoyo psicosocial a las mujeres, estamos, también, trabajando el apoyo psicosocial a los hombres, porque, al fin y al cabo, si lo que estamos es tratando de prevenir son situaciones de violencia de género, es fundamental también trabajar con los hombres”, reflexionó.
“Yo creo que, para los niños, va a ser una situación complicada: todo lo que significa, para ellos, de repente, no volver más a la escuela, perder a los amigos, perder el entorno”, algo que, “también lo es para las mujeres, para las personas adultas mayores”, indicó.
El funcionario vaticinó que, la invasión genera “un trauma que va a afectar a toda la sociedad, y vamos a tener que invertir mucho en reconstruir esa salud mental”.