Seis mujeres lograron el enjuiciamiento, y la declaración de culpable, en dos de cinco cargos por violencia sexual, contra el productor cinematográfico estadounidense Harvey Weinstein, un poderoso agresor quien, a base de influencia, se mantuvo impune durante años.

Estos seis casos son apenas una porción de los aproximadamente cien en los que, de acuerdo con medios de comunicación locales, Weinstein estuvo involucrado.

Un tribunal de la nororiental ciudad estadounidense de Nueva York lo declaró culpable de dos delitos de agresión sexual -acto sexual criminal en primer grado, y violación en tercer grado-, y lo absolvió de tres cargos de agresión sexual depredadora.

El acusado escuchará, el 11 de marzo, la sentencia, que puede implicar, en el primer caso, una condena de cinco a 25 años de prisión, y, en el segundo, de hasta cuatro años, con lo cual Weinstein está ante un total máximo acumulado de 29 años en reclusión.

Las seis denunciantes quienes participaron en el proceso judicial, fueron actrices o profesionales en diversas actividades de la industria del espectáculo.

Se trata de las actrices Annabella Sciorra y Dawn Dunning, la asistente de producción Miriam Haley, la aspirante a actriz Jessica Mann, la modelo Tarale Wulff, la guionista Lauren Young.

Las acciones de Weinstein fueron variadas, e incluyeron desde manoseo hasta violación, incluyendo masturbación, de acuerdo con los testimonios que las seis acusadoras presentaron, durante aproximadamente tres semanas, ante un juez y un jurado compuesto por siete hombres y cinco mujeres.

Conocido el veredicto, la mañana del 24 de febrero, numerosas mujeres vinculadas a la industria cinematográfica –varias de las cuales habían formulado denuncias similares contra Weinstein, aunque sin actuar penalmente-, expresaron satisfacción por el veredicto, y alabaron lo que describieron como la valentía, de las seis acusadoras, por haber enfrentado a un poderoso personaje de Hollywood.

La actriz Ashley Judd, una de las numerosas víctimas, escribió en la red social Twitter: “para las mujeres quienes ofrecieron testimonio en este caso, y caminaron por un infierno traumatizante: ustedes hicieron un servicio público para niñas y mujeres en todos lados, gracias”.

En términos similares, la también actriz y víctima Rosanna Arquette, tuiteó: “gratitud a las valientes mujeres quienes ha declarado y al jurado por haber visto a través de las tácticas sucias de la defensa”.

Por su parte, la actriz Mira Sorvino, quien denunció que Weinstein la acosó sexualmente, durante una gira de promoción de una película, expresó que, con el juicio contra el productor, “la era de impunidad para los hombres poderosos quienes violan gente, se terminó”, y agregó que, todas las denunciantes, “hicimos esto, juntas”.

En ese sentido, la actriz y directora cinematográfica Asia Argento, escribió, en la red social Instagram que “Harvey Weinstein es ahora un violador convicto”.

Según Gloria Allred, una de las abogadas de la acusación, dijo que las mujeres a quienes representó “tendrían que considerarse heroínas del movimiento de las mujeres”, porque “son ejemplos de valentía”.

A raíz de ello, “las mujeres no serán silenciadas, hablarán, tendrán su voz, se pondrán de pie (…) con la verdad”, agregó, y dirigiendo jun mensaje al convicto, reflexionó: “de modo, Harvey Weinstein, que esta justicia demoró en llegar, pero está, finalmente, aquí”.

En opinión de la activista estadounidense Tarana Burke, iniciadora del movimiento #MeToo (Yo También), aseguró que la culpabilidad de Weinstein es imborrable.

“La mayoría de nosotras nunca veremos un tribunal, por dentro, pero estas mujeres declararon, lo miraron a los ojos, y le dijeron: “me hiciste esto’”, por lo que “será siempre culpable”, dijo Burke, para agregar que “eso es algo que tenemos”.

El movimiento #MeToo fue lanzado en 2017 en Estados Unidos, a raíz de las numerosas denuncias contra Weinstein, para generar conciencia sobre la expansión del abuso y la agresión sexual como fenómenos sociales.

Burke señaló que Weinstein “operó con impunidad y sin remordimiento, durante décadas, en Hollywood”, no obstante lo cual, después de años durante los cuales fue reiteradamente denunciado, fue conducido a “rendir cuentas, por el sistema judicial”.

La activista reflexionó, además, que “este caso nos recuerda que la violencia sexual prospera sobre la base de poder y privilegio sin control. Las consecuencias resuenan, mucho más allá de Hollywood, en la vida diaria de todos nosotros en el resto del mundo”.