La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más extendida de todo el mundo; pese a la dimensión del problema, los compromisos para prevenir la violencia siguen siendo limitados

La violencia de género afecta a un tercio de la población femenina mundial, mientras cuatro de cada cinco mujeres y niñas son habitantes de países que no les ofrecen eficaz protección legal, de acuerdo con los más recientes datos revelados por la entidad de las Naciones Unidas para la igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).

En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conmemorado la semana pasada, la agencia internacional especializada advirtió, asimismo, que la agresión machista es un tóxico fenómeno social que dista mucho de ser erradicado.

“La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos

humanos más extendida de todo el mundo”, denunció ONU Mujeres, en los textos que emitió el 22 de noviembre -tres días antes de la conmemoración anual-.

“Se calcula que, en todo el mundo, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja, o de ambas, al menos una vez en su vida”, precisó, además de aclarar que “estos datos no incluyen el acoso sexual”.

También reveló que “las tasas de depresión, trastornos de ansiedad, embarazos no

deseados, infecciones de transmisión sexual y VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) son más elevadas entre las mujeres que han experimentado violencia que entre las que no la han sufrido”.

Ello, “al igual que ocurre con muchos otros problemas de salud que pueden perdurar una vez que ha cesado la violencia”, explicó.

La agencia especializada de Naciones Unidas informó, asimismo, que “la mayoría de los actos de violencia contra las mujeres son perpetrados por sus esposos o parejas actuales o anteriores”, y que “más de 640 millones de mujeres de 15 años o más -el 26% del total- han sido objeto de violencia por parte de su pareja”.

Igualmente, “de aquellas que han mantenido una relación, casi una de cada cuatro

adolescentes de 15 a 19 años -el 24%- ha sufrido violencia física o sexual por parte de su cónyuge o pareja”, señaló, para indicar que, al mismo tiempo, “el 16% de las jóvenes de 15 a 24 años experimentó este tipo de violencia en los últimos 12 meses”.

Por otra parte, “más de cuatro de cada cinco mujeres y niñas -el 86%- viven en países sin una sólida protección legal o en países que no disponen fácilmente de los datos”, agregó.

Respecto al enraizamiento de la agresión machista en las sociedades nacional, ONU Mujeres advirtió que “ningún país está cerca de erradicar la violencia infligida por la pareja”.

Sin perjuicio del dramático cuadro de situación, a nivel mundial, los recursos aportados a su combate, son, en general, mínimos, señaló.

“Pese a la dimensión del problema, y a estas tendencias preocupantes, los compromisos económicos para prevenir la violencia siguen siendo limitados”, informó. “En consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, resulta fundamental invertir en la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, para lograr la igualdad de género de aquí a 2030”, planteó, a manera de exhortación.

Objetivos de Desarrollo Sostenible

La entidad internacional hizo, así, referencia al proceso que, conducente a la determinación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), inició en la conferencia mundial que tuvo lugar, del 4 al 15 de setiembre de 1995, en la capital de la República Popular China, cuando fueron aprobadas la Plataforma de Acción de Beijing, y la Declaración de Beijing -que tomaron su nombre de esa ciudad-.

La plataforma, consistente en seis capítulos, contenidos en 138 páginas, se define, en el primero de sus 361 artículos, como “un programa encaminado a crear condiciones necesarias para la potenciación del papel de la mujer en la sociedad”.

También señala que su propósito central radica en “acelerar la aplicación” de estrategias “orientadas hacia el futuro para el adelanto de la mujer1y eliminar todos los obstáculos que dificultan la participación activa de la mujer en todas las esferas de la vida pública y privada”.

Ello, “mediante una participación plena y en pie de igualdad en el proceso de adopción de decisiones en las esferas económica, social, cultural y política”, lo que “también supone el establecimiento del principio de que mujeres y hombres deben compartir el poder y las responsabilidades en el hogar, en el lugar de trabajo y, a nivel más amplio, en la comunidad nacional e internacional”, agrega.

La plataforma es complementada, desde 2015, por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que, aprobada ese año por la Asamblea General de las Naciones Unidas, contiene los ODS, que consisten en 17 metas establecidas para cumplirse, a más tardar, para 2030.

El quinto de los ODS -referido, puntualmente, a “Igualdad de Género”-, apunta a poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas”, señalando, entre otros planteamientos, que ello no solamente constituye un derecho humano básico, sino que es crucial para el desarrollo sostenible en general.

También establece la necesidad de “eliminar todas las prácticas nocivas, como el

matrimonio infantil, precoz y forzado, y las mutilaciones genitales femeninas”.

En la información que difundió el 25 de noviembre, ONU Mujeres señaló que “instamos, a todas las personas, a hacer un llamamiento a las y los líderes de todo el mundo para que aumenten la inversión y evitar que la violencia (de género) suceda”.

De acuerdo con los datos que dio a conocer al respecto, solamente “el 0.2% de la ayuda oficial para el desarrollo mundial está destinada a la prevención de la violencia de género”.

Por lo tanto, “cada una de las iniciativas de prevención de la violencia contra las mujeres, es un paso más hacia un mundo más seguro, igualitario, y próspero”, aseguró.

La entidad también señaló que el 25 de noviembre -cuando se conmemora el Día

Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer-, se inició la anual

campaña que Naciones Unidas denomina “16 Días de Activismo contra la Violencia de Género”.

Lanzada inicialmente en 1991, la campaña, que comprende a todas las instancias de la organización mundial, se desarrolla hasta el 10 de diciembre, fecha que marca el Día de los Derechos Humanos -a su vez, establecido en 1950-.

ONU Mujeres formuló, este año un llamado, “a los gobiernos, las instituciones, y la

ciudadanía, a que nos demuestren la importancia que el mundo le da a la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas”.

El día internacional se originó en una actividad llevada a cabo, en 1981, por el movimiento feminista latinoamericano, y se caracteriza por manifestaciones nacionales, a nivel mundial -como las llevadas a cabo este año-, para repudiar la violencia machista, exigir respeto a los derechos de la población femenina.

Las marchas también se llevan a cabo para subrayar la necesidad de que los gobiernos generen e implementen, eficazmente, políticas contra ese fenómeno que el patriarcado perpetúa en las sociedades de los países.

La jornada mundial fue oficializada, por la asamblea general de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 54/134, aprobada el 17 de diciembre de 1999.

Las hermanas Mirabal

El 25 de noviembre fue elegido -lo mismo en 1981, que en 1999- para homenajeara las activistas políticas dominicanas María Teresa, Minerva, y Patria Mirabal.

Minerva -la políticamente más activa de las hermanas- fue, junto con su esposo -el abogado y guerrillero dominicano Manuel “Manolo” Tavárez-, fundadora del político/armado Movimiento Revolucionario 14 de junio (indistintamente, 14J o 1J4).

Las tres hermanas fueron asesinadas, el 25 de noviembre de 1960, por orden del entonces dictador militar dominicano (1942-1952) Rafael Leónidas “El Jefe” Trujillo -uno de los más sanguinarios y corruptos gobernantes de facto, el siglo 20, en América Latina-.

Conocidas, en el movimiento antidictatorial dominicano, como “Las Mariposas”, fueron permanentes participantes en actividades opositoras, por lo cual Trujillo ordenó, en mayo de 1960, su detención y tortura –lo mismo que para sus respectivos esposos-, además de su enjuiciamiento. Las tres fueron puestas en libertad, en agosto de ese año.

Luego de dos fallidos intentos de asesinato, días antes, Las Mariposas fueron emboscadas, el 25 de noviembre, en una carretera en la norcentral provincia de Salcedo, cuando, a bordo de un automóvil, regresaban de una visita a sus esposos, en la cárcel donde estaba recluidos como presos políticos del brutal régimen trujillista.

Agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) interceptaron el vehículo, secuestraron a las mujeres, y en, en el interior de una casa cercana, las ahorcaron, lo mismo que al chofer del automóvil, tras lo cual fueron colocados dentro del vehículo, con el cual los sicarios, fingieron un accidente carretero.

Fundada en 1952, la provincia fue nombrada, en 2007, Hermanas Mirabal, su

denominación presente.

Foto: RDNE Stock project