“En el Cuartel General, participé y me gané este derecho, con otros tenientes coroneles”, asegura Josefina Patlán, primera militar mexicana responsable de dirigir la Sección de Capacitación de la fuerza de cascos azules de Naciones Unidas en Sahara Occidental

Incorporada hace aproximadamente siete meses a ese contingente internacional de seguridad, Patlán -cuyo grado es el de teniente coronel- cumplió, en el terreno -el desierto- un período de integración, tras el cual fue traslada al Cuartel General de la misión militar -en la noroccidental localidad de Laayoune, cercana a la norteña frontera con Marruecos-.

Sahara Occidental es un territorio ubicado en la noroccidental zona africana de Maghreb, disputada por la República Árabe Democrática Saharawi y Marruecos.

En declaraciones que formuló a Noticias ONU -la agencia informativa de Naciones Unidas-, y que fueron reproducida el 28 de mayo por ese medio de comunicación, la militar señaló que “es la primera vez que México toma la cabeza de una de las secciones principales aquí, en la misión”.

“En el Cuartel General, participé (en un proceso de selección) y me gané este derecho, con otros tenientes coroneles”, precisó, en la nota difundida en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas, fecha que, desde 2003, se celebra anualmente el 29 de mayo.

“A mí, me dieron el puesto”, reafirmó, para agregar que “tengo aquí apenas escasos 20 días (desde) que me sacaron del desierto y me trajeron para acá”.

De acuerdo con lo explicado por Noticias ONU, en la nota que tituló “Una casco azul mexicana encabeza la sección de adiestramiento en el Sáhara Occidental”, el actual trabajo de Patlán consiste en “asegurarse de que el personal militar que llega cubra con los requisitos indispensables para poder ser desplegados en el desierto”.

Ello, además de “verificar que puedan llevar a cabo el patrullaje, que cuenten con las habilidades necesarias en cuestiones de manejo, que tengan el nivel indispensable de inglés y asegurarse de que conocen la misión”, señaló, a continuación, la agencia informativa internacional.

La oficial chilanga (nacida en la capital de México) indicó que otros tres compatriotas integran el contingente militar de Naciones Unidas asignado a ese territorio ubicado en el extremo oeste del desierto de Sahara.

“Hay un teniente coronel, que se llama Norberto, que es el Spanish speaker (quien habla español)”, comenzó a detallar.

 “También tenemos a otra compañera, que está desplegada en el desierto -porque ella va llegando, pero también es una excelente oficial, y hay un compañero de la Marina de la Armada de México, que también está como segundo comandante”, agregó.

“O sea que los mexicanos, ahorita, estamos bien empeñados aquí, en la misión: somos cuatro”, dijo.

Respecto a la trayectoria militar de Patlán, Noticias ONU indicó que se incorporó, hace más de tres décadas -a la edad de 15 años-, a las Fuerzas Armadas de su país de origen.

“Antes, la difusión de los planteles militares en México no es como es hoy, a través de los medios sociales, sino que era de persona en persona”, comenzó a relatar.

“Los militares iban a la mayor cantidad de escuelas, y, pues, en el Ejército, ya es bien sabido que ingresan muchas personas con escasos recursos, pero con muchas ganas de superación”, siguió narrando, para agregar que “ese era mi caso, y lo vi como una muy buena opción de vida para mí”.

Señaló que, incorporada al ejército mexicano, fue enviada a Estados Unidos, donde aprendió inglés, lo que facilitó su ingreso a la fuerza de paz de la organización mundial.

“Comenzaron a mandarme a hacer algunos cursos, y conocí ya lo que eran los cascos azules”, dijo, algo que, “a mí me interesó mucho”.

“Ya enrollada (involucrada) en esa situación, y con muchos de los requisitos que pedían, me convertí en una candidata ideal para venir”, de modo que, “cuando se me presentó la oportunidad, pues, obviamente acepté, porque el venir a los cascos azules es netamente voluntario”, aseguró.

En cuanto a su labor en el contingente militar mundial, reflexionó que se trata de “una situación muy especial, muy enriquecedora, y es entender que, en otras partes del mundo, también se sufre, que necesitan apoyo, y que, sin la ayuda de la otra parte del mundo, no pueden salir y desarrollarse”.

Explicó, además, que el trabajo que se desempeña en la fuerza de los cascos azules implica tener la capacidad de establecer alianzas.

Se trata, para “nosotros aquí, dentro del ámbito militar”, de “trabajar en conjunto, todos nosotros, de diferentes países, y entender que, si nos unimos, en verdad podemos hacer cosas grandes y maravillosas por la gente que en verdad necesita”, reflexionó.

 

“Simplemente necesitamos entendernos y trabajar juntos, y hacemos un trabajo maravilloso”, razón por la cual “yo sí creo que sin las alianzas, definitivamente, uno no puede avanzar”, aseguró.

Al indicar que desempeñará, durante cinco meses más, su labor como casco azul, planteó que, “la verdad es que, para mí, ha sido una experiencia maravillosa el venir aquí, demostrarme a mí misma que somos capaces de mucho, y que los mexicanos, en verdad, podemos sobresalir en donde sea”.

En su opinión, “nada más, necesitamos un poquito de empuje, y este fue mi caso: el venir aquí y demostrarme a mí misma que puedo con muchas cosas, y que soy capaz de muchas cosas”.