El bicameral parlamento de Uruguay contará con menos legisladoras, para el próximo período (2020-2025), de acuerdo con los resultados preliminares de la votación llevada a cabo en el marco de las elecciones generales realizadas el 27 de octubre.

Si bien el número de senadoras se mantendrá en ocho –el número resultante de la votación de 2014, para el actual período (2015-2020)-, el de diputadas bajará, de las actuales 22, a 19.

El Senado está integrado por treinta legisladores, mientras la Cámara de Representantes cuenta con 99 miembros.

En declaraciones reproducidas dos días después de los comicios, por el diario uruguayo El País, la representante de ONU Mujeres en el país sudamericano, Magdalena Furtado, explicó que el fenómeno obedece a la manera en que los partidos políticos aplican la legislación electoral sobre representación proporcional por género.

Se trata de la Ley de Órganos Electivos Nacionales y Departamentales y de Dirección de los Partidos Políticos -vigente desde 2009 y reformada en 2017-, según la cual, en todos los casos, para la elección de integrantes del parlamento nacional –Senado, Cámara de Representantes- lo mismo que para gobiernos departamentales (provinciales), los candidatos, en cada nómina partidaria, principalmente para los tres primeros lugares, deben incluir lo mismo a mujeres que a hombres.

Al respecto, Furtado dijo, a El País, que, en la votación del fin de semana, “volvió a pasar lo mismo” que hace cinco años, ya que al determinar esas ternas, se ubicó, en la mayoría de los casos, a mujeres en el tercer lugar.

“Con el sistema electoral uruguayo, esto tiene como consecuencia una representación minimalista de las mujeres, porque el tercer lugar no es muy elegible”, dijo.

“Con una aplicación minimalista de la ley de cuotas, la representación de las mujeres también va a ser minimalista”, reflexionó.

Furtado hizo, además, alusión a una encuesta electoral realizada, el año pasado, para ONU Mujeres, según la cual 66 por ciento de las personas consultadas planteó la necesidad de contar con más mujeres en ambas cámara parlamentarias.

“Tiene que ocurrir un cambio de mentalidad en la población uruguaya. Lo que ocurrió en estas elecciones demuestra que la opinión pública va por un lado y el sistema político por otro”, señaló la representante local de la agencia de Naciones Unidas especializada en la promoción de la igualdad de género y del empoderamiento de las mujeres a nivel mundial.

La entidad lanzó, en marzo de este año –siete meses antes de las recientes elecciones-, en referencia a los comicios, el lema “Pensar igual, construir inteligente, innovar para el cambio”.

Furtado dijo, entonces, que “la construcción de igualdad sigue siendo un objetivo a perseguir”, y destacó la necesidad de que se apruebe legislación de apoyo a lo que definió como la democracia igualitaria en materia electoral.

De acuerdo con los resultados preliminares de la votación –que, en el caso de la elección presidencial, debe llevarse a cabo segunda vuelta, lo que en Uruguay se conoce como balotaje-, entre los siete bloques parlamentarios para el próximo período, el de mayor número de mujeres, en las dos ramas legislativa es el gobernante y centroizquierdista Frente Amplio (FA).

El FA se perfila con cinco mujeres en el total de ocho representantes en el Senado, y 14 de 28 en la Cámara de Diputados, para una proporción conjunta de 34.5 por ciento de representación femenina.

En el otro extremo, aparece el ex gobernante y derechista Partido Nacional (PN), con 10 representantes en el Senado –solamente dos mujeres- y 30 en la cámara baja –apenas una mujer-, para una proporción combinada de 7.5 por ciento.

Entretanto, otras tres agrupaciones –el ambientalista Partido Ecologista Radical Intransigente, el derechista Partido de la Gente, y el centrista Partido Independiente- contarán con presencia solamente en la Cámara de Representantes, con un diputado cada uno –ninguna mujer-.

La actual proporción de legisladoras en ambas ramas parlamentarias -22.2 en el Senado, 25.8 en la Cámara de Representantes- mantiene a Uruguay en el puesto 87, en el ranking de 190 establecido anualmente por la Unión Interparlamentaria (Inter-Parliamentary Union, IPU).

Fundada en 1889, la IPU, con sede en la ciudad suiza de Ginebra, promueve, a través del apoyo a la labor de los parlamentos a nivel mundial, la gobernanza democrática, la equidad de género, la democracia, la paz, los derechos humanos, el empoderamiento de los jóvenes.

En cuanto al reciente resultado de la elección parlamentaria en Uruguay, Furtado subrayó la necesidad de que el sistema político sea congruente con las aspiraciones de la población.

“Tiene que ocurrir un cambio de mentalidad en la población uruguaya”, expresó la funcionaria, y advirtió que, “lo que ocurrió en estas elecciones, demuestra que la opinión pública va por un lado y el sistema político por otro”.