La violencia, en diferentes formas, contra integrantes de parlamentos, a nivel mundial, se muestra en aumento, en incidencia desproporcionadamente mayor si se trata de mujeres, según los más recientes datos del Comité sobre los Derechos Humanos de los Parlamentarios, organismo de la no gubernamental Unión Interparlamentaria (UIP).
Sumado a ello, la representación femenina sigue siendo minoritaria en la escala global, según otros datos difundidos por la UIP.
En el análisis correspondiente a este año, la oposición, en general, representa la mayoría de los casos examinados: más de ochenta por ciento, de acuerdo con lo informado por la unión, en su sitio en Internet.
Las violaciones más frecuentes, durante el período, se refirieron a “suspensión y pérdida del mandato parlamentario indebidas, ausencia de proceso judicial justo y otros procedimientos injustos, amenazas, (y) actos de intimidación, violación de la libertad de expresión”, precisó la unión, citando a su especializado grupo de trabajo.
“Los números confirman una tendencia ascendente de violaciones denunciadas contra parlamentarios”, planteó.
“También revelan un aumento en los actos de intimidación y violencia, con las mujeres parlamentarias sufriendo más desproporcionadamente”, puntualizó.
“En 2020, el Comité de la UIP examinó los casos de 552 parlamentarios de 42 países cuyos derechos fueron presuntamente violados”, indicó, para señalar que “esto se compara con los casos referidos a 533 parlamentarios en 2019, y confirma una tendencia general ascendente desde la creación del comité de la UIP, hace más de 40 años”.
“Los parlamentarios de oposición representan 85 de los casos examinados”, reveló, a continuación.
En cuanto a las agresiones, indicó que “las más comunes violaciones de derechos humanos”, este año, fueron -en este orden-: “Suspensión y pérdida del mandato parlamentario indebidamente, Ausencia de juicio justo y otros procedimientos injustos, Amenazas, actos de intimidación, Violación de la libertad de expresión”.
En ese sentido, expresó, además, preocupación por el hecho de que, respecto al año pasado, las agresiones referidas a amenazas y actos de intimidación, ascendieron un escalón, habiéndose ubicado en el tercer lugar.
A continuación, la UIP denunció la desproporción de género, al indicar que, según los datos del comité, “las cifras revelan que las mujeres integrantes de parlamentos estuvieron más significativamente expuestas a tortura, maltrato, y actos de violencia” que los hombres.
Y precisó que estos cálculos muestran a “34 por ciento de las mujeres parlamentarias consideradas por la UIP afectadas, en comparación con 18 por ciento de los colegas masculinos”.
En el contexto mundial, el continente americano es la región donde se registra el mayor porcentaje de actos de agresión dirigidos a integrantes de organismos legislativos, de acuerdo con lo expuesto por la entidad internacional.
“Por quinto año consecutivo, las Américas representan la mayor proporción de violaciones de derechos humanos contra parlamentarios -32 por ciento, 178 casos en el total de 552-, consecuencia de una gran cantidad de casos originados en Venezuela”, informó.
Según otros datos de la UIP, actualizados al 1 de octubre de este año, del total mundial de 45,931 parlamentarios, las mujeres -apenas 11, 548- representan 25.1 por ciento.
En el desglose regional, el continente americano figura en primer lugar -entre seis áreas mundiales estudiadas-, con 32 por ciento de legisladoras, de acuerdo con la misma fuente, que ubica a Europa en segundo puesto, con 30.1 por ciento.
El cálculo global indica que, de 188 países y otros territorios analizados, los cinco que presentan las proporciones más altas de mujeres en sus respectivos organismos parlamentarios son Rwanda, con 61.3 y 38.5 por ciento, respectivamente, en sus cámaras baja y alta, Cuba, con 53.2 en su parlamento unicameral, Bolivia (53.1 3 en cámara baja, 47.2 por ciento en cámara alta), Emiratos Árabes Unidos (50 por ciento, unicameral), México (48.2 en cámara baja, 49.2 en cámara alta).
Los cinco primeros en América Latina y el Caribe son, a partir de Cuba y México, Nicaragua (47.3 por ciento, unicameral), Grenada (46.7 en cámara baja, 30.8 en cámara alta), Costa Rica (45.6, unicameral).
La UIP fue presidida, desde el 1 setiembre de 2018 hasta el 2 de noviembre de 2020, por una mujer: la mexicana Gabriela Cuevas, diputada por el gobernante y centroizquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El sucesor de cuevas al frente de la UIP es el portugués Duarte Pacheco.
Fundada el 1 de setiembre de 1889, entre los objetivos de la unión figuran la defensa de los derechos humanos -en general, y de los miembros de parlamento a nivel mundial-, y la promoción de la igualdad de género en política.
Constituido por 10 integrantes, su Comité sobre los Derechos Humanos de los Parlamentarios es, según la definición oficial, un mecanismo cuyo mandato consiste, como componente central, en defender las garantías fundamentales de los legisladores perseguidos, a nivel mundial.