Yokasta Valle, la boxeadora costarricense nacida en Nicaragua, agregó una victoria a su espectacular carrera, cuando derrotó a la japonesa Sana Hazuki, para retener el título de 105 libras -mini mosca femenino de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
“Yoka” entró al ring homenajeando a víctimas de femicidio en Costa Rica, con los nombres de esas mujeres impresos en el área blanca de sus guantes, y la silueta blanca de un ave en vuelo en el sector dorado.
El triunfo de la atleta ocurrió, el 30 de enero, en una instalación deportiva en la central ciudad costarricense de Heredia, en el último de los 10 rounds de lo que resultó ser una intensa pelea, durante la cual Valle impuso su voluntad de que la visitante no le arrebatase el cinturón de la FIB.
El combate se definió, a favor de la púgil local, por decisión unánime de los jueces: 91-98, 100-90 y 100-90.
El enfrentamiento se desarrolló sin presencia de público, en atención a las medidas sanitarias vigentes en Costa Rica, a causa de la pandemia mundial del nuevo coronavirus, que, en el país centroamericano ha generado, desde que fue detectado, el 6 de marzo del año pasado, al 1 de febrero, algo más de 193 casos -del registro global cercano a 103.4 millones-.
Lograda su exitosa defensa del título, Valle dijo, a medios de comunicación locales, que “me encantaría seguir peleando lo más pronto posible, y seguir defendiendo el título mundial”.
“Pero ya vendrán los planes para seguir teniendo más títulos”, agregó, a manera de reflexión.
También reconoció el esfuerzo de su rival por tratar de llevarse la faja -que, desde el 4 de agosto de 2019, está en poder de la tica-nica, quien lo defendió el 8 de febrero de 2020, frente a la filipina Carleans Rivas, a quien venció por nocaut técnico-.
En este sentido, manifestó el deseo de “agradecerle, a Sana, porque yo sabía que dio una pelea acá, en el ring, y dio una pelea de campeonato mundial”.
Asimismo, expreso agradecimiento “a Costa Rica, pues seguimos teniendo campeona para rato”.
En cuanto a su homenaje a las víctimas de femicidio -y su condena a la más brutal variante de la machista violencia de género-, Yoka ha expresado que hace uso de la atención mediática que recibe por su sorprendente récord en el ring -21 victorias, nueve de ellas por nocaut, y apenas dos derrotas-.
En ese sentido, en su doble condición de exitosa boxeadora y firme activista contra la agresión hacia las mujeres, ha declarado que “quiero seguir alzando la voz”.
“A mí, me escuchan, tengo esta plataforma en todos los medios, mis peleas, para hablarlo, y seré la voz de las chicas que no pueden hablar y las que temen: les digo que no callen, hay que denunciar y parar la violencia por generaciones”, ha planteado.
Ubicada en el segundo lugar entre “Las 10 mujeres más influyentes en Costa Rica durante el 2020” -el más reciente ránking anual de Revista Petra-, la deportista fue calificada, a nivel mundial, en mayo del año pasado, por la base de datos en línea BoxRec, como la cuarta mejor boxeadora activa en la categoría peso mini mosca -título que retuvo en su más reciente combate-.
Valle es, simultáneamente, campeona en la categoría mini mosca junior femenina, de la Organización Mundial del Boxeo (OMB).
Entre sus 21 victorias, figuran cuatro por el título de la FIB y una por el cinturón de la OMB.