El Censo Nacional realizado en el 2011 señaló que alrededor de 10.321 niñas y adolescentes entre los 12 y 17 años, reportaron estar en una relación de matrimonio o unión libre.
“Este tipo de uniones impropias refiere a vínculos sustentados en relaciones desiguales de poder entre un hombre y una niña o adolescente mujer, o entre una mujer adulta y un niño o adolescente hombre, los cuales, desde el punto de vista de los derechos de los menores, resultan inconvenientes y dañinos para ellos, incluso en muchos casos pueden llegar a ser una forma oculta y socialmente legitimada de violencia basada en género”.
Así de claro y contundente fue el voto de la Sala Constitucional al referirse a la ahora aprobada Ley de Relaciones Impropias, la cual el día de ayer fue votada en segundo debate en la Asamblea Legislativa.
“Con la aprobación de esta Ley, el INAMU se compromete a abrir un proceso género-sensitivo para explicarle a la ciudadanía, y en particular a las mujeres, niñas y adolescentes, los alcances de esta nueva Ley”, señaló Alejandra Mora Mora, Ministra de la Condición de la Mujer y Presidenta Ejecutiva del INAMU.
Para lograr lo anterior, se trabajará en asocio con otras entidades pública y organizaciones sociales que promueven y protegen los derechos humanos de las niñas y adolescentes menores de 18 años. “Haremos capacitaciones y divulgaciones para que se haga efectiva y contribuya al cambio cultural”, puntualizó Mora.
Para el Magistrado Fernando Cruz Castro, las normas que permiten el matrimonio con menores de edad no es aceptable constitucionalmente.
“El matrimonio de menores de edad era visto con indiferencia hace veinte años, pero ahora existen investigaciones sociológicas y económicas que evidencian que someter a una persona menor de edad a esa posibilidad, aunque lo autorice el padre o la madre, es someterlo a un contexto social que interrumpe su desarrollo socioeducativo, con ribetes mucho más dramáticos en el caso de las niñas. No hay compatibilidad entre los valores más importantes de una sociedad equitativa y democrática y las limitaciones que impone el matrimonio a un menor de edad”, señaló Cruz en el voto de la Sala Constitucional.
Dicho criterio es compartido por el Instituto Nacional de las Mujeres. En reiteradas ocasiones, la Ministra ha indicado que, en este tipo de relaciones le niega su infancia a las niñas y niños, obstaculiza su educación, restringe sus oportunidades y acrecienta el riesgo de violencia, porque la mayoría son relaciones asimétricas con una gran diferencia de edad.
“Una de las consecuencias más negativas de este tipo de relaciones las viven las niñas, quienes son las que se embarazan y terminan abandonando no solo el sistema educativo, sino otros proyectos de vida. Solo entre los años 2009-2014, 2.450 niñas entre los 10 y 14 años se convirtieron en madres y 26 niños entre los 10 y 14 años en padres”, puntualizó la jerarca.
Un estudio realizado en el año 2014 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas demostró que el 74.5% de las niñas y adolescentes que declaran estar o haber estado en unión, no asisten al sistema educativo, lo que significa que esas niñas tendrán mayores obstáculos de insertarse al mercado laboral por falta de preparación.
El Censo Nacional realizado en el 2011 señaló que alrededor de 10.321 niñas y adolescentes entre los 12 y 17 años, reportaron estar en una relación de convivencia (matrimonio o unión libre).