El aumento alarmante de los femicidios es un fenómeno profundamente preocupante que demanda una acción urgente por parte del Estado. No son simplemente estadísticas, sino vidas perdidas y víctimas colaterales
Violencia machista en su más brutal manifestación -el femicidio- presenta, en la que va de la década actual, en Argentina, una marcada tendencia alcista, con 2023 como el año más violento, habiendo superado trescientos tales crímenes, de acuerdo con los más recientes datos de la Defensoría del Pueblo de la Nación (DPN)
Los asesinatos resultantes de agresión de género se centraron, los pasados doce meses, principalmente en mujeres ubicadas en el grupo etario general de 19 a 50 años, aunque algunas víctimas estaban en el rango de 12 años o menos, precisó la defensoría, en el informe anual 2023 de su Observatorio de Femicidios (Ofdpn), dado a conocer el 15 de enero.
Según el desglose mensual de los números, la frecuencia de tales asesinatos fue preocupante, ya que el nivel más bajo marcó 20 -casi uno por día-.
El comparativo conteo anual presentado en el documento reveló que los femicidios pasaron de los 295 registrado en 2020, a los 289 correspondientes a 2021, habiendo descendido a 242 en 2022, para repuntar notoriamente a 322 en 2023 -el nivel más alto en lo que va de esta década, y alrededor de un 30 por ciento por encima del año inmediatamente anterior-.
Los meses de 2023 con los mayores números fueron agosto (32), mayo y diciembre (31 en cada caso), y abril (30), mientras la cifra más baja correspondió a setiembre (20).
Respecto al perfil de las asesinadas, el observatorio informó que “dentro de las características principales de las víctimas, en lo que refiere al rango etario, se
detectaron 33 víctimas menores de 18 años, 10 de ellas menores de 12 años”.
El grupo de mayor incidencia fue el de 19 a 50 años, con 227, desglosado en la franja de 19-30 años (102) y la de 31-50 años (125), de acuerdo con las cifras contenidas en el informe de 12 páginas.
También se precisó, en el texto, que, “a partir del 2023, el OFDPN comenzó a clasificar las edades de las víctimas segmentando franja etaria de ‘60 en adelante’, con el objetivo de visibilizar la violencia de género de las mujeres adultas mayores”, ya que, “tener una perspectiva interseccional, resulta fundamental para desarrollar una perspectiva de género que incorpore las demandas concretas de las mujeres mayores”.
En el primer conteo para esa categoría, fueron registradas 28 -el cuarto nivel numérico del estudio, después de los segmentos mayoritarios, y de los rangos, respectivamente, de 0-18 años (33) y de 51 a 59 años (30)-.
Al presentar datos comparativos respecto al perfil de los asesinos, el organismo de la DPN señaló que, “con respecto a la edad de los femicidas, se puede afirmar que existe una coincidencia en la franja etaria de las víctimas”.
Entre los rangos registrados, el de 19-50 años contabilizó 182, desglosados en 19-30 años (65) y 31-50 años 117.
En una acción que se registra en algunos casos, algo más de medio centenar de esos criminales se suicidó, tras haber perpetrado el hecho.
“Se registraron 55 femicidas que se suicidaron y 17 intentos de suicidio sin
consumar”, informó el observatorio, para precisar, a continuación, que “esta cifra se mantiene con respecto al año 2022”.
Al respecto, el Ofdpn señaló que “alrededor de un 16% de los femicidas acabaron con sus vidas sin haber sido juzgados”.
El observatorio también precisó, como dato agregado, en cuanto a los victimarios, que “17 de los femicidas pertenecen o pertenecieron a las fuerzas de seguridad”, aunque no precisó si el grupo incluye a suicidas o a quienes intentaron quitarse la vida.
Respecto a lo que describió como la exponencial alza registrada el año pasado, el organismo especializado de la DPN planteó que “el aumento alarmante de los femicidios en Argentina es un fenómeno profundamente preocupante que demanda una acción urgente por parte del Estado”.
En ese sentido, agregó que “estas estadísticas reflejan una dolorosa realidad que destaca la persistencia de la violencia de género en la sociedad argentina”.
En tal contexto, “es esencial reconocer que las cifras de femicidios no son simplemente estadísticas, sino vidas perdidas y víctimas colaterales profundamente afectadas”, agregó.
El observatorio indicó, asimismo, en el informe, que, “desde la Defensoría del Pueblo de la Nación, se realiza un llamado de atención al Estado argentino para erradicar la violencia de género”.
Ello, “implementando políticas efectivas, fortaleciendo la educación en igualdad y fomentando la conciencia colectiva sobre el respeto hacia las mujeres”.
“Solo a través de un esfuerzo conjunto, que involucre a todos los sectores de la sociedad, será posible revertir esta tendencia alarmante y construir un futuro donde las mujeres vivan libres de temor y violencia”, agregó.
El Ofdpn dio a conocer su más reciente informe, casi un mes después de instalado -el 10 de diciembre-, para el período 2023-2027, el gobierno de Javier Milei.
Una de las primeras drásticas medidas implementadas por Milei -quien se define como “liberal libertario”- para reformar la institucionalidad argentina consistió en eliminar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
Creado por la administración (2019-2023) del centroizquierdista Alberto Fernández, en su definición oficial, el ministerio fue creado para trabajar “por los derechos de las mujeres y LGBTI+, frente a toda forma de desigualdad y violencia, para construir una sociedad más justa”.
Las funciones de esa cartera fueron asumidas -al igual que las labores de los ministerios de Cultura, Educación, Trabajo, Desarrollo Social- por el nuevo Ministerio de Capital Humano, a su vez, creado el 11 de diciembre -un día después de la asunción presidencial de Milei-.
Foto: Sebastiaan Stam