El respeto a los derechos de las mujeres constituye un componente básico del progreso, lo que significa que, para avanzar, los gobiernos deben erradicar toda legislación que imponga -o que fomente- la discriminación de género
La teorización en materia de igualdad en cuanto a la dignidad humana -algo respecto a lo cual existe coincidencia universal-, no trasciende de eso -de ser un enunciado de buenas intenciones-, lo que impide que sea, efectivamente, implementada.
En su más reciente video mensual de Intención de Oración, el papa Francisco expuso esa línea de pensamiento, contexto en el cual formuló un llamado a no reprimir la voz de la población femenina, particularmente la victimizada mediante violencia de género.
“De palabra, todos estamos de acuerdo que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad, como personas, pero, en la práctica, eso no ocurre”, reflexionó el pontífice, a manera de advertencia, en el mensaje de casi dos minutos que, titulado “Por el papel de las mujeres”, fue difundido por la Red Mundial por la Oración del Papa.
Por lo tanto, “es necesario que los gobiernos se comprometan a eliminar leyes discriminatorias, en todas partes, y a trabajar para que los derechos humanos de las mujeres estén garantizados”, indicó, en el mensaje reproducido, el 2 de abril, por diferentes plataformas informativas, incluido el medio de comunicación Vatican news.
“En muchas partes del mundo, la mujer es tratada como el primer material de descarte”, señaló Francisco, para agregar, a continuación, que “hay países, donde las mujeres tienen prohibido acceder a ayudas para armar un negocio, o ir a la escuela”, además de precisar que, “incluso, en esos lugares, soportan leyes que las obligan a vestir de una determinada manera”.
“Y, todavía, están en uso, en muchos países, las mutilaciones genitales”, agregó en alusión a una de las más brutales agresiones del retrógrado patriarcado que domina a numerosas sociedades a nivel mundial.
El papa formuló, de inmediato, una exhortación a que, en contexto de violencia de género que persiste universalmente, “no les neguemos, a las mujeres, la voz”, y refirmó: “no les neguemos, a todas esas mujeres víctimas de abuso, la voz”.
“Son explotadas, son marginadas”, indicó, además de reafirmar el llamado a que “respetemos a las mujeres”.
“Respetémoslas en su dignidad, en sus derechos fundamentales, y, si no lo hacemos, nuestra sociedad no avanzará”, expresó en el mensaje que, visualmente, fue complementado por imágenes de mujeres y niñas a nivel mundial, incluida una que muestra a una joven quien lleva puesta una camiseta -con un logo que pareciera ser el de la Unión Europea-, con la consigna, en la espalda: “levons-nous contre la maltraitaice des femmes” (“levantémonos contra el maltrato a las mujeres”).
El papa también llamó a que “oremos, para que la dignidad y la riqueza de las mujeres sean reconocidas en todas las culturas, y para que cese la discriminación que sufren, en diversas partes del mundo”.
El video fue conocido días después de que el papa rompió, el jueves de Semana Santa, uno de los múltiples esquemas patriarcales eclesiásticos, cuando llevó a cabo el tradicional lavado de pies, con participación, únicamente, de mujeres.
El video fue conocido días después de que el papa rompió, el jueves de Semana Santa, uno de los múltiples esquemas patriarcales eclesiásticos, cuando llevó a cabo el tradicional lavado de pies, únicamente con mujeres.
La actividad se llevó a cabo en la Cárcel de Rebibbia -ubicada en el nororiental sector capitalino que le da su nombre, y junto a la estación de metro de igual denominación-, con la participación de doce reclusas del sector femenino de la prisión, algunas de las cuales -según versiones periodísticas-, lloraron, emocionadas.
En la nota informativa en la que reprodujo el video papal, Vatican News citó al sacerdote jesuita francés Frédéric Fornos, director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, quien señaló que “desde el principio, Jesús acogió a mujeres como discípulas, lo cual era novedoso en la sociedad de aquel tiempo”.
“María -la madre de Jesús-, tuvo un lugar preponderante, entre los Apóstoles y en la comunidad primitiva, como lo atestiguan los evangelios”, agregó, para también precisar, en la misma línea narrativa, que, “a una mujer -María Magdalena-, Jesús le confió la misión de anunciar su resurrección, a sus hermanos”.
Fornos también hizo referencia al hecho de que, “a lo largo de la historia, las mujeres han aportado un verdadero dinamismo espiritual a la Iglesia: Teresa de Ávila, Catalina de Siena, Teresa de Lisieux, reconocidas como ‘doctoras de la Iglesia’, y un sinfín de santas”.
El sacerdote agregó, en calidad de propuesta complementaria al mensaje de Francisco, que, “dado que el Papa nos llama, este mes, a orar para que la dignidad y la riqueza de las mujeres sean reconocidas en todas las culturas, y para que cese la discriminación que sufren en diversas partes del mundo, continuemos también reconociendo su papel dentro de la Iglesia”.
En opinión de Fornos, “sin la participación activa de las mujeres, la comunidad cristiana, si fuera una empresa, estaría en quiebra”.
Foto: Blue Ox Studio