Después de 26 años de la dimisión de Margaret Thatcher, el Reino Unido tiene la fuerza y experiencia de Theresa May.
La mujer que sin titubeos dijo “Brexit significa Brexit…no debe haber intentos de permanecer en la UE, ni intentos para volverse a integrar por la puerta de atrás», se ha convertido en la primer Ministro del Reino Unido, después de 26 años de la dimisión de Margaret Thatcher.
Theresa May, tras uno de los mayores sucesos políticos vividos en la historia reciente del Reino Unido, reemplaza a David Cameron, quien ocupó el puesto durante seis años y anunció su renuncia luego del referendo de 23 de junio en el que los británicos votaron por abandonar la Unión Europea, conocido como Brexit.
El 12 mayo de 2010, fue nombrada Ministra del Interior y Ministra de la Mujer y la Igualdad por el primer ministro, David Cameron, como parte de su primer gabinete, convirtiéndose en la cuarta mujer en ocupar uno de los grandes cargos de Estado del Reino Unido, después de Margaret Thatcher como primera Ministro, Margaret Beckett, ministra de Relaciones Exteriores y Jacqui Smith, ministra del Interior.
En 2003, fue jurado del Consejo Privado, y nombrada secretaria en la sombra de Estado de transporte, tras la elección de Michael Howard como líder del partido conservador y líder de la oposición en noviembre de ese año.
May asume luego de que en la última semana la carrera por suceder a Cameron diera un giro por un inadecuado comentario de su contrincante, la viceministra de Energía, Andrea Leadsom, quien sugirió que el hecho de tener hijos la hacía una mejor líder para asumir las riendas del país. May no tiene hijos.
La Primer Ministro creció en Oxfordshire, Reino Unido y es hija única del reverendo Hubert Brasier, un clérigo anglicano y Zaidee Barnes. En 2013 reveló que padece de diabetes tipo 1. Conoció a su actual esposo, Philip May, en la universidad de Oxford, donde estudió geografía.
La que es denominada la segunda Dama de Hierro, considerada como una de las políticas más duras y astutas de Reino Unido, es una ministra experimentada, que ingresó en la Cámara de los Comunes por primera vez en 1992.
A sus 60 años de edad, es una de las personas que durante más tiempo ha estado al frente del ministerio de Interior en la historia de Reino Unido. Desde el inicio de las votaciones secretas en el Parlamento, tras la renuncia de Cameron, mantuvo una clara ventaja, al punto que en la primera ronda obtuvo el voto de 165 parlamentarios: más que todos sus adversarios juntos.
Fue objeto de críticas por el fracaso del gobierno de cumplir con la promesa de mantener la cifra de inmigrantes que ingresan al país por debajo de 100.000 personas al año. Sin embargo, ahora muchos de sus seguidores le piden que garantice «el actual estatus» a los tres millones de inmigrantes europeos en suelo británico.
Aunque oficialmente ella hizo campaña para quedarse en la UE, sus partidarios la promovieron como Primer Ministro por su experiencia y el conocimiento para gestionar los resultados de la votación sobre el Brexit.