El asesinato de Laura Luelmo en Huelva, España ha causado conmoción mundial, no solo por la violencia a la que fue sometida, sino también porque el perpetrador del delito previamente había estado en prisión por matar a una mujer.
Un ex convicto por matar a una mujer que salió de la cárcel tras haber cumplido otra pena de casi tres años por robo con violencia, fue el asesino confeso de Laura Luelmo, joven de 26 años que se había mudado a Huelva, España, para ejercer su primer trabajo como profesora de dibujo. La autopsia confirmó que sufrió agresión sexual.
El cuerpo de Laura, después de tres días de desaparecido, fue hallado semidesnudo y con visibles signos de violencia tirado en un terraplén abandonado en Huelva.
Gritando «todos somos Laura», los vecinos de la joven claman por justicia. A ellos se han unido los estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca (USAL), donde se graduó la joven, quienes hicieron un performance, mostrando rostros y camisetas que simulaban manchas de sangre en los cuerpos de mujeres tiradas en el suelo, en la Plaza Mayor de Salamanca.
El violento crimen trae a la luz pública la actual revisión de la Ley de prisión permanente revisable, que es la máxima pena privativa de libertad en España, aprobada en el Congreso de los Diputados en el 2015. Esta puede ser impuesta únicamente en delitos de excepcional gravedad como asesinatos graves, terrorismo, homicidio del jefe del Estado o de su heredero, de jefes de Estado extranjeros, en genocidio y crímenes de lesa humanidad.
La pena está sujeta a revisión, tras el cumplimiento íntegro de una parte relevante de la condena, cuya duración depende de la cantidad de delitos cometidos y de su naturaleza, el penado puede obtener una libertad condicionada al cumplimiento de ciertas exigencias, en particular, la no comisión de nuevos delitos.
Políticos y grupos feministas se plantean cómo hacer para que después del cumplimiento de las penas se puedan tener garantías de seguridad y prevención de femicidios por parte de ex convictos.