El convenio apunta a contribuir a la lucha contra la violencia contra mujeres y niñas.
Naciones Unidas y el gobierno de Honduras establecieron una alianza estratégica, con el propósito de combatir la violencia de género en el país, informó la representación local de la organización mundial.
Para ello, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, y la coordinadora residente de Naciones Unidas en Honduras, la italiana Alice Shackleford, firmaron, el 23 de marzo, el Compromiso Público para poner Fin a la Violencia contra Mujeres y Niñas, de acuerdo con la versión oficial.
El convenio apunta a “contribuir a la lucha contra la violencia contra mujeres y niñas”, indicó la oficina local de Naciones Unidas, en un comunicado que emitió el día en que se llevó a cabo la ceremonia de firma.
En este sentido, las partes “acuerdan colaborar para formular e implementar, en todas las instancias estatales, estrategias de prevención y abordaje de la violencia contra las mujeres y las niñas, y la promoción de la igualdad de género”, explicó.
Según datos contenidos en la información de la organización internacional, 318 mujeres fueron asesinadas, en 2021, a nivel nacional.
A ello se suman los 63 femicidios registrados durante el primer trimestre de 2022, de acuerdo con la misma fuente.
Esta cifra es coincidente con el cálculo dado a conocer, una semana después, por el Observatorio de la Violencia (OV) de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).
Naciones Unidas advirtió, en el comunicado, que “este fenómeno se ha ‘naturalizado’ debido al machismo y patriarcado que caracteriza la sociedad, y luchar contra ello requiere más voluntad política”.
En el marco de la actividad, Castro expresó que, “como mujer, no puedo estar en la presidencia, si no lucho por el respeto y por la defensa de los derechos de las mujeres en mi país”.
La primera jefa de Estado en la historia del país centroamericano aseguró, asimismo, que su administración ha asumido “ese compromiso para dar respuestas, no solamente inmediatas sino también lograr que exista la equidad de género”.
Por su parte, Shackleford planteó que “estamos claras que no hay desarrollo sostenible sin la igualdad de género, sin la eliminación de la violencia contra mujeres y niñas”.
“Reconocemos el compromiso de la presidenta Xiomara Castro, y de su gabinete de gobierno, alrededor del desarrollo del país, y que éste signifique un cambio para las mujeres y las niñas”, agregó.
Respecto a la gravedad del problema, en declaraciones que formuló, el 29 de marzo, a la radioemisora local HRN, la coordinadora del observatorio, Migdonia Ayestas, informó que, hasta esa fecha, en Honduras, “más de 60 muertes violentas de mujeres se han registrado”.
“La violencia en contra de las mujeres es un tema relevante”, planteó Ayestas, para, a continuación, denunciar que se trata de un problema que presenta componentes, entre otros, de seguridad y de salud.
“Los femicidios son un problema, para la sociedad hondureña, que, inicialmente, radica en los hogares”, dijo.
La experta hizo referencia, asimismo, a los casos de mujeres asesinadas en el contexto de actividades relacionadas con el narcotráfico.
En tal sentido, señaló que esa violencia de género señala que, “en sus cuerpos, (los criminales) mandan mensajes a los hombres, porque es donde más les duele, y es ahí donde las matan”.
“Ellas son víctimas de este país”, reflexionó, a continuación. Ayestas agregó que “la violencia contra la mujer es, también, un problema de salud pública”.
La responsable del observatorio denunció, además, el alarmante grado de impunidad -95 por ciento de los casos- que presenta la más brutal variante del machismo.
Al respecto, subrayó que, “esclarecer crímenes contra mujeres, es una deuda pendiente que tienen las autoridades de justicia”.
